Hola compañeros, muchos llevamos ya unos cuantos años por este lugar, y podemos intuir un poco como es cada uno de los que conforman esta gran familia, pero podríamos ir más allá y abrirnos al grupo con nuestro yo auténtico. Como llegamos a ser cicloturistas? Qué pasiones nos caracterizan?....lo que a cada uno se le ocurra. A ver si nos animamos y de ser un nombre o nick pasamos a conocer quien está detrás. Empiezo yo:
MI YO AUTÉNTICO
Desde la más tierna infancia, mis padres se encargaron
de regar nuestros pequeños cerebros (soy el mayor de 4 hermanos) con una amplia
biblioteca, donde cada uno de nosotros podíamos empaparnos de aquellos
conocimientos que más nos interesaban.
En mi caso fue la historia, y desde que
tengo memoria me empleé profusamente en leerla y estudiarla. Puede parecer
algo anómalo, pero para mí era un juego: primero adquiría los conocimientos, y
luego me imaginaba a mi mismo dentro de ese acontecimiento histórico, en
primera persona.
De esta manera, comencé a viajar en compañía de Marco
Polo, de Alejandro Magno, de Hernán Cortés… Recorrí todo el mundo con un sinfín
de aventuras y, como podréis imaginar, fui testigo de los acontecimientos
históricos que marcaron la evolución del mundo que hoy conocemos.
Esto, naturalmente, en la imaginación.
Lo curioso es que, al mismo tiempo que aprendía
historia, mi yo interior se iba transformando: ya no sólo quería vivir la
historia de otros, quería construir mis propias historias.
En los primeros años, eran historias cercanas,
vinculadas al lugar donde vivíamos: escapadas por los bosques de Valdoviño, las
primeras cabañas en los árboles… todo en compañía de mis hermanos y mi primo.
Ahí es donde nació nuestro vínculo de familia.
También fue ahí, en esos momentos, donde nació lo que
yo llamo “mi espíritu nómada”, posiblemente acrecentado por tener unos padres a
los que no les costaba coger a todos sus retoños y salir de “aventura”.
De la otra parte de mí que ha marcado mi vida, tienen
la culpa 20 sobres de cromos de la “Guerra de las galaxias”, cuando sólo me
quedaban unos pocos para completar la colección. Ese fue el trato que me
ofreció mi padre, a cambio de nadar los 25 metros de la piscina que se exigían
en el cursillo de natación para pasar de nivel, y que fue el comienzo de
mi pasión por el deporte, durante parte de mi vida como deportista
de élite y, hasta la actualidad, como deportista emocional.
Y así, me planto en edad de estudiar una carrera
universitaria con dos opciones: por un lado, seguir mi pasión por la historia;
por otro, mi pasión por el deporte. Gana esta última y comienzo mis estudios
en ciencias de la actividad física y el deporte (lo que antiguamente se
conocía como INEF), que termino a los pocos años.
Por un momento, parecía que mi deseo de aventuras se
aplacaba, si bien es cierto que nunca me desvinculé de mi otra gran pasión.
Digo parecía ya que, en un determinado momento, apareció mi tercera gran
pasión: la bicicleta.
Y ese fue el cóctel perfecto, aquello que me
representaba y me representa como lo que soy, uniendo deporte, afán de
aventuras, de conocimiento de otros lugares y otras culturas, con el análisis
del pasado que conforma el presente. El llegar al cicloturismo fue un camino
natural.
Y con el tiempo y las experiencias adquiridas en
tantos y tantos kilómetros, de cicloturista pasé a ser cicloaventurero.
Y en definitiva, este soy yo.