en realidad estaba mejor de lo que parecía y después de quitar el barro todo estaba bastante bien menos los tornillos de acero que estaban todos oxidados Pero con calma en una ferretería de toda la vida pude conseguir tuercas y tornillos nuevos. Las piezas cromadas estaban razonablemente bien y la pintura del cuadro casi perfecta, lo peor fue recuperar el aspecto de aluminio pulido de los guardabarros y los frenos un estropajo verde pasta de dientes y cera en los guardabarros para darle un poco de brillo. La campana del timbre estaba rota y un poco abollada pero unos martillazos y una soldadura de plata funcionando.