A mí también me ha sacado recuerdos malos. En ruta de montaña, alejado de la mano de Dios y solo, no encontraba el sendero que se perdía en una zona de espesa vegetación. Pensaba que el sendero discurriría por un arroyo cercano y bajé con dificultad para orientarme. Curiosamente lo que conseguí fue todo lo contrario y me perdí. La bicicleta (y el equipaje con ella) la abandoné para poder adentrarme en la espesura hasta el arroyo y al final no sabía por dónde había bajado. Tenía el gps en la mano, pero era de esas veces de señal baja y errores continuos, por lo que me servía de poco, y más por no poder acceder por ningún lugar debido la espesura de la vegetación. Tras media hora buscando me asunté un poco: sin bici, sin equipaje, sin comida, sin agua .... el arroyo tenía agua pero las pastillas estaban con el equipaje. Al rato encontré la bici y el alivio fue enorme. Ufff qué mal a veces.