Una variante en el Camino Natural del Tajo. Ciertamente un paisaje espectacular, ahora posiblemente de más belleza, la bajada del nivel del Embalse de Valdecañas deja al descubierto unas explanadas que más bien semejan ciertas zonas desérticas, se suceden grandes extensiones de piedras con bancos de arena, totalmente impracticable para la bicicleta.
Aún así, decidí ir allí ya que el primer día del año acompañó un tiempo estable. Una vieja bicicleta y muchas ganas.
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Llegar hasta la orilla supone un gran esfuerzo, montado en bicicleta es imposible, así que lo mejor es echar los pies a tierra y tirar de ella hasta donde puedas.
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Una vez allí lo que te encuentras es, por un lado un paisaje desolado de encinas petrificadas por la acción del agua, ya que llevan sumergidas décadas, y por otro lado un silencio solo roto por el cando de las grullas y las aves acuáticas que pasan aquí esta estación.
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Extrañas formas, y un paisaje “extraño”…, estos esqueletos parecen querer reclamar su lugar en tierra firme.
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Gredos al fondo rompe un poco la monotonía del paisaje…, que bien se podría decir que es un trozo de cualquier lugar de Mongolia, pero no, es Cáceres.
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Disfrutar del silencio es uno de los placeres que se pueden encontrar en este tramo del camino, que aunque es una variante, bien se merece una visita.
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La orilla está plagada de estos esqueletos, aunque ir a todos es complicado, es intransitable en bicicleta y complicado andar por la orilla.
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Extraños seres pueblan las explanadas de esta zona del Embalse, posiblemente defendiendo su espacio, guardianes de un tesoro paisajístico de mucha calidad.
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También extraños caminos para el regreso.
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Una última mira atrás para contemplar el escenario. Antes de cambiar radicalmente de paisaje, a escasos kilómetros entras de lleno en el corazón de la dehesa cacereña.
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Cuando vuelvan las lluvias este paisaje volverá a quedar oculto bajo unos cuantos metros de agua, y no se sabe cuando volverá a emerger. Por eso la visita de los que estamos por la zona es casi obligatoria, el lugar merece la pena.
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Aunque es duro, por lo impracticable, es una grata sensación poder disfrutar de este lugar, realmente más que interesante.
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Variante del Camino Natural del Tajo. Embalse de Valdecañas.
