Ruta por la Alcarria-Entrepeñas

Luego paso por la nacional más cutre de España. No pasa ni Dios. Desde que hicieron la carretera de los pantanos se ha quedado para uso exclusivo de un par de pueblos. Tampoco la conservan muy bien, está cuarteada por todas partes, hay trozos del arcén rotos, la van apañando con asfalto sin árido, solo una "gomilla" entre las grietas. Pero me lo paso bomba, toda para mí. Aunque hay subidones gordos, claro.

También baja a tumba abierta después. Llego a Auñón, precioso pueblo. Pero esta vez solo paro a tomar fotos

Después de Auñón el problema es no meterse en la carretera de los pantanos. Ya me dijeron que hay un nudo de mogollón de carriles tipo New York, con dos rotondas y pasos elevados, y lo más fácil era que te llevaran a esa maldita nacional donde pasan constantemente a 120 aunque no esté permitido en muchos tramos, hay varios túneles sin el menor arcén y encima va subiendo mucho, la pesadilla del ciclista vamos. Así que, curándome en salud decido tomar una variante del Camino Natural del Tajo para entrar en el paso de Entrepeñas. La verdad es que empieza bien, asfaltado y todo, me lo esperaba peor.

Pero no dura mucho, claro.

Pero es tan bonito que me da igual. Además, ¿no tengo una gravel? (Aunque lleve gomas de 25 a seis bares de presión)

Aquí se ve el derrumbamiento anunciado. Se ha llevado hasta la barrera.

Cuando llego arriba quiero seguir hacia el norte para empezar a rodear el pantano. La pista que he elegido sale de la peligrosa nacional, un poco más abajo, en sentido contrario al que llevo.. De entrada tengo que cruzar la presa, que hace de puente, pero evitando el túnel que hay inmediatamente después. La paso, con los coches volando a mi lado, y paro en un recodo justo al final, antes del túnel. Con la bici a cuestas cruzo la carretera corriendo hasta unas escaleras al otro lado de la presa y bajo por un "parquecito" hasta la nacional, salvando el túnel. Luego hay un km y pico hasta la pista. Me la paso de largo casi dos km y tengo que volver (pesadilla), pero por fin entro.

Hay una cuesta de cojones en la pista. Pese a haber puesto un cassete grande hay algún tramo que mis gomillas de 25mm no encuentran agarre y en algún trozo tengo que subir pateando. No es muy grave porque la bici la puedo llevar casi con una mano. Con unos neumáticos de ciclocross con taco puede que no hiciera falta, (o sí, es de esas cuestas que ensanchan tus pulmones dolorosamente)

Pero ninguna cuesta es infinita, y se empieza a ver el pantano desde arriba

Luego ya va a base de toboganes por arriba

Con vistas al pantano

Una vez subes es muy agradable, aunque bajar rampones offroad tampoco es muy seguro con las gomas y presión que llevo, aunque voy cogiendo confianza. Pero es que si desinflo para ir mejor me va a costar luego un huevo volverlas a hinchar como se debe, jejeje

Bueno, ahora tenía que decidir si me subía a Chillarón a buscar donde dormir (lo conozco, de cuando hice el Camino Natural del Tajo en MTB y no me apetecía), o seguía hasta Sacedón terminando de rodear el pantano, a 21 o 22 km. El sol casi no daba para más. Miré en la mochila y tenía el chaleco reflectante y unas lucecillas que uso en la ciudad. Si me ponía a correr como un condenado, llegaba seguro pasada la puesta de sol, pero aún con algo de luz. Me puse los aperos de nocturnidad y me lancé. Voy entre bosques al principio, la carretera es bonita. Pasé por delante del pueblo de Pareja, que lo conozco bien porque es el pueblo de mi mujer, pero si subía me arriesgaba a que no estuviera mi familia política y seguro que tendría que tomarme algo con cualquiera que me viera y ya caería la noche, y forzar por la hora una invitación a dormir no me apetecía. Han hecho un lago enorme desde Pareja al pantano, con su playita y todo y su paseo rodeándolo. Y parece que se les ha llenado de cangrejos (americanos, por desgracia, especie invasora que desplaza a los autóctonos que tienen mucha más carne). Nunca lo había visto así de bien. Aunque de lo que seguro que se ha llenado es de mosquitos, chocaban contra mi cara mientras lo rodeaba. Como el pueblo está alto, no llegarán hasta ahí. El sol se ponía al irme de Pareja.

Pareja de lejos

Y, tal y como se pensó se hizo. Tuve que correr, apretar cuanto podía en las cuestas, llanear (cuando había llano, más bien poco) a más de 30 km/h, pero llegué a Sacedón, y justo cuando entré se hizo de noche de verdad. Me metí en el primer sitio que vi, no muy barato, pero alojamiento, bocata gigante de lomo con queso, varios botellines para tragarlo y copazo de barceló con coca (mira que no me gusta la cocacola, pero cuando viajo en bici...) fueron 40 pavos, y muy buen ambiente. Me lo he ganado, y solo en la ducha ya le debo haber gastado 10 en electricidad, qué gustazo, media hora al menos, al límite de temperatura del agua que soportaba mi cuerpo. Luego me dí una vuelta muy agradable (por no acostarme antes de las 11, que me da vergüenza, el pueblo respiraba vida), y al catre. Mi cuentakilómetros dice 120 y pico. Mañana otros 100 y a casa (PROXIMAMENTE).

Jejé, lo sé Rafa. Pero es lo malo de las salidas de finde. Normalmente me suelo hacer unos 70 km por día, en rutas de monte, a no ser que sean fáciles y con mucha cuesta abajo. Y paro muy a menudo en cuanto algo me llama la atención

En este viaje en teoría la ida y vuelta eran el trámite para luego ir más tranquilo en el pantano, pero .....

A ver si esta tarde pongo el resto

Bueno, continuamos.
Salgo de Sacedón después de un buen desayuno, hay que subir hasta la presa evitando los túneles, pero aún se puede por la antigua carretera acercarse lo suficiente, aunque es más empinado. Después de lo de ayer noto cómo se van aclimatando dolorosamente los músculos de nuevo.
Cojo unos metros de nacional por narices, y ya me desvío y paso por debajo justo antes de la presa.
Buenas vistas mientras tanto de este lado del pantano

Justo después veo una edificación que se me había pasado a la ida, un poco tocada por la juventud

Me paro un rato a admirar. Por cierto, tengo el brooks en venta. Lo usé en un viaje el año pasado y lo guardé en un cajón. Unos 50 km después de salir de mi casa me empecé a acordar de por qué. No nos llevamos bien, mi culo y él, debe ser cuestión de caracteres distintos o algo

Bueno, y pillamos la salida de Entrepeñas

Quiero acortar por pista, un par de km después de Pastrana, y hablo con un vejete del lugar, que me dice que es perfecta para bici, que no me preocupe
Y, en efecto, está cementada al principio y asfaltada después, va por dehesa de encinas, muy bien

Pero tengo que coger un desvío precioso, pero más indómito

Algunas aventuras más tarde llego a carretera y paro a comer en Fuentenovilla (¡qué nombres!). Conozco a un hombre que fue ciclista de joven, no para de mirar la bici hasta que se sienta conmigo a charlar. Hablamos de todo un poco. Me advierte que el camino que he elegido es mortal para ciclistas, que sube todo de golpe, y me da opciones. Pero quiero pasar por un pueblo que me da curiosidad, así que nos despedimos con un "¡Pero vé despacito al menos!". Fue un rato muy agradable
También tiene su picota Fuentenovilla

El pueblo que quería ver es Nuevo Baztán. El paisano tenía razón, y las subidas hasta ahí desde el sur son épicas. Se fundó sobre el 1700 en una zona muy despoblada entonces (hoy está llena de urbanizaciones de chalets). Lo fundó Juan de Goyeneche, navarro, del Bazán, claro. Reformista y moderno para la época, quiso hacer en España un principio de revolución industrial y creó un pueblo de la nada, con una fábrica de vidrio, luego textiles, y un aprovechamiento agrícola. El pueblo ahora se está reparando poco a poco (aún queda mucho, pero es bonito y lleno de gente), pero lo que eran las casas de los obreros se venden bien caras. Se hizo su palacio allí, con iglesia y todo. Los obreros eran vascos y navarros, fue una colonización en toda regla a la vieja usanza.

Después de Nuevo Baztán la bajada es vertiginosa, y ya solo queda un obstáculo de subidas duras para entrar en territorio conoccido y llegar a casa.
Cansado pero contento.