Hola,
soy Sara, de un pueblo que se llama Sant Vicenç de Castellet, a unos 50 km de Barcelona y unos 15 de Manresa. Hace tiempo que os sigo, no a todos, ni todos los temas, pero sí sigo por ejemplo las crónicas de los viajes de Sargantana, que me gustan mucho. Suelo evitar los temas de mecánica.
Tengo 30 años y aunque no me gusta el deporte en general, con la bici me sucede algo curioso, y es que es un modo de hacer deporte sin darse cuenta. Acostumbro a escoger rutas llanas, aunque por esta zona es un poco difícil, ya que hay mucho monte y desniveles en cualquier carretera o pista. Tengo un parque natural al lado de casa así que por falta de lugares bonitos y rutas no me quejo, aunque la mayoría de veces tenga que abandonar la salida por culpa de alguna subida imposible. Alguna vez he cogido el coche y he metido la bici dentro para hacer un viaje. Me gustó ir hasta el Delta del Ebro, que me ocupó entre 3 y 4 días desde Barcelona. Lo hicimos una amiga y yo y es de los mejores recuerdos que conservo en bici. De mecánica entiendo poco, lo justo para que un cambio que no entra lo pueda solucionar sin que se me vaya el viaje al cuerno. También sé cambiar las pastillas de freno y poca cosa más. Mis salidas las hacía con una bici BH que tenía desde hacía unos 15 años. Se le rompió el cuadro justo por donde se sujeta la rueda y aunque intenté arreglarlo y me lo soldaron, lo debieron hacer mal porque dese entonces la rueda giraba mal, como haciendo un 8.
Total, que hace dos semanas junté dinero para comprarme una rocrkrider usada, por 60 euros, que me la robaron a la primera noche de dejarla atada en un poste a unos metros del portal de mi casa. ¡Yo que creía que en mi pueblo no había ladrones! Es un pueblo pequeño y me pregunto si quien me la ha robado se dedicará a dar vueltas con ella por aquí, así que me asusto cada vez que veo a alguien pasar cerca mío en bici, creyendo que será mi bici. Pero no, no la he vuelto a ver. La verdad es que esto me alivia, aunque parezca tonto decirlo; no creo que me atreviera a perseguir al ladrón, ni me parece que sirviera de nada llamar a la policía. Por otro lado, apenas puedo decir que fuera mi bici, pues ¡ni siquiera pude probarla! Sólo era mía porque pagué 60 euros por ella, pero apenas la reconocería si la viera. Sólo recuerdo que era roja y gris. Me da mucha rabia, pero no puedo quedarme sentada llorando.
En fin, que ahora estoy con mono de salir a pedalear, pero no tengo cash para comprarme nada (es lo que tiene ser una parada de larga duración: para el Estado ya no existes, salvo para seguir pagando luz y agua). Mi pregunta es si alguien tiene una bici vieja que no quiera y que esté dispuesto a vendérmela por un precio muy económico. Trataría de juntar 20 ó 30 euros. Sólo pediría que la bici frenara y anduviera (ya sé que no tiene piernas, me refiero a que rodara, jaja). Vamos, que a la primera bajada no viera pasar la rueda trasera por mi lado deseándome buena suerte.
Podría ir a buscar la bici en tren (en coche no, porque tuve que venderlo), de haber algún interesado de Barcelona o cerca. Ir lejos no puedo por falta de dinero.
Bueno, hasta aquí mi presentación. Seguro que seguiré entrando para leer, aunque no soy muy dada a contar cosas, pero lo intentaré.
Besos