Vicent dice: Yo tengo un B17 y no hay manera de domarlo... Desistí de ello y ahora está en la clásica para exhibiciones.
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Hola Vicent ( y demás).
Ya he leído más veces esto en mensajes tuyos y la verdad es que me desconcierta un poco. Realmente con un sillín de cuero (Brooks o el que sea, que hay más marcas y generalmente también muy buenas) no hay que hacer nada especial, simplemente usarlo. Con el propio uso y por la propia naturaleza del cuero, el sillín se irá amoldando a nuestra anatomía. No hay otra opción. Que luego nos guste o no, que nos resulte más o menos cómodo que otros, es otra cosa, pero a un sillín de cuero no le queda otra que "adaptarse a su dueño" con el uso.
Ese periodo de adaptación, en mi experiencia, además es relativamente breve. Tengo dos Brooks y la adaptación en ambos casos ha sido cosas de pocos meses y sin utilizar la bici a diario.
Un error común de concepto con estos sillines es que hay que gente que confunde "domar" o "adaptar" con "reblandecer". Un sillín de cuero no debe reblandecerse, debe estar siempre razonablemente duro. Lo que ocurre es que su forma habrá adoptado la que hace que asienten bien nuestros isquiones y de ahí es de donde viene la comodidad.
A mí me ocurre con frecuencia cuando alguien se interesa por mi sillín, que lo toca, presiona con los dedos y acaba diciendo "Ah, pero sigue estando muy duro". ¡Claro! Es así como debe estar, duro y adaptado a mi culo.
De hecho, cuando por el paso del tiempo y el uso, el cuero se elonga y da sensación de reblandecimiento, es cuando hay que usar el tornillo que tienen bajo el pico para estirar la piel y recuperar su tensión, su "dureza".
Saludos.