28/09/2019
Día 1: Masquefa – Llagostera
(142km +970)
La primera jornada ha pasado muy rápido…
El despertador ha sonado a la 6:15h y, como en los días señalados,
una buena tostada con mantequilla y un café con leche.
Antes de partir, un beso a Arlet y Grisel que estaban
durmiendo… primera lagrimita del día.
Los primeros kilómetros los he realizado con un soporte de
lujo. Hace unos días, pedí a las personas con las que he compartido alguna
historia sobre la bici si les apetecía acompañarme durante el principio de mi
aventura, y así ha sido. Muchas gracias Sílvia, Ferran, David y Raül por ser
mis “gregarios”. Me habéis hecho sentir como Chris Froome entrando
triunfalmente por los Campos Eliseos.
Desde el inicio, pensamientos muy negativos. La bici pesaba
mucho, y cuando digo mucho, quiero decir mucho. La horquilla parecía enferma de
Parkinsson, la notaba muy inestable, y no me gustaba en absoluto esa sensación.
Entonces he empazado a pensar que sería imposible llegar a mi destino, pero
poco a poco, con el paso del tiempo, me he ido encontrando mejor sobre la bici.
Llegados a Cerdanyola ha sido el momento de la despedida.
Mis compañeros se han quedado a tomar un café, pero yo he seguido mi camino
consciente que me esperaba una jornada muy larga. Foto de rigor y, cuando los
he dejado atrás, he roto a llorar… momento en el que me he enfundado las gafas
de sol para disimular.
A partir de aquí, todo el recorrido ha transcurrido por
pistas forestales y algún que otro sendero, en uno de los cuales he perdido el retrovisor.
En las inmediaciones de Vallgorguina, el track que estaba siguiendo me ha
conducido hacia unos muros considerables y ha tocado poner el pie a tierra…
como pesa la p… bici!!
En Sils, he decidido llamar al camping de un pueblo cercano
a Gerona, donde tenía pensado pasar la noche. Suerte de la llamada porqué
estaba cerrado. Entonces he decidido tirar hacia la costa, ya que probablemente
los de esa zona tenían más números de estar abiertos. He llamado a uno de Santa
Cristina d’Aro y me han dicho que si que estaba operativo.
De camino hacia allí, y cuando las fuerzas ya escaseaban, el
señor Google Maps ha decidido tenderme una trampa, conduciéndome a un lugar sin
salida. Después de embarrarme y remontar casi media hora de camino, he parado a
un 4x4 para preguntarle por dónde debía tirar. En su interior había dos niños.
Me han preguntado a dónde iba tan cargado, y al decirles que me iba a Paris en
bici, han flipado!! Muy amablemente me han indicado una ruta alternativa.
Siguiendo sus indicaciones, a unos 5km de Santa Cristina d’Aro
he encontrado un camping en el que me he instalado y desde el que estoy
escribiendo estas líneas saboreando una cerveza fresquita y soltando alguna que
otra lagrimita. Si necesitáis llorar, haced cosas de estas….
Ahora que ya es escuro, iré a mi parcela a prepararme un
buen potaje con mi hornillo y después a descansar más que merecidamente. Mañana
más!!
Sílvia, muchas gracias por darme el último empujón para
realizar este viaje, sin ti yo hoy no estaría aquí…