Rodando por la costa ampurdanesa,

Me acoge el puerto de la localidad de Sant Feliu de Guíxols. Con las últimas luces de la tarde aparco y detengo el motor.  El día ya da poco de sí. No voy a  descargar la Brompton, se quedará agazapada en un mínimo espacio detrás del asiento del conductor, esperando su momento de gloria. Se ven personas paseando por el espigón que cierra el puerto. Voy a estirar las piernas sin olvidar mi inseparable cámara. La luna llena emerge de las aguas del Mediterráneo. El momento es mágico, conmovedor y siempre nuevo.

Tras el sueño reparador, las voces de los pescadores faenando me ponen en marcha. Aún con el sabor del café en la boca ya empiezo a rodar con las luces de la mañana de un día radiante. 

Al final del paseo la ruta empieza a subir. Pues subiremos.

Ya de bajada  disfruto de las vistas urbanas de esta población que no ha vendido el alma al diablo del turismo masivo como sí han hecho otras poblaciones de las que un servidor huye como alma que lleva el diablo.

Gracias por el apunte, Pau.

En numerosos tramos del litoral de la Costa Brava los caminos de ronda coinciden con el GR92. Casi todos se han recuperado y ofrecen una buena alternativa para quien desea combinar el senderismo con el baño en el mar, binomio más que recomendable. Estos caminos de ronda NO son ciclables ya que presentan buenos desniveles a menudo con tramos de escalones. Yo lo he hecho con la bici al hombro en muchos tramos. Ha sido mi opción pero no lo recomiendo y mucho menos en época estival, con abundante presencia de turistas. En algún punto está expresamente prohibida la presencia de bicis.

Hay momentos que siento un nudo en la garganta, conmovido por la contemplación de  lo que tengo ante mi.

Llegado a la playa de Sa Conca regreso una lujosa urbanización por calles vacías.

El segundo día empieza temprano, moviéndome con la furgo entre el tráfico mañanero para coger carretera y llegar pronto a la localidad de Cadaqués. Aparco la nave nodriza en Port Lligat. Al poco ya estoy rodando en una dia de octubre luminoso, tibio...otro dia en el paraíso.