Por si acaso a alguien le da por interesarse en una Long Haul Trucker completa, he aquí mis impresiones tras haber rodado los cien primeros kilómetros. Valórense en su justa medida (¿?).
Lo malo: a) los frenos (Tektro Oryx) frenan poco. Supongo que se solucionará cambiando las zapatas, aunque todavía no lo he hecho; b) la tija o, mejor dicho, la unión entre la tija y el sillín (desconozco el nombre de las dos piezas de metal unidas por un tornillo que «muerden» los raíles del sillín); tiende a aflojarse, lo cual hace que el sillín se quede en un ángulo no apto para la salvaguarda y bienestar de las partes pudendas (o descocadas, según el ciclista); se soluciona dándole un apretón despechado al citado tornillo, o bien reemplazando la tija (me he decantado por el apretón, por múltiples razones, y, de momento, aguanta); c) voy a tener que usarla mucho para amortizar lo que ha costado y el viaje que ha hecho hasta llegar a mi casa.
Lo regular: a) la bici (en mi caso) vino embalada en una simpática cajita. Deshecho el envoltorio, el ciclista debe montar: horquilla, dirección, separadores, «cosito» que sujeta el cable del freno delantero, potencia, manillar, cables del freno delantero, pedales (no incluidos), rueda delantera y tija (pero nada más; no hace falta leerse Ajuste el cambio de su bici, en tropecientos pasos sencillos, ni El día que logré poner de acuerdo a los radios de mi rueda). Es lo que tiene vivir en provincias, imagino. Soy un manazas, lo que se dice un mastuerzo de la mecánica y, aún así, la he ensamblado yo solito y funciona perfectamente. Y b) pesa lo que pesa el acero.
Lo bueno (que es buenísimo): a) ¡rueda mucho!; b) ¡muchísimo!; c) con sus magníficos, suntuosos y esbeltos 62 centímetros de tubo vertical y ya no sé cuántos de tubo horizontal, ¡me viene como un guante, como anillo al dedo, como trucha al trucho!; d) tiene detalles entrañables como un pezón en el tubo de dirección para colocar el bombín bajo el tubo horizontal, a lo largo, dos radios de repuesto colocados en el tirante izquierdo, u ojales (¿?) a diestro y siniestro para instalar cuantos transportines y guardabarros se le antoje al ciclista; e) salvo las zapatas de freno y la tija (véase arriba), los componentes son estupendos y, a mi entender, idóneos para la práctica de la actividad que nos ocupa; f) en cuanto a carga se refiere, es como las correosas C15: se lo carga todo, y camina igual de bien lleve carga o no la lleve; g) ¿he dicho ya que rueda como almaquellevaeldiablo, así, todo junto?; h) hay espacio para utilizar cubiertas anchas (he probado unas de 700x45, amén de guardabarros de 5 centímetros de ancho), por si el ciclista, asistido por aires animosos o/y rústicos, decide «echarse al monte»; i) en resumidas cuentas, es «ferpecta».
(Así entre paréntesis: otra cosa positiva es que el distribuidor de Surly en España ha tenido a bien favorecerme con una rebaja en el precio final, aunque no sé si eso es la norma)
Y ya está. Si a uno no le importa leer en idiomas bárbaros, existen múltiples artículos en la red dedicados a analizar la bici en cuestión.
¡Salud!