Hola, partiendo de que todas las cuestiones de física aplicada que se han mencionado son a considerar y que todas ellas afectan en mayor o en menor medida al esfuerzo, transmisión de la potencia, eficacia del pedaleo etc; dentro de lo que uno puede cambiar de manera sencilla en la bici para conseguir el objetivo por el que se ha planteado el hilo, están el cambio de piñones y/o el de platos.
Como la pregunta inicial de Kronan era respecto a los "platos o las bielas para facilitar las subidas", me mantengo en mi afirmación de que jugando con el un plato pequeño y las coronas, se puede conseguir una cadencia similar con menos esfuerzo y tensión en las rodillas, esto lo constato cada vez que salgo a rodar.
Cambiar las bielas es algo mas complejo y caro; como no lo he hecho nunca, no sé si merece la pena.
De todas formas, para clarificar mi posición al respecto, debo decir que mi punto de vista es respecto al uso de la bici para viajar con ella, que es el único que le doy a fecha de hoy. No me importan en absoluto la cadencia, las velocidades medias, ni la optimización del rendimiento; sí me importa -y mucho- disponer de una gama de cambios que me permita relajar las rodillas cuando una cuesta se pone seria, o cuando ya voy algo fundido y he de dosificarme para llegar a destino.
Hace 30 años, con la bici de carretera, uno llevaba unos platos 52-42 y un 19 de piñón máximo como relación estandar. Cuando puse un plato de 39 dientes y piñón de 21, encontré mi relación perfecta para ese tipo de ciclismo aunque a algunos les parecía
exagerado (por decirlo de una manera suave
). Creo que esto mismo es extrapolable a lo que se trata en este hilo, al final como ha dicho
Trisqui cada uno cuenta con la potencia de piernas que tiene y se trata de probar hasta encontrar la relación óptima que le funciona.
Saludos:
Pepe