Leo con atención a este hombre y me hago preguntas sobre el endiosamiento de las ocurrencias y los méritos de los retos deportivos sin más sentido que el "y yo más". Aunque él haga referencia a los descubrimientos en medicina, el ejemplo tan ajustado que encuentra en hazañas personales más o menos estrambóticas que encuentran un aplauso tan fácil, me hace pensar en mil hazañas bicicletiles que no son más que esfuerzos descomunales que cada vez me dejan más fría y me dan una pereza del copón :D. Y apenada por el derroche de energía admirando la ejecución de cosas que si lo miras desapasionadamente, son tan tontas como peinar bombillas haciendo el pino. Llamativo, divertido, sí, pero ejemplar... A la hora de buscar ejemplos, me voy a quedar de momento con el tipo de gente que se pregunta de vez en cuando si lo que hace contiene algo de valor más allá de sí mismo. Aunque sea a través de la introspección. O al menos, que no da la chapa con sus bombillas
Animo de provocar (reflexión ) tengo
http://www.lne.es/aviles/2016/05/20/pedro-cavadas-retos-son-intoxicados/1929694.html