Practicando con el hornillo de leña
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Ya me ha ocurrido alguna vez que se me ha terminado el combustible y he tenido que improvisar un mini fuego en el hornillo de leña. En principio se puede hacer algo muy basico en estos hornillos, pero la falta de costumbre los convierte en algo mas complejo de lo esperado. Primero esta lo de encender, que cuesta un poco si no lo haces habitualmente. Otro asunto es la eleccion de la leña. Hay que cortarla al tamaño adecuado pero lo importante es el tipo de madera. El pino es lo mas abundante pero arde muy rapido y sus brasas no duran mucho. En mi caso, solo pretendia hacer cafe y no fue complicado pero tampoco puedo decir que me apañara bien. Tal vez con algo mas de practica….
Lo comento porque lo de tener una opcion de emergencia puede parecer recomendable, pero debemos tener claro que es unicamente para eso. Emergencias. Cocinar en un hornillo de leña requiere practica. Todo lo que pase de calentar agua sera dificil de llevar a buen termino.
Hola nisti, entiendo muy poco de hornillos en general y menos de leña, pero hace tiempo me interese por el Biolite y busque mucha información, tambien fabrique uno con latas de cacao estilo Yet. Estoy de acuerdo contigo en que influye mucho, tanto el tamaño de los palos, como su variedad, una de las cosas que me echa para atrás a la hora de usar estos hornillos son, primero, que como es evidente, es muy difícil controlar la intensidad del fuego a la hora de cocinar y segundo, la legalidad de estos hornillos, yo vivo en Cantabria y estoy seguro de que enciendo un hornillo de leña para calentarme un café y no me libro de una multa 
Bueno, lo de las multas creo que es general en casi todo el territorio nacional. Tal vez en invierno que hay menos vgilacia…..No se. Pero yo soy muy discreto al utilizar el hornillo. No quiero problemas y recojo todo el equipo de cocina al terminar. El hornillo lo retiro inmediatamente. Antes de empezar a comer, ya lo he guardado. El resto nada mas comer. Nunca dejo restos de comida sin guardar y controlo el perimetro del campamento para detectar la presencia de animales.
En principio yo soy partidario de utilizar un hornillo de gas. Es lo mas comodo. No ensucia la vajilla y puedes regular la llama. Si pretendo ir mas ligero debo ir al alcohol. Como recurso de emergencia la leña.
Si, yo también intento ser bastante discreto, el miedo a encender un hornillo de leña, creo que es provocado por la zona en la que vivo, aquí esta la cosa bastante controlada, que lo entiendo. A mi los hornillos me gustan todos, si pudiera llevaba 8 :mrgreen:. Últimamente me apaño bien con el gas y un fuego pequeño, pero con el hornillo a gas, te quitas el problema de llevar combustible. Una vez vi a unos chicos que hicieron la ruta del Danubio con un biolite de leña y no tuvieron ningún problema.
Pues al Biolite tambien hay que pillarle el punto. A ver, todo lo que funciona con leña requiere algo de practica. Poco a poco le vas cogiendo el tranquillo y te haces con el rollito de la llama. Pero cuesta un poco acostumbrarse.
Solo me ha pasado en dos ocasiones pero lo de quedarte sin combustible es un rollo. Menos mal que con la leña sales del paso, pero lo de obtener la llama justa para cocinar no es facil. O te pasas o te quedas corto. Al menos es lo que me pasa a mi. Tambien es un problema cocinar con leña si hace mucho viento. Eso puede complicar mucho el asunto. Yo diria que hasta puede que impida encender.
Pues tienes razón nisti, supongo que todo sea como todo, practica. Ahora que tengo tiempo voy a probar los hornillos de alcohol y unos de leña que se pliegan y no ocupan nada, no me importaría meter uno en las alforjas de reserva. Como tu dices, en caso de emergencia, que te quedes sin combustible, pues sacar el hornillo y seguro que una cena o un café te puedes hacer.
El hornillo que tengo es plegable. Tiene forma hexagonal en la base y las paredes se van estrechando a medida que cogen altura. Como una pirámide. Es de titanio para contener el peso. Yo lo utilizo como paravientos del hornillo de alcohol o también de un pequeño hornillo de gas que utilizo para los viajes en solitario. Mi estrategia es esa. Utilizarlo como paravientos y si es necesario como hornillo de emergencia. Me gusta mucho porque su forma consigue concentrar el calor en la parte alta, justo donde situo el tazón, la sarten o el pot en el que guisar. Es importante que el tazón sea de un tamaño adecuado y se ajuste al espacio del hornillo/paravientos. Eso convierte al conjunto hornillo-paravientos-tazon en un sistema eficiente. Por supuesto conviene utilizar una tapa en el tazón, cuando se utiliza el alcohol pero sobre todo con la leña. El humo ensucia los cacharros y si no se utiliza la tapa, deja sabor en los alimentos. También he descubierto que llevar un poco de carbón y un tieblede facilita mucho la cocina con leña. En realidad el tieblede permite dejar el tazón sobre las brasas y que estas mantengan la temperatura. Pero es el carbon lo que ayuda a cocinar. No hace falta llevar mucha cantidad. Un puñado bastará. Yo utilizo el carbón de barbacoa. Lo llevo en una bolsita de plástico con cierre zip. No lo utilizo nunca o mejor dicho, casi nunca, puesto que es para emergencias. Solo si me quedo sin combustible o se avería el hornillo, lo tendré que gastar.
Pues ya tenéis que ser unos viciosos del café para encender un hornillo de leña simplemente para calentarse una taza 
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Bueno, el uso principal es de paravientos. La función secundaria es la de hornillo. Este es el mio.
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En cuanto a lo del café, bueno, yo soy adicto al café. En este mundo hay heroinomanos, cocainomanos y también cafeinomanos. Ja, ja, ja !! 
Bueno ya he hablado de mi set de cocina en otros hilos, así es que no voy a mostrar cacharros de la vajilla. Quería hablar de la función para emergencias, es decir la utilización con leña. Como he comentado antes, es aconsejable llevar un poco de carbón de barbacoa para concentrar el calor de las brasas nada más encender el fuego. Esto ayuda mucho a realizar cualquier guiso porque permite regular la llama. Es importante disponer de un rescoldo incandescente que nos permita reavivar el fuego cuando hay poca llama.
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