Viernes 2 de Junio.
Tomo el BUS de ALSA en la estación del Nord de Barcelona (también hace parada en la Estación de Sants, pero así la bici ya va colocada). Como siempre, parada en Alfajarín para cenar un poco y parada en el Hotel Pucho, que está en un rincón indeterminado de Castilla al lado de la autovía. Cambio de bus en Burgos, a las 3:50 de la mañana, con el enfado de algún pasajero que protestaba porque no había sido avisado de esta incidencia. Y a las 5:45 llegó a Palencia.
Sábado 3 de Junio.
Una vez montada la bici pregunto al primero que encuentro donde puedo ir a desayunar. Esta claro que a esa hora está prácticamente todo cerrado. "Vaya a los churros...". Los churros es un kiosko-churrería al lado de un parque. "Puedo resistir todo en la vida, excepto la tentación." dijo Oscar Wilde. Así que me pido una generosa ración de churros y una taza de chocolate. Empieza bien el día! Enfilo la carretera CL613 en dirección a Paredes de Nava. La churrera me advierte que hay controles de tráfico porque son fiestas menores en Palencia y alguno habrá bebido más de la cuenta....
Por el camino tengo el primer contacto con el Canal de Castilla. Que bonito este cauce de agua en medio del secano castellano!
A las 8 de la mañana ya estoy en Paredes. Todo cerrado. Voy pidiendo aquí y allá donde puedo desayunar (los churros los doy por fundidos). Un paisano me interroga "¿Desayunar? ¿Quiere usted decir comerse unos huevos fritos o unas jijas?" La boca se me hace agua... Me mandan aquí y allá pero lo más que pueden ofrecerme es un café y bollería. Por mi cabeza siguen dando vueltas ese par de huevos fritos con jijas... Por fin en el Bar Castilla me ofrecen un buen desayuno!
A las 10:30 estoy en la puerta de la Iglesia de San Martín. He quedado con Ana Aguado, catedrática de órgano de la Universidad de Málaga. Hoy Ana Aguado dará clase a un grupo de "Organistas Custodios". Eso necesita un poco de explicación previa.
La Tierra de Campos palentina cuenta con numerosos órganos barrocos ibéricos en sus iglesias. Del tiempo en que España era aquel imperio en el que no se ocultaba el sol, llegando la plata de América a raudales, se encargó la construcción de unos preciosos órganos en muchísimas iglesias. Los órganos barrocos ibéricos tienen algunas características curiosas. Detallo algunas: La trompeteria en batalla, con los tubos horizontales apuntando a la respetable parroquia; registros partidos, o sea la mano derecha y la mano izquierda pueden tocar distintos registros; una amplitud limitada, lo que es lo mismo, poco más de 4 octavas. Para entendernos: esos órganos no podían con las Fugas del Juan-Sebastián, a. "El Pelucas". Pero tienen un sonido mágico, un pelín estridente (me matarán por decirlo). De alguna manera emitían la voz del Dios airado por los pecados del hombre. España era en esos tiempos poco menos que una teocracia...
Como que no aparece nadie llamo por teléfono a Ana Aguado. La catedrática ha intentado contactar conmigo de todas las formas posibles, sin conseguirlo, para advertirme de un cambio de emplazamiento de la clase de órgano. La clase será en la iglesia de San Pedro, en Fuentes de Nava, a unos 12 km de Paredes.
Tomo la bici y voy para allí. Poco tráfico en la carretera. El viento sopla de cola y avanzo ligero. Por el camino os iré contando eso de los Organistas Custodios.