La Transiberica norte-sur, una vuelta por España.
Día 23. Motril - Almeria
El Camí de Sant Jaume por San Juan de la Peña
El Camino Aragonés
El Camino Frances
El paso del norte al sur. La Transiberica.
El fin del viaje está en el noreste
Tras reparar ayer el radio gracias a Antonio, a su buen hacer, a su predisposición, a sus conocimientos y a su voluntad, esta mañana parecía un nuevo día, nada igual al de ayer, parecía que el viaje iba a continuar sin más contratiempos… pero…
La salida de Motril es facil y limpia, nada te impide acercarte al soporte del dia de hoy que no ha sido otro que en su mayoría la N-340ª hasta que se ha acabado allá por el Ejido
En Torrenueva me ha venido a visitar Antonio que se iba a disputar una prueba y a desearnos mutuamente suerte, no se como le habrá ido a el, a mi, me podría haber ido mejor
Por Calahonda la carretera no pasa y en Castell de Ferro algo ha llamado mi atención, de entrada no le he hecho mucho caso, pero en una bajada cerca de Castillo de Baños lo he descubierto, otro radio partido…
La Mamola es, al igual que Melicena, uno de esos trozos de tierra que creó hace milenios el mar en su lucha contra los acantilados, encajada entre ellos existe esta pequeña y limpia población que acaricia…
Anclada en el pie de los acantilados la ruta de hoy no solo ha sido preciosa, ha sido una ruta que recuerda a otros paisajes allá en el norte, en el mundo donde me suelo mover la pena ha sido no poder apartar de mi mente en esos momentos esa sensación amarga descubierta que me ha marcado toda la etapa
Y en eso nada tiene que ver lo que pienso sobre esta tierra, Andalucía que parece acabarse, que me dice que queda poco de la maravillosa Andalucía, el disfrute ha sido enorme…
Los pueblos, los paisajes, han ido pasando lentamente y ni Adra me ha apartado del deambular que lentamente ha ido ocupando el espacio del viaje
Adra, ya en Almería me ha vuelto a ver parar y me ha dicho que aún tenía Este que recorrer hasta enfrentar el Noreste… y en eso que me ha apartado momentáneamente de la proximidad del mar
La mañana no ha dado margen a la temperatura, no es aún verano pero el verano llegó hace muchos días, en Andalucía y en las tierras de Granada y Almería el sol tiene un plus.
Sofocante el aire caliente que respiraba, enseguida he tenido que parar porque no me lo creía y buscaba respuestas en lugares donde no existía la verdad, la verdad se encontraba junto a esa bola de fuego que veía, como cada mañana, levantarse en el horizonte… las respuestas estaban en la combinación de el sol y los invernaderos que acrecientan enormemente esa sensación de calor
Fuera de la nacional que no es sino una via de servicio de la A-7 he descubierto a una penosa Almerimar, urbanización del El Ejido de recuerdos encontrados en una mañana que ya maduraba con el día, junto a unos humedales increíbles, que ostentan la condición de Parque Natural, el de Punta Encinas Sabinar, para mí, Almerimar no es otra cosa que un brindis al sol de una sociedad que se niega a si misma su condición…
Mi camino debía de continuar y no podía parar ni en Roquetas de mar ni en Aguadulce puesto que mañana lunes debo de ir al doctor de bicis.
La llegada a Almería, es muy similar a la costa del garraf, aunque más corta, una vez en su paseo maritimo, los recuerdos y la franca sonrisa han vuelto a mi mente…
Slow ha recorrido las provincias de:
Barcelona, Lleida, Huesca, Navarra, La Rioja, Burgos, Soria, Salamanca, Guadalajara, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Jaén, Córdoba, Sevilla, Málaga interior, Cádiz, Málaga, Granada y se encuentra en la ciudad de Almería.
Cena ayer Con Antonio nos hemos ido a celebrar el coincidir y el pasarlo bien hablando de muchas cosas, las horas han pasado y hemos acabado algo tarde
Desayuno 1 Cafeteria Siglo XXI tostada de pan con tomate y café con leche 2,20€
Desayuno 2 Restaurante el Paraiso, en la Mamola, café con leche, bocata de queso y agua 4,40€
Comida El rincon de Almerimar, rodeado como los demás de moscas, algo increible, carta 23,60€, me lo he tomado con calma y ni me he enfadado…
Alojamiento
La reflexión del día
Suele ocurrir cuando te diriges a las personas que en el momento que pasas están allí, ese encuentro es producto de las circunstancias y las casualidades.
Te diriges a esas personas con humildad casi un tanto temeroso por su reacción, sabes que ellos no están en el mundo en el que te hayas, sabes que pueden reaccionar con desconfianza e incluso llegar a pensar que quieres algo diferente a lo que pretendes o preguntas.
Es lo que nos separa…
Te vales de tu disfraz, de tu bicicleta, de sus recuerdos pasados cuando en el sofá de casa ven las etapas de las grandes vueltas de ciclismo en Europa y por fin, preguntas…
Es un placer, una satisfacción poder decir que nunca he tenido ni tan solo una mala cara… ojala todo fuera siempre así…