Lo prometido es deuda... ahí va una mini crónica, de dos nuevos puertos subidos tras casi 2 años sin mover el número.
La verdad, que quién vive esa sensación de conocer una nueva ascensión, le hace sentirse agusto, aunque para llegar a ese placer, primero hay que subir la cuesta hasta coronar y disfrutar de las vistas desde la cima.
Dos días fueron los elegidos para emplearse a fondo, el 1 y 2 de mayo.
El primer día se salía desde la localidad de Piedrahíta, para coronar el puerto de Peña Negra, y con la incertidumbre de como me iba a desenvolver en una nueva subida. Rápidamente, la mente decía, vamos para arriba... y cogiendo poco a poco altura, se iba disfrutando del puerto. Bueno, no era un gran puerto, era mantenido y se agradecía su relativamente suave dureza.

Vista desde la subida, la población de Piedrahíta.
Y poco a poco, haciendo los kilómetros, se llegaba a la cima. Algunas fotos para el recuerdo y para abajo por la otra vertiente.

Cima, Puerto de Peña Negra.
Lo que pasa, es que de ser un día nublado en la subida, se convirtió en tormenta catastrófica en la bajada. Nada más comenzar la bajada, empezó a llover, y los truenos y rayos hicieron acto de presencia.
Paradójicamente, el primero que cayó, lo sentí tan cerca mía, que noté el resplandor de la luz sobre mí...
Me entró realmente miedo, porque les tengo pánico, y pensé que me tenía que alejar como fuera de esa tormenta eléctrica. Tomando las curvas con cuidado, iba dejando arriba la nube tan temible.
Solo una vez he tenido casi la misma sensación de temor que esta del otro día, y fue hace muchos años subiendo el Puerto de la Bonaigua, que al igual que esta, la subida fue despejada, pero en la cima de desató la tormenta perfecta. Esa vez noté los continuos relámpagos tan cerca, con la intensa lluvia mezclada, que hizo que la bajada de la Bonaigua la hiciera haciendo autostop, montado en una furgoneta de unos obreros... pero esa es otra historia.
El día 2 de Mayo tocaba estrenar el segundo puerto, esta vez sería la ascensión hasta la Plataforma de Gredos, comenzándola desde la localidad de El Barco de Ávila.
Esta subida será conocida en la 20ª etapa - 14 de septiembre: Arenas de San Pedro - Gredos / 189 km, de la Vuelta a España del 2019, pero aquí estoy para darla a conocer un poco antes.
Con la mañana fresca y tranquila, comenzaba a rodar siempre picando para arriba, durante unos 28 kilómetros, hasta el comienzo del puerto. Antes de llegar a ese principio de puerto, coincidí con un chico que iniciaba justo momento su salida, y fuimos los dos charlando de camino del puerto. A lo mejor hasta podría leer esta crónica, ya que me dijo que era de Leganés.
Ya muy cerca del comienzo, casi en la población de Navacepeda de Tormes, me aconsejó varias opciones para subir a este puerto tan precioso. Me dijo que la parte más suave para subir allí, era por Hoyos del Espino. Mi intención desde el principio era subir desde Navacepeda de Tormes, por que había que hacer más kilómetros por donde decía el.
Lo que pasa es que por la vertiente de Navacepeda era mucho más dura que por Hoyo.
Mi cabeza, no dudó por dónde tenía que subir... cualquier ciclista normal decidiría subir por donde menos esfuerzo se hace, pero Yo es que soy especial... no tengo remedio, tengo que ir por lo duro, será que me molan los retos y los esfuerzos límites, y eso que esta subida tenía picos del 16 y 17 % de inclinación.

La subida me sorprendió, iba la carretera junto al río Barbedillo, con tramos relativamente suaves, mezclados con duros muros de inclinación.

Río Barbedillo, al fondo las cumbres de La Plataforma de Gredos.
Tras llegar al cruce de la Carretera de Hoyo del Espino, la subida ya si sería más mantenida y dura, con 4 kilómetros finales sobre el 7 %.
Con una sensación de asombro, por la belleza del lugar, concluía la ascensión hasta llegar al aparcamiento.

Cima junto al cartel de La Plataforma de Gredos.
Como casi siempre, disfrutar de ese momento en una cumbre, donde no hay palabras por esa sensación de libertad a tanta altura, hacía las fotos de recuerdo, y para abajo otra vez hasta llegar a Hoyo del Espino.
P.D. Recomiendo a cualquiera visitar este magnífico lugar, sea en bici, moto o en coche. Además de que hay un tramo para senderistas para caminar durante horas por la zona.
¡Esto es todo, a por el siguiente reto!