Yo lo hice en 11 días desde Sevilla hasta Santiago, así que fueron días de kilometradas importantes con al menos una o dos sesiones de empujin por jornada ya que en la medida de lo posible mi colega y yo intentamos ser fieles al camino, eso nos retrasó un poco a nosotros y endureció un mucho al viaje, pero no lo cambiamos por nada. Bien cierto es que algunos puntos clave los hicimos por asfalto: subida a Béjar, Padornelo, salida de Orense etc. Si te fijas son en la segunda mitad del viaje, cuando uno ya no está para según qué cosas. Me arrepentiré siempre de no haber tirado por carretera al salir en Almadén de la plata: la lié parda, me metí en una sierra, se me fastidió la bici de manera importante, toco empujing durante kilómetros y al final acabé subiendo a una furgoneta la bicicleta gracias a la amabilidad de unos campesinos que me dejaron en un pueblo cercano. En fin, historias. Al día siguiente, el viaje me recompensaría con uno de los mejores días de mi vida en bici. Pero eso también es otra historia... En honor a la verdad, lo que nos fastidió más durante el viaje fueron las inesperadas obras del AVE que obligaban a hacer desvíos que en coche no suponen gran cosa pero que en bici eran insufribles.
El problema de esta ruta es que si tiras demasiado por carretera se puede convertir en demasiado anodina por momentos. Yo recomendaría combinar camino y carretera según te veas ese día y el conocimiento de la etapa que tengas.
En fin, Saramd, tú pregunta y responderemos como buenamente podamos.
«A bike should look good on its own but it's not complete until a person rides it». (Shinya Kimura).