Algunos hilos los vienen mencionando de pasada. Hablo de las diferencias entre viajes, y viajeros. Entre los de largo recorrido, en kilómetros, duración, dificultades y hasta peligros; y los de los “membrillos”, en cuya gama baja me incluyo, de apenas unos cientos de kilómetros, hasta la vuelta de la esquina, unos días de viaje al año, y cuando hace bueno. Impresionados por sus hazañas, cuando terminamos de limpiarnos la baba y conseguimos cerrar la boca, nos dan ganas de no volver a abrirla. Por lo menos aquí . Por eso parece oportuna una cita de Bicicletos, un colectivo de grandísim*s viajer*s que suma miles de kilómetros y decenas de años recorriendo el mundo:
“No practicamos ningún culto a lo desconocido ni valoramos lo que hacemos despreciando lo que dejamos. Lo que se encuentra en cada viaje puede ser tan bueno o tan malo como lo que se conocía. En lo posible, renegamos de hacer lecturas uniformes de lo que vemos tanto como de pensar que nuestra mirada es especial, es más profunda, es más acertada: es, eso sí, nuestra y, como todo, puede merecer la pena compartirla. Con la modestia de quien aprecia lo que se queda atrás, las gentes y los espacios de la convivencia diaria a veces magníficos, a veces abominables.” ( supongo que igual que la que se encuentra en los viajes )
recorrer más espacio significa también reducir la intensidad del tiempo para conocerlo. Sabemos que, muchas veces, el que se queda aprende y vive más que el que se va: por que ambos están envueltos en un enorme proceso de cambios, de transformaciones, el tiempo no se detiene y construye y destruye a un ritmo vertiginoso”.
O sea, que “lo externo”, paisaje, culturas, ( con todo su atractivo, que lo tienen ) pasa a un segundo plano. Entre estos humildes párrafos de grandes viajer*s brillan unas palabras: “como todo, puede merecer la pena compartir ”. Así que, amig*s de los pedales de "vuelo corto", enseñar vuestras fotos y hablar de vuestras salidas es importante. Seguiremos encontrando por aquí, entre los relatos de locas aventuras y plácidas excursiones, palabras e imágenes capaces de despertar las mismas emociones y, sobre todo, las mismas ganas de vivirlas uno mismo que en esas historias de viajes alrededor del mundo.