Todos lo sabíais, yo me empeñaba en negarlo, pero vosotros me lo advertíais una y otra vez, "a esa bici le gusta el agua más que a una piragua" me decíais, pero yo lo seguía negando, y vosotros seguíais insistiendo, y yo, yo lo volvía a negar, acusaba a las nubes de perseguirme, al hombre del tiempo de cambiar la previsión, a las nubes de beber más de la cuenta y tener que desaguar, pero hoy, hoy por fin me he dado cuenta de la evidencia, porque hoy, hoy no había nubes en el cielo, tampoco en el horizonte, hoy era un día precioso y soleado y ni siquiera el hombre del tiempo anunciaba lluvia en algún lugar y ¿sabéis? hoy, hoy también he terminado mojada, porque Tulipana, la bici que quiso nacer piragua, se ha tirado a una acequia llena de aguas turbias de purines y renacuajos.
Los efectos colaterales han sido tremendos, varios renacuajos se preguntan aun porqué ha azotado un tsunami a su charca, dos frascos de crema protectora descansan ahora en casas ajenas añorando a sus más íntimos del cuarto de baño, una bolsita de barritas de cereales es ahora comida de quien no la compró, mi ropa rezuma “eau de caquita de vaca” y el efecto para mi móvil ha sido devastador y ahora él, que nunca supo nadar, yace inerte sobre la mesa, los intentos de reanimación con el secador de pelo han tenido fatales consecuencias y derretido en sus conexiones espera su reciclaje.
Igual ha sido el efecto sobre aquellos últimos contactos que aparecieron en mi vida, ahora me toca la ardua tarea de recuperar teléfonos, notas y de nuevo buscar un compañero de comunicaciones, uno resistente, uno que sepa nadar, porque sé,que Tulipana, la bici que quiso nacer piragua, seguirá siempre, como todos, buscando el medio en el que quiso vivir.
Un abrazo,
Noemí
p.d. Chicos, los que me conocéis, pasadme vuestros móviles,anda…
p.d. Ojolince, majo, perdona el susto y vigila a Cirila, la he visto hablando mucho con Tulipana. Gracias por todo