Yo tengo una anécdota muy graciosa, que me ocurrió en el carril bici que va de Madrid a San martín de La Vega... unos 30 km de carril bici.
Ésto que voy a contar me ocurrió cuando le monté el Alfine 11 a mi e-bici, por entonces llevaba un motor central de 36v y 500W... y limitado a la velocidad máxima que me marcaba la pantalla... 50 km/h...
La cosa fue que al día siguiente de terminar de montar el Alfine 11, quise salir a probar qué tal se comportaba la e-bici con el nuevo sistema de cambio, ya que hasta la llegada del Alfine llevaba un XT de 9v.
En esa salida de prueba seguí manteniendo el doble plato que llevaba con el XT, un 32/42.
Yo tengo dos rutas muy específicas, las cuales siempre uso para poner a prueba las modificaciones que le haga a la bici, una al parque Polvoranca ( para el que no lo conozca, es un parque muy grande que se encuentra entre los municipios de Leganés, Getafe y Alcorcón, al sur de Madrid, con un par de hermosas lagunas, y con muchas sendas y varias pistas donde poder rodar bien a gusto y con zonas en las que poder poner a toda prueba cualquier bicicleta o modificación que se le pueda hacer a ésta ).
La otra ruta que uso sería la de Fuenlabrada Cerro de Los Ángeles, en Getafe, también al sur de Madrid.
El caso es que opté por esta segunda ruta, ya que es mucho más rodadora que la primera, y tiene tramos donde el terreno se pone algo borricote.
Pues Bien, cuando llegué a lo alto del Cerro de los Ángeles... que por cierto, para el que no lo sepa, es el centro geográfico de la Península Ibérica, quedé tan sumamente encantado con lo bien que funcionaba el motor central y el Alfine 11, que decidí, en lugar de volverme para casa, alargar la ruta hasta que me hartara... o más bien, hasta que se hartara la batería, por lo que decidí continuar hasta alcanzar el carril bici que une Madrid con San Martín de La Vega ( al sur de la capital ) para poder alcanzar este último municipio, y así poder seguir disfrutando de lo bien que se comportaba la e-bici.
El caso es que llegué a un punto del carril bici... ya pasado el descenso del alto de La Marañosa, Unos cerros que hay entre medias de éste estupendo carril bici, cuando vi a un ciclista en bici de carretera que iba por delante mía, y en el mismo sentido que yo... hacia San martín... de repente, no lo pude evitar... me asaltó ese gusanillo inquieto... la oportunidad me la puso en bandeja ese ciclista... " haber cuanto es capad de dar de sí mi e-bici "... el caso es que empecé a apretarle a la bici, hasta que me puse a rueda con él.
El ciclista, giró la cabeza para atrás, y al verme que me echaba encima de él, comenzó a apretarle a su bici de carretera ( sentí como cambiaba la cadena de una corona a otra más pequeña )... y comenzó a alejarse de mi, subiendo el ritmo de pedaleo.
Eso me animó a mi aún más, pues eso significaba que el ciclista " entraba al trapo ", por lo que yo le apreté a mi e-bici un poco más, hasta que volví a ponerme a rueda de él... y él al volver a girar la cabeza, y verme que estaba ahí, casi pegado a él, decidió echar toda la carne en el asador, metió " todos los hierros " a la bici, y salió como alma que lleva el diablo... pero lo que ese ciclista no sabía es que " el de la gorda " que iba detrás de él aún no había dicho su última palabra, por lo que le puse a mi motor la asistencia más alta ( la 9 ), y la relación 11 del Alfine, y me lancé a todo lo que mis piernas fueron capaces de pedalear... no solo lo volvía a alcanzar, lo rebasé a unos 47 km/h, no sin antes animarle amistosamente a que no decayera y siguiera apretándole a la bici... pero sabía que yo ya estaba tocando techo en cuanto a mis posibilidades, y seguramente a él aún tendría un as en la manga, por lo que dejé de pedalear para relajar el ritmo frenético que llevábamos los dos, en un punto se puso paralelo a mi, y mirando mi e-bici me dijo " joder como va eso ¿ no ? "... yo le respondí lo primero que mis fatigados pulmones, y apartando el corazón de la campanilla me salió... " pues ya ves, ésto va como un tiro... pero ni en el mejor de mis sueños te podría haber dado alcance con una btt si no fuese por eso que llevo ahí abajo "... ( nos echamos a reír los dos ).
Proseguimos, en paralelo, hasta alcanzar una glorieta en la que sale, a derechas, una carretera que circunvala San martín de La Vega, en este punto nos separamos, no sin antes despedirnos y desearnos buena ruta... él tiró por la carretera de la derecha, y yo seguí dirección a San Martín, pero ya aun ritmo más... terrenal. Aquella prueba de velocidad me demostró tres cosas... Una, que mi ebici realmente era capad de rodar a una velocidad más propia de una bici de carretera, eso sí, echando el bofe. Dos, que el motor y el integrado se llevaban como unos recién casados. Y tres... que mi ebici no está preparada para rodar a semejantes velocidades... si en esos momento hubiera pillado una piedrecita, o una rama... o un pequeño bache, me habría ido a tomar por cul*o por mitad de los sembrados... no he vuelto a poner mi ebici por encima de los 35 km/h, porque a más velocidad, una BTT se vuelve muy inestable... en llano y en línea recta, se puede ciclar incluso más rápido, pero hay que sujetar firmemente el manillar, pues a poco que des un leve giro al manillar... te vas a tomar el fresco allá donde te esté esperando el suelo con los brazos abierto.