Buenaaaaaas. Hace poco abrí mi primer hilo y dije que en
cuanto pudiese publicaría la crónica de mi primer viaje en bici.
- Contexto:
Tenía una semana de vacaciones, y pocas ganas de pasarmela
en casa sin hacer nada. Unas semanas antes había dado con varios blogs de
cicloturismo, como Dos bicis sin destino, Con Alforjas y sobre todo Bikecanine.
Y joder, yo quería hacer lo mismo.
No soy una persona a la que le hagan especial ilusión las
cosas, pero hacer un viaje en bici me hacía muchísima ilusión. Así que cogí mi
bici, le compré un portaequipajes y las alforjas más baratas del Decathlon y
miré posibles destinos.
Recordé que una antigua compañera del trabajo vivia ahora
cerca de Mojacar, en Turre, y dice "Pues allá que voy".
Decir que no cogía la bici desde hacía meses. Llevaba 13 kilos en las alforjas, sobre todo ropa para los días que iba a estar allí. Solo hice un viaje de prueba de 25 kilometros antes de embarcarme en esto
Las fotos que iré poniendo son de los estados que puse por
Instagram, perdonad. Tenía que retransmitirle el viaje de alguna manera a mi
madre, que o si no le iba a dar un ataque.
- Día 1:
Yo soy de cerca del centro de Murcia, pero me apetecía
recorrer la costa en vez de ir directamente desde mi casa. Cogí la furgoneta de
mi madre, eché la bici y me planté en La Azohía, cerca de Mazarrón.
El primer día tenía que llegar hasta Águilas, donde tenía el
albergue para pasar la noche.
Eran un total de 60 Km. Los primeros 30 se me pasaron
volando. Tuve carretera y camino de montaña sencillito pero con unas vistas de
la costa de Bolnuevo espectaculares. De Bolnuevo fue a Los Curas, y a partir de
ahí la cosa se puso fea.
Llegué a Puntas de Calnegre, con una subida de 4 kilómetros
con una inclinación de al menos 95% (o
eso me pareció a mí). Tardé casi 1 hora en subir esos 4 kilómetros porque me
era imposible ir encima de la bicicleta, así que me tocó empujar.
Aquí vi la primera carencia de mi bici, ni el 1-1 era
suficiente para subir esas cuestas, y todo chirriaba y parecía que se iba a
romper. Pues una hora subiendo para
luego bajar en... ¿4 minutos?
En este punto me quedaban unos 20 kilómetros para llegar al
albergue, y la subida había hecho mella en mis sedentarios cuádriceps,
acostumbrados a largas tardes delante de un ordenador.
Un poco desmotivado por el cansancio, llegué a la parte más
aburrida del viaje, ya que después de esa montaña me encontré con un mar de
invernaderos. Aburridos invernadero a un lado y otro de la carretera. Por todas
partes.
Estaba ya cerca del albergue, a 15 minutos segun el GPS. Los
15 minutos más largos de mi vida. Cansado, a las 2 de la tarde con un sol que
me moría, y sin crema solar porque soy idiota.
Ya en el albergue entré con la ilusión de conocer gente, o
al menos hablar con algún guiri esa noche, pero no. Estaba solo. Todo el
albergue para mí.
Una vez en la cama solo podía pensar en como me iba a
levantar al día siguiente, porque notaba las piernas demasiado cargadas.
Aún así lo había conseguido. Weeeee.
- Día 2.
Me desperté y me sorprendí de que las piernas me respondían
perfectamente. Ni agujetas ni nada. Yo, que no había hecho deporte en mi vida,
barajé la posibilidad de ser un superhéroe. Mi superpoder sería no tener
agujetas.
Cogí la bici a eso de las 8 de la mañana, y este segundo día
pintaba mucho mejor que el primero. Menos desnivel y menos kilómetros.
Pero eh, no era un superheroe. A pesar de no tener agujetas,
las piernas estaban cargadas, e incluso en rectas me ponía marchas flojas
porque si no no avanzaba.
Cruzé Águilas, y el camino hasta el siguiente pueblo que
tenía en mente fue muy sencillo. Al llegar a San Juan de los Terreros me compré
un buen bocadillo de jamón y una coca cola. Me cobraron 6€, pero cuando vi que
el bocadillo era como mi brazo de largo no me dolió tanto.
Me llamó mi madre. La policía de Mazarron la había llamado
por si le habían robado el coche. al parecer, unos vecinos me vieron dejando la
furgoneta y bajando con la bici. Al ver que al día siguiente la furgoneta
seguía ahí avisaron a la policía por si me había matado.
Lo siguiente que me esperaba era una serie de subidas y
bajadas en una carretera paralela a la costa, con pocos pueblos.
Fue menos duro de lo que esperaba, pero... Gran error, no
había comprado agua. Y la que tenía ya escaseaba. Llegué al Villaricos con menos
de medio litro en la botella.
Pocas cosas interesantes pasaron ese día. Pasé por Garrucha,
que estaba medio en obras y tuve que dar un buen rodeo, y la siguiente parada
era Turre.
Lo gracioso fue que mi amiga ese día tuvo que ir a Murcia, y
cuando llegué a sus casa ella no estaba. Tuve que esperarla casi 40 minutos
reposando mi dolorido culo en el saco de dormir (al cual no había dado uso)
- Días en Turre y vuelta a casa.
Viendo que esto me ha quedado muy largo resumiré el resto
del viaje. Estuve dos días en Turre, y mi amiga me enseñó la zona y salimos de
tapas.
A la vuelta me pilló la lluvia, y con la lluvia vino el
barro. Mi pobre bici sufrió un poco, pero pude limpiarla más tarde en una de
las duchas de la playa.
No tenía planeado que lloviese, pero llevaba un chubasquero y
la madre de mi amiga me prestó bolsas de basura. Suficiente.
El camino de vuelta fue mucho más sencillo, ya que sabía lo
que me esperaba. A pesar de eso, tome mal un camino en las montañas de Bolnuevo
y di más vueltas que un tonto para salir.
Además, el portaequipajes se rompió y tuve que hacerle un apaño
con bridas, a lo MacGiver.
Al llegar de nuevo a la furgoneta me encontré con los vecinos
que habían llamado a la policía. Una pareja de franceses, cuya mujer estaba muy
preocupada por mí. El hombre creo que también, pero solo se acercó y me dijo
"¡GOLFO!". Me disculpé por no avisar de alguna manera y les di las
gracias por preocuparse.