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Tres días en la Segarra (Crónica)

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  1. La Segarra es una comarca del sur de Lleida que hace frontera con Tarragona. Nos encanta hacer escapaditas por allí en primavera, porque el paisaje es espectacular. Sé que a lluistrell & company no les mostraré nada nuevo pero hemos pasado allí unos días tan bonitos que creo que merecen una crónica. La Segarra se considera que es el "granero" de Catalunya, el lugar donde más campos de cereal hay, con la peculiaridad de que son campos con pequeñas terrazas de piedra, salpicados de árboles y pequeñas zonas boscosas que sin duda habrían hecho las delicias de Van Gogh. Este año, al igual que otros, también hemos decidido pasar allí unos días, y nos hemos encontrado una Segarra mucho más amarilla que otras primaveras por estas fechas. Ha llovido poco y eso ha hecho que el cereal se dore mucho antes. Cuando el cereal está verde el paisaje es muy bonito, pero cuando está amarillo, cuando los árboles destacan más, aún está más guapo. Esto es la Segarra...


    La primera ruta la hicimos en busca del nacimiento del Río Corb, entre La Segarra y la Conca de Barberà, que ya es una comarca tarragonesa, pero que no deja de ser Segarra histórica.


    Dejamos el coche en Vallfogona de Riucorb, un bonito y cuidado pueblo, y con las piernas aún frías ya comenzamos a subir. Pero no, no nos costó mucho calentarnos, eran poco más de las nueve y el sol ya comenzaba a apretar.


    Fue, de las tres rutas que hicimos, la que discurrió por terreno más húmedo, y eso se notaba en el verdor y la frondosidad. Acabábamos de empezar y ya estábamos rodeados de amapolas.



    Al pasar por Suró me hizo mucha gracia que un pueblito de cuatro casas (por no decir tres) ya se consideraba república independiente, jajaja.


    Unos kilómetros después llegamos a un rinconcito romántico, una enorme y preciosa encina en medio del camino, de la que colgaba un columpio que no pude evitar usar...


    Viendo la inscripción del columpio entenderéis lo de rinconcito romántico... 


    Llegamos a otro bonito pueblo, La Cirera.


    Y no pudimos evitar hacer honor al nombre del pueblo (cirera = cereza) y probar allí mismo nuestras primeras cerezas de la temporada.


    La sinuosa ruta nos llevó hasta un parque eólico. Quim y yo lo comentamos, la vista de los molinos no nos molesta. Supongo que el subconsciente nos dice que la eólica es una energía limpia y eso nos hace ver los molinos incluso con simpatía...


    En esa primera ruta ya nos dimos cuenta de que los campos de cereal estaban mucho más dorados que otros años por estas fechas. Consecuencias de una primavera bastante seca que no tiene demasiado contentos a los agricultores. Pero a nivel cromático se ha de reconocer que estaba todo precioso.



    A ratos nos veíamos rodeados de amarillo, a ratos de verde...


    Y por fin llegamos al nacimiento del Río Corb, unas pequeñas surgencias de agua...


    ...suficientes para teñir todo de color.


    Porque es increíble como ese pequeño caudal de agua es capaz de generar tanta vida...


    Durante toda la mañana la inmensa antena de Savallà del Comtat había sido nuestra referencia, y por fin llegábamos a ella, tras una dura subida.


    Nos quedaban pocos kilómetros, pero intentamos alargarlos parando una y mil veces. Sobraban los motivos.


    Pero acabamos cerrando el círculo, llegamos de nuevo a Vallfogona de Riucorb, comimos de maravilla en el Hostal del Rector y nos subimos de nuevo al coche. Teníamos que desplazarnos a Florejacs... Hace seis años nos alojamos allí mismo, en un pequeño apartamento rural que nos encantó, por lo que este año decidimos volver allí. Florejacs es un encantador pueblecito que, como casi todos los de la Segarra, se encuentra en lo alto de un montículo.


    El apartamento (El Cel de Les Salades) está muy bien y es muy cómodo, pero tiene dos cosas que lo hacen espectacular: la gran terraza, con un par de hamacas con unas vistas guapas no, lo siguiente...


    Y el jacuzzi al aire libre... Cada día, después de la ruta en bici, nos metíamos al jacuzzi y, buaaaaahhhhh, el cansancio se evaporaba inmediatamente. Un lujo.


    Al día siguiente nos centramos en la Segarra cerealística y sus castillos.


    Comenzamos la ruta la recorriendo un sendero muy divertido, nos gustó tanto que lo repetimos al final de la etapa.


    Fue el único momento de cierta dificultad técnica. El resto fueron pistas y caminos sencillos que invitaban a las paradas continuas para hacer fotos.


    Enseguida nos topamos con el nuevo Canal Segarra-Garrigues, ya acabado pero todavía en pruebas. Dentro de unos años el regadío habrá transformado el paisaje...


    Un paisaje que, ahora mismo, tiene un encanto extraordinario.


    Al llegar a Les Pallargues comenzó la sucesión de castillos. La Segarra fue tierra fronteriza entre los reinos cristiano y musulmán, una especie de tierra de nadie que hizo que, allá por la Reconquista, proliferaran los castillos y las torres de vigilancia. Y es alucinante ir de pueblo en pueblo y ver que, por pequeños que sean, todos tienen su castillo: en ruinas, reconvertidos en viviendas, en perfecto estado (muchos se pueden visitar), habitados, deshabitados... es igual, todos tienen su castillo. 


    De los castillos al cereal...


    ...Y del cereal a los castillos.



    Pueblo por el que pasábamos, pueblo por el que callejeábamos. Eso nos permitía encontrarnos a gente dispuesta a contarnos anécdotas, como el vecino de Tordera que nos enseñó la inscripción del dintel de una puerta que, a día de hoy, aún no ha podido ser descifrada. Curioso...


    Tan curioso como Els Pallers de l'Aranyó, dos moles de roca en medio de los campos de cereal. Cuenta la leyenda que un pobre se acercó a la casa pidiendo alojamiento, o como mínimo un poco de paja para poder dormir cómodamente sobre ella, y al negárselo maldijo a los amos, "ojalá toda la paja que tenéis mañana os la encontréis convertida en piedra", les dijo. Y así se lo encontraron al día siguiente...


    Casi sin darnos cuenta pasamos de los pequeños pueblecitos a la ciudad, Cervera, la capital de La Segarra. Una ciudad interesante, cuyo mercado semanal nos permitió ponernos morados de cerezas y albaricoques por dos euros...



    Pero aún era pronto para quedarnos a comer, así que decidimos seguir nuestro camino hacia Les Olugues. El paisaje volvía a engullirnos...


    Los castillos nos seguían saliendo al paso. Por ése, el de Malgrat, pasaríamos al día siguiente.


    El paisaje seguía dejándonos embobados...


    Y los pueblos continuaban mostrándonos todo su encanto.



    Pero el calor apretaba con fuerza (35 grados), así que al llegar a Guissona hicimos una parada para tomar un café que nos espabilara y un calippo de limón que nos refrescara, pequeños placeres de la vida...


    Ya nos quedaban pocos kilómetros para llegar a casa, y lo hicimos pasando por el castillo de Les Sitges.


    Allí hicimos otra parada. Había mucho que leer, mucho que entender, mucho que aprender...


    Fue una ruta preciosa que nos dejó con ganas de más, así que al día siguiente repetimos por la misma zona, nos quedaban muchas cosas por visitar y, a pesar de recorrer un área muy parecida a la del día anterior, prácticamente no repetimos recorrido.


    La Segarra está bonita siempre, pero durante las primeras horas de la mañana esas luces le daban una belleza especial.


    Trigo al alcance de la mano...


    Cuidadas masías...


    Un auténtico placer pedalear por allí.


    ¡Hasta las carreteras son encantadoras!


    Y si el hambre aprieta, pues te paras junto a un almendro, coges unos cuantos almendrucos, los partes, y te das cuenta de que las almendras aún están demasiado crudas como para comerse, jajaja.


    Así que te sientas en un banco y te dedicas a contemplar el paisaje y reflexionar sobre el sentido de la vida... (o haces lo que hacía Quim, esperar paciente a que yo terminara de hacer un pis, jajaja).


    Los pueblos y sus respectivos castillos continuaban saliéndonos al paso. En Sant Guim de la Plana hicimos una parada para refrescarnos y comer algo (otra cosa buena que tienen estos pueblos, todos tienen fuentes, lo cual se agradece especialmente cuando el calor aprieta como lo hizo esos días).


    Pero claro, cada vez que queríamos pasar por un castillo nos tocaba subir, eso es una constante en la Segarra. Y qué puñetas, eso le da gracia a la ruta, le resta monotonía.


    Eso sí, son subidas cortas, llegas a los castillos (en este caso el de Malgrat) casi sin enterarte.


    Ese día sí que nos quedamos a comer en Cervera y, sin entretenernos mucho porque teníamos concertada una visita al castillo de Les Sitges, continuamos la ruta. Pequeñas imágenes vigilaban los cultivos...


    Los castillos seguían apareciendo a diestro y siniestro...



    Las cosechadoras comenzaban su labor, una cosecha adelantada por la falta de agua...


    Aparecían recuerdos del pasado...


    Y curiosos establos de ovejas. Pequeños detalles que hacen de ésta una comarca especial.


    Y así, entretenidos con unas cosas y otras, Florejacs volvió a salir a nuestro encuentro. Tres días de pedaleo maravilloso.


    Pero bueno, no todo fue pedaleo, también nos quedó tiempo de visitar un par de castillos, el de Les Sitges, con unas impresionantes vistas desde la torre...



    Y el de Florejacs, a escasos veinte metros de "nuestra" casa.


    Éste aún está habitado, pero una parte es visitable, y me encantó. Tuvimos la suerte de ser los únicos en esa visita guiada (en el de Les Sitges coincidimos con varias familias con unos cuantos niños y, buuufffff...) y pude contemplar con detenimiento la parte dedicada a la homeopatía, una de las razones por las que tenía tanto interés en visitar este castillo. Hace ya siglo y medio lo habitó uno de los pioneros de la homeopatía, contemporáneo de Samuel Hahnemann (el descubridor de la homeopatía) y se guardan documentos, medicamentos, libros, incluso un camafeo de Hahnemann que le regaló su viuda al doctor Joan Sanllehy i Metges que, como os digo, fue el introductor de la homeopatía en Catalunya. Que en una comarca tan rural, en un pueblo tan pequeñito, encuentres en su castillo este rincón dedicado a la homeopatía es alucinante. Perdonadme el tocho, pero es que el tema me apasiona.



    En fin, que han sido unos días preciosos que, eso sí, no he podido redondear con una victoria del Athletic sobre el Barça. Curiosamente la anterior final de Copa que jugaron estos dos equipos, hace ya seis años, la vimos Quim y yo exactamente en este mismo sillón. Entonces nos ganaron por 4-1, pero yo estaba convencida de que ahora nos tocaba a nosotros. Sí, síííííííí, decía Quimet...


    Al final se impuso la lógica (una lógica llamada Messi) y volvimos a perder. Pero bueno, yo me lo tomé con deportividad...


    Y poco más que añadir. Que volveremos a La Segarra, aún nos quedan muchos castillos por conocer, muchas torres a las que subir y muchos rincones que descubrir.


    ¡Bici, bizi, vici!
    Publicado hace 8 años #
  2. Genial, despues de estar un montón de veces y leyendo tu relato lo he vivido como si fuera en primera persona. Un abrazo para los dós y gracias por compartirlo.

    Publicado hace 8 años #
  3. Echábamos de menos tus magníficos relatos.

    Los leemos en familia y disfrutamos de tu (nuestro) viaje.

    Gracias

    Publicado hace 8 años #
  4. sargantana, un relato de viaje muy bien escrito, nos haces viajar contigo, casi que podemos decir que ya hemos hecho este viaje  :-) .

    La verdad ya extrañaba estos relatos en Rodadas...

    Saludos y gracias.

    "Si amas más la bicicleta que el sendero, no vale la pena pedalear"

    http://www.elandariego.co
    Publicado hace 8 años #
  5. Muy interesante Amaia, haces desear el viaje...

    Un saludo

    Tonilupe

    sonrie, disfruta, el tiempo pasa... http://tonilupe.blogspot.com.es/
    Publicado hace 8 años #
  6. Un encanto de ruta y delicioso modo de compartirla con todos

    una mas que apunto en mi particular lista de rutas imprescindibles
    gracias sargantana y quim

    Publicado hace 8 años #
  7. Una gozada poder leer y ver cómo sienten otras personas ese paisage que para mi es algo muy cercano, casi íntimo. Un lugar donde aparte de paisages y rincones sorprendentes aún me sorprende y me atrae por ser uno de esos sitios donde aún se puede encontrar un bien tan preciado( y necesario para mi) como es el silencio.

    El vent a les cames, l´horitzó als ulls, l´aventura al cor...
    Publicado hace 8 años #
  8. Me quedo alucinado...

    y gratamente perplejo

    como siempre Amaia impresionante...

    magnifico.

    vuelve... vuelve a La Segarra y a volar.

    Publicado hace 8 años #
  9. Sargantana, per què ets tan cara de veure?

    (¿Por qué cuesta tanto verte?) 

    Lo de la homeopatía en el castillo de Florejacs es asombroso!


    Gracias a ti y a Kim por compartir el viaje con nosotros.

    Leonor, tu serás SIEMPRE la princesa...
    Publicado hace 8 años #
  10. Ah, y espero que la justicia haga algo respecto a esa escena de violencia de género sobre el pobre Quim.

    Publicado hace 8 años #
  11. Estupenda crónica, hace un mes estaba yo en Florejacs en ese mismo sofá viendo también goles de Messi ; ) Ruta preciosa, me has hecho recordar tantos sitios que vimos (apenas hicimos fotos) y otros por los que no pasamos. Creo que voy a volver pronto gracias tu "reportaje". Lo tengo demasiado cerca!

    La primera ruta, por la Vall del Riu Corb en la Baixa Segarra es super recomendable, esta zona es bastante desconocida (deja que barra para casa) llena de carreteras sin tráfico y antiguos caminos rurales que conectan pueblos.
    Lo dicho, voy engrasando y gracias de nuevo!

    Publicado hace 8 años #
  12. ¡Muchas gracias, guapos!

    Pau-i-amor, no te preocupes, algún día acabaremos encontrándonos... 
    lluistrell, es que Quim me provoca mucho, y como yo soy de mecha corta a veces me cuesta controlarme... 
    casasin, menuda casualidad, veo que ese sillón ha visto muchos goles de Messi  Y haces bien en tirar para casa, porque la Vall del Riu Corb es preciosa 

    Publicado hace 8 años #
  13. Guapa ruta.   

    Los leones siempre estan ahi,su manada los reconoce.Los mercenarios vienen y van .

    Adjunto

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    Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el Puerto seguro... Atrapa los vientos en tus velas... Explora... Sueña... Descubre
    Publicado hace 8 años #
  14. Magistral la rutita, las fotos y el relato. Como de costumbre. Os seguís mejorando ¡¡¡¡¡

    Cuando veo a un adulto sobre una bicicleta, aún creo que hay esperanza para la humanidad.
    "Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí". Confucio
    Publicado hace 8 años #