Sé perfectamente que lo que voy a proponer le puede erizar los pelillos de la nuca a más de unos/as.
Aparentemente y a tenor de las experiencias pilotos lo único que “atenúa” el robo de bicicletas es el registro de la mismas y que es el temor a su robo uno de los principales factores que desaniman a su uso utilitario.
Hoy en día con Internet, con los DNI con chip, firmas electrónicas, etc. el registro y transferencia de vehículos sin motor podía ser instantáneo y gratuito, bastaría con seguir el mismo sistema de marcaje que la industria automotriz, cualquiera podría comprobar con un simple teléfono móvil si realmente está comprando una bicicleta usada o está cometiendo un delito de receptación, obvia decir que cualquier bicicleta con la numeración borrada o alterada se decomisa del tirón.
Naturalmente tendría que ser una norma en el ámbito europeo (para ello habría que organizar una expedición a Bruselas para verificar el mito de que allí existe vida inteligente) bajo ningún concepto podría ser a nivel nacional... que ya nos conocemos...
Rápidamente montarían un “el ente autónomo de registro de bicicletas y movilidad urbana, verde sostenible y por la igualdad ciudadana”, lo que se traduce en un director general, un jefe de protocolo, tres secretarias, veinte “machacas”, seis asesores, siete coches oficiales (con sus conductores) y naturalmente el alquiler (a un amigote) de unas lujosas oficinas por una pasta obscena, como no podría ser de otra manera habría que extrapolarlo a las 17 autonomías y a las siete grandes capitales que rápidamente dirían que es “invasión de competencias”... total que nos echaríamos a la chepa otros tres o cuatro mil enchufaos a la “teta grande” y ya sabemos como funcionan... mejor que las sigan robando... nos sale más barato.¿Creéis que sería viable algo así?... ¡hay nó... en la cara nó!...