Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
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Solsticio de invierno

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1.  ¡ Hola compis! Estas fechas no dejan de ser un poco complicadas,y la circunstancia general es realmente difícil , para muchos no hay que celebrar .Solo quiero expresaros mi mas ferviente deseo a todos de paz,salud y prosperidad y que vuestros seres queridos puedan disfrutar de estas mismas bonanzas .Que este nuevo solsticio de invierno y el regreso del sol alargando los días os traigan en sus cálidos y benefactores rayos del astro rey lo mejor.

    Saludos amigos!

    Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el Puerto seguro... Atrapa los vientos en tus velas... Explora... Sueña... Descubre
    Publicado hace 10 años #
  2. que bonita felicitacion de estas fechas libre de propaganda religiosa!!

    gracias, el sentimiento es mutuo otso!!

    "No se ve a ningún dios, tampoco fronteras" yuri gagarin. primeras palabras desde el espacio
    Publicado hace 10 años #
  3. Gracias Otso, con tu permiso copiaré tu felicitación y la haré mía para estas fechas.

    Publicado hace 10 años #
  4. ¡Muchas gracias Otso! ¡Nos hace falta y el deseo además, es mutuo!

    Publicado hace 10 años #
  5. ¡Feliz solsticio de invierno para tod@s!
    Magnífica felicitación, OTSO.
    Un abrazo a todo el foro.

    Publicado hace 10 años #
  6. Y lo bonito que es Papá Noel. Pues yo recojo este deseo espiritual  de paz, salud y prosperidad   y ese calor  del sol que ahora mismo entra por mi ventana después de varios dias de ausencia. Ese sol que se hará cada dia más presente y  que nos hará sentir la alegría de vivir a pesar de todos los pesares. Ese sol que nos hará ser más optimistas, más alegres.


    El vent a les cames, l´horitzó als ulls, l´aventura al cor...
    Publicado hace 10 años #
  7. Adjunto

    1. 578180_10201722441795812_322042650_n.jpg (17.3 KB, 0 descargas) 10 años antiguo
    Publicado hace 10 años #
  8. Muchas gracias Otso


    FELIZ NAVIDAD A TODOS!!

    Saludos

    La vida sobre la bicicleta es más vida!
    Publicado hace 10 años #
  9. Fantástica felicitación si señor!
    Mis mejores deseos para todos vosotros en este año que empezaremos!

    La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.
    Publicado hace 10 años #
  10. Buenos deseos de Luz en el día más corto del año, pero es promesa pagana de la vida dormida que revive, felices días a todos .....

    Tonilupe

    sonrie, disfruta, el tiempo pasa... http://tonilupe.blogspot.com.es/
    Publicado hace 10 años #
  11. Felices días a todos,
    Por cierto este mes de diciembre veo a  muchos más ciclistas en las carreteras que otros años lo cual me llena de alegría porque creo que las cosas están cambiando poco a poco 

    Publicado hace 10 años #
  12. Ya que estamos de celebraciones, ¡Feliz Festivus!

    Publicado hace 10 años #
  13. Feliz Navidad y mucha salud para el 2014.

    Quién sabe pasear, está a gusto en todas partes.
    Publicado hace 10 años #

  14. Adjunto

    1. Postal_Rodadas.jpg (691.5 KB, 0 descargas) 10 años antiguo
    ¡Bici, bizi, vici!
    Publicado hace 10 años #
  15. Gracias Sargantana… otro dibujito chulo 


    Lo mismos deseo para ti y super Kim.


    Publicado hace 10 años #
  16. Muchas gracias, JJBLOOD, de parte de los dos 


    Esta mañana he oído en la radio que eso de enviar postales en papel en estas fechas es cosa de "cuatro viejunos". Yo soy una de esas viejunas que sigue la tradición y el ritual de dibujar una postal, personalizar el mensaje, imprimirla, meterla en un sobre, ponerle un sello (cada vez está más difícil encontrar sellos) y echarla al buzón. Y me consta que hace mucha más ilusión esto que recibir la típica felicitación virtual en cadena. Así que yo seguiré con ello. Espero que la tecnología, a la que me declaro adicta, no acabe con la creatividad 

    Publicado hace 10 años #
  17. Pues yo este año os deso una Feliz Ciclogénesis Explosiva.

    Publicado hace 10 años #
  18. Os deseo a todos y a los vuestros  salud, bienestar y felicidad para este 2014 que nos entra que tiene pinta de ser otro año de locos.


    Os dejo esta foto veraniega a ver si nos saca un poco el frío del cuerpo  



    Publicado hace 10 años #
  19. Bueno, también os deseo a todos lo mejor y os mandó unas fotillos de un sitio con encanto especial de mi tierra, los Llanos de Libar, si tenéis ocasión visitadlo...





    El paraje por la serranía de Ronda ...



    Un abrazo desde el sur


    Publicado hace 10 años #
  20. Jodo!!! Parece que no van las fotos... Un negao para la tecnology...

    Bueno teclead Llanos de Libar ... Vale la pena...

    Un saludo

    Publicado hace 10 años #
  21. Me sumo a la felicitacion agnostica.

    Sargantana que suerte tienen lo que te tienen a tu lado. Eres todo una artista

    Publicado hace 10 años #
  22. Caramba, jesuti, muchas gracias 


    Y hablando del solsticio de invierno, aquí tenéis la bonita historia del Olentzero, que cada Nochebuena trae regalicos a los niños vascos (bueno, y a los no tan niños  ).

    Como es sabido por todos, en lo más profundo del bosque, allí desde no se oían las campanas de ninguna iglesia, moraba un hada bellísima que se llamaba Basandere, “La Señora del Bosque”, pareja de Basajaun, con el que vivía en una oculta y misteriosa cueva. Le gustaba peinar sus cabellos de oro sentada en alguna piedra de las más hermosas cascadas. Cantaba canciones mágicas en un idioma que solo ella conocía, y guardaba un espejo engarzado en plata que hechizaba a aquel que osaba mirarse en él.

    Un hermoso amanecer de un invierno lejano estaba Basandere paseando por los bosques cuando oyó el llanto de un bebé. Era ese día en el que el sol empieza a ganar a la noche, y que hoy llamamos Navidad. Buscó y buscó hasta que encontró un precioso niño que, abrigado con unas pieles de oveja, lloraba desde el interior del tronco hueco de un hermoso roble, que pese a ser pleno invierno, todavía conservaba sus hojas frescas y lozanas.

    Basandere cogió en brazos al bebé y le dio calor en su seno. Tras amamantarlo, decidió llevarlo a la cabaña del monte, donde vivían Martín Beltza el carbonero y su mujer, Uxue. Ellos lo encontraron poco después en la puerta de la chabola, y se pusieron muy contentos porque siempre habían deseado tener un niño. Le llamaron Olentzero: “el buen tiempo hacia la primavera”, porque fue en esos días en los que Eguzki empieza a crecer en el cielo, y por tanto, se acerca la primavera, cuando lo encontraron.

    Martín, Uxue y Olentzero vivieron felices durante muchos años en la vieja chabola del bosque. Olentzero resultó ser un mocetón de fuerza descomunal. Algunos decían de él que no era demasiado inteligente; lo que no sabían es que era tanta la bondad que habitaba en su alma que poco sitio quedaba en su corazón y en su cabeza para alojar números y letras, industrias o inventos. Sabía contar solo hasta once… siempre decía que nada que fuera más de once merecería el tiempo que costaría ser contado. Pero era muy hábil con sus enormes manazas. Tallaba con facilidad la madera de roble, de acebo o de boj. Creaba bellos kaikus en los que Uxue cocinaba una deliciosa cuajada. Tallaba bellos bastones que luego regalaba a los carboneros más viejos, para que les ayudasen en sus largos paseos por los bosques. Y perdía el tiempo repujando pequeños caballos, pastores y ovejas, perritos y gatos.
    Martín y Uxue se fueron haciendo viejos mientras Olentzero seguía creciendo, convirtiéndose en un gigante fortachón. Y en día triste de un otoño, a Martín y a Uxue les sorprendió la muerte en su lecho; cogidos de la mano emprendieron el viaje hacía la cueva de Mari, donde descansarán eternamente, más allí de Itsasgorrieta, en los “Mares Bermejos”, bajo el horizonte.

    Olentzero se sintió solo en la cabaña del bosque, y empezó a bajar al pueblo en busca de compañía. Allí se hizo amigo de los niños, que entre bromas y veras empezaron a llamarle Buru haundia: “el de la cabeza grande”. Todos los niños le tenían en gran aprecio, porque siempre, en los grandes bolsillos de Olentzero, se escondía una figurita, primorosamentetallada, para cada niño: a veces un caballo, a veces un perrito, a veces unos bueyes que arrastraban un carrito. Olentzero jugaba durante horas con los niños, en la regata, junto al lavadero mientras las madres de los niños limpiaban las ropas, o en la plaza del pueblo o en la era.

    Un día, al llegar al pueblo, Olentzero vio sobrecogido como uno de los caseríos ardía por los cuatro costados. Los vecinos del pueblo trataban infructuosamente de apagar las llamas, pero estas cobraban cada vez más fuerza. Olentzero, sin pensárselo dos veces, entró al caserío en llamas puesto que desde dentro llegaba quedamente el llanto de un bebé. Al poco, salió Olentzero con el bebé en brazos de entre el fuego. Llevaba la cara negra del hollín, y salía humo de su txapela y de su gabán. Tras entregar al bebé a su madre volvió al caserío. Allí entre las llamas había visto a Kaxkuli, el perrico pastor, asustado y tembloroso, y estaba decidido a salvarlo. Pero al poco de perderse tras las llamas, las vigas de la casa cedieron y toda la estructura se vino abajo. Todos los habitantes del pueblo quedaron desolados en silencio, comprendiendo que, ni siquiera Olentzero podría salir con vida de aquel amasijo ardiente de piedras y brasas. De pronto un fogonazo deslumbrante cruzó el cielo y se posó una milésima de segundo en las ruinas humeantes, para perderse inmediatamente al otro lado de las montañas. La gente quedó aterrada con la fuerza y el fulgor de aquel rayo tan extraño, pero eran tantas las emociones de aquella jornada que pronto lo olvidaron. No encontraron los restos de Olentzero, y tampoco de Kaxkuli cuando recogieron los escombros y limpiaron aquel desastre. Con lágrimas en los ojos entornaron el “Agur, Jaunak” en memoria de aquel hombretón de cabeza grande y corazón descomunal. Mientras en el cielo el día se despedía bañando de miel el horizonte.

    A la mañana siguiente, una cunita soberbiamente esculpida en la mejor madera de roble apareció junto a los restos de aquel caserío destruido. Aquel bebé que Olentzero salvó tendría la camita más bonita jamás construida. Cada centímetro de aquella maravillosa obra de arte estaba repleto de figuritas labradas: perritos y aves, pequeños ratoncitos, avecillas, pottokas aladas, cordericos y terneros, ángeles y niños, hojas de espino blanco y de fresno, casitas de cuento y castillos diminutos. En el cabecero, varias figuras cuidaban el lecho; algunos vieron en ellas a La Dama, Mari, a Basajaun y Basandere, los Señores del Bosque, a las lamias del rio y a los pequeños galtzagorris. Casi escondido entre un gran bosque sobrepujado, aparecía la gran cabeza de Olentzero, sonriente, con su pipa entre los dientes y su barba frondosa y ensortijada. Así es como todo el pueblo comprendió que Olentzero no había muerto aquella tarde.

    Desde entonces durante las noches de Navidad aparecen preciosas figuritas esculpidas bajo las almohadas de los niños de Euskalherria. Y en la Nochebuena, Olentzero entra al pueblo acompañado de su perrito Kaxkuli, que mueve el rabo y sonríe, si es que eso es posible para un perro. Viene con un carro tirado por un pottoka, repleto de regalos y juguetes para los niños, y en su mirada limpia, el calor de mil soles que templa los corazones de los más viejos. Solo saca la pipa de su boca para tocar una bella canción con un txistu de acebo y que todos conocen. Y tras saludar a las gentes se mete en la taberna donde bebe algunos vinos de más, sentado junto al fuego. Y entre carcajadas y buenos deseos todas las buenas gentes cantan con él aquello de:

    “Olentzero buru handia
    entendimentuz jantzia
    bart arratsean edan omen du
    bost arrobako zagia.”

    Dicen que allí vive aún Olentzero, en lo más profundo del Bosque, en una chabola que nadie nunca logra encontrar, entre Agiña y Peñas de Aia. Y dicen que está el año entero trabajando sin parar, ayudado por los galtzagorris, los duendes del bosque de pantalones rojos, para que a ningún niño le falte un regalo por Navidad. Y dicen que, si algún día, en los perdederos de Artikutza o de Bertiz, o en las alturas de Auza o del Adi, o en los valles escondidos de Aritzakun, de Zilbeti o de Irati ves a un perrito que sonríe, si es que eso es posible, no lo dudes, es Kaxkuli, el mágico amigo de Olentzero, que recorre el Mundo para comprobar que todo sigue en su sitio.

    Bonita historia, ¿no? Os dejo también un enlace a un pequeño vídeo del desfile que se celebra cada Nochebuena en Pamplona. Como podéis ver, todo muy rural y ancestral. Yo no me pierdo ni uno 

    Publicado hace 10 años #
  23. uf, no conocia esa historia. creia que olentzero era un carbonero y por eso reparte carbon a l@s niñ@s que "se portan mal". quiza la tradicion va por zonas jeje.

    Publicado hace 10 años #