08/05/2013, son las 22:00. Después de haber recorrido 70 kilómetros ayer noto que el freno trasero está flojo y que el desviador delantero roza con la cadena en una determinada relación plato-piñón. "Nacho, esos son dos tonterías, métele mano tú mismo que en media horilla lo tienes finiquitao" pienso para mis adentros. ERROR. Muy propio yo, veo un par de tutoriales en YouTube y me pongo manos a la obra. Aprieto los tornillos según las palabras del profesional que me asesora al otro lado de la pantalla, coloco cada cosa en su sitio y hasta me atrevo por un momento a pensar que esto de arreglar bicicletas se me da bastante bien. Sonrío, esta es la calma que precede a la tempestad.
Tres horas más tarde estoy aquí, llorando frente al ordenador. A la bici le cruje hasta el alma, no solo no la he arreglado, sino que está bastante peor de lo que estaba antes, yo estoy de grasa hasta el corvejón y mi autoestima es inexistente. Mi padre se ha reído de mí, mi hermano se ha reído de mí y mi madre me ha soltado eso de "Manolete, si no sabes torear pa que te metes".
En fin, que adiós a la salida de mañana, llevaré a mi Adelita al taller a ver si alguien se apiada de mí (previo pago, claro está). P.D.: Para el colofón final decir que hace una semana estuve tres horas limando, lijando y pintando (dos capas, imprimación y pintura) unos cuernos de bicicleta antiguos que guardaba en mi garaje para no tener que comprar unos nuevos para que al final.....(redoble de tambores).....no pudiera colocarlos en mi bici.
Al menos tengo salud.
Homer Simpson: "Quiero el filete mas grande que haya, y de beber...albondigas"