Dejo Lourdes y recorro durante doce kilómetros la Voie Verte des Gaves, cómodamente llego a Argeles Gazost, mi destino de hace dos días, cuando solo me faltaban trece kilómetros, he tenido que recorrer 85 kilómetros extra para llegar hasta aquí. En el mismo pueblo, dejo la vía verde y tomo la D918, empieza la ascensión al primer col del día, el col du Soulor, veinte kilómetros de ascensión, los primeros kilómetros, incluidas las rampas en el casco urbano de Argeles Gazost son duras y se gana altura rápidamente, apenas hay curvas y las largas rectas psicológicamente se hacen duras, después la cosa suaviza y aproximadamente sobre el kilómetro ocho de ascenso, hay un falso llano de unos cinco kilómetros hasta llegar al precioso pueblo de Arrens Marsous, situado en el corazón del valle de Azun, puerta de entrada al macizo del Balaitus por su cara Norte, antiguamente el pueblo se dedicaba a la producción de lino, hoy es el turismo quien mueve la economía, el pueblo también cuenta con una oficina del Parque Nacional de los Pirineos. Aquí comienza técnicamente el ascenso al col de Soulor, así me lo muestran las indicaciones de altimetría en la carretera, vamos, parece que los trece que llevo encima, son de regalo. Desde aquí me quedan algo más de siete exigentes kilómetros hasta coronar, eso si, la carretera cambia para bien, con un trazado sinuoso muy atractivo, la motivación aumenta, además los paisajes ayudan. Corono el col du Soulor, mientras me repongo del esfuerzo y como algo, observo el intenso movimiento que hay, hordas de ciclistas llegan a la cima por sus tres vertientes, sin duda, hoy es el día que hay más, se nota que estamos próximos a otra cumbre mítica del Tour de Francia, el Aubisque. También la panorámica acompaña, en frente el espectacular Cirque de Litor, que atraviesa la carretera suspendida del abismo cruzando varios túneles y que recorreré en breve. El descenso del col de Soulor en dirección al Aubisque es corto, desciendo poco más de dos kilómetros mientras me adentro en el circo de Litor, siete kilómetros me separan del col d'Aubisque, la aérea carretera asciende suavemente hasta superar el circo, atravesando los estrechos, oscuros y húmedos túneles, entre uno y otro prima la verticalidad en el paisaje, a partir de aquí la cosa se va endureciendo progresivamente hasta que corono por fin el col d'Aubisque, en este punto abandonamos los Hautes Pyrenees y nos introducimos en los Pyrenees Atlantiques, el final se acerca, estoy en el último departamento que me queda por recorrer. El col d'Aubisque también es el último gran col que me quedaba por superar con una altitud considerable, he conseguido el objetivo del día, en la cumbre el viento azota con fuerza, anuncia cambios en la meteorología, se acerca una borrasca, pronostican mucha agua y nevadas por encima de los 1.600 msnm para los próximos días. Evidentemente, si en el col du Soulor había mucho ambiente ciclista, aquí se duplica, también hay senderistas y turistas disfrutando de las vistas y la naturaleza, por mi parte, mientras hago el último avituallamiento de la jornada y disfruto del momento, aprovecho y reservo una gite en Laruns para dos noches, pasar en tienda de campaña con lluvia dos noches, no es mi predilección, tampoco me apetece pedalear bajo una intensa lluvia y no tengo prisa.