Cuando yo era chico recuerdo a mi padre preparando la maleta y salir de casa pertrechado con un grueso abrigo y un gorro de astracán. Mi padre era ingeniero y hubo un tiempo que la empresa donde el trabajaba estuvo haciendo tratos con Los Finlandeses. Desconozco si mi padre les vendía maquinaria o les compraba acero. Solo recuerdo, yo era inpuber, que mi padre pasaba alguna semana fuera de casa haciendo negocios con ese ente indeterminado que eran Los Finlandeses.
Las cosas que mi padre nos traía y los relatos que nos contaba a la vuelta fueron creando en mi la imagen de un mundo distinto al nuestro que cada vez ansiaba más de conocer. Este año empiezo a notar los síntomas del «Síndrome del Nido Vacío». No creo que sea nada grave. Supongo que viajando más en bici lo tendré controlado… 😉
Creo que es bueno marcarse una serie de objetivos, goals, al diseñar un viaje en bicicleta. Algunos serán concretos, como llega o pasar por algún punto determinado. Y otros más genéricos que se irán consiguiendo a lo largo del viaje.
Los mios son:
Ver la luz del sol de medianoche.
Acampar por libre en los bosques de Finlandia.
Acampar por libre en algún fiordo noruego.
Tratar y conocer los habitantes de una región tan deshabitada como es Finmark.
Escoger, en lo posible, las rutas menos concurridas.
Conocer los escenarios de la Guerra de Invierno y de la 2GM.
Llegar a Cabo Norte.
Pasar a visitar un coleccionista de hornillos, como yo, que vive en Vadso (No).
Bañarme en las aguas del ártico.
Ciclar de noche (con la luz del sol)
Preparar unos buenos vídeos para Legumbres Luengo y unas buenas fotos para Megamo (no les podría llamar patrocinadores sino colaboradores, cuando no amigos).
Aprovechar todas esas horas de silencio para un mayor crecimiento personal.
Y visitar las paradisíacas Islas Lofoten.
El último me queda pendiente. Los otros, en menor o mayor grado, conseguidos!
Domingo 15 de Junio
A las 4:15 de la madrugada salimos de casa Carme y Yo para ir al aeropuerto de Barcelona. Facturo la bici, el saco del carrito y a las 8 parto en el avión hacia Helsinki y Rovaniemi. Llego a destino a media tarde. El aeropuerto de Rovaniemi es demasiado pequeño para disponer de una zona de recogida de equipajes especiales (esquís, tablas de surf o sillas de ruedas). Por arte de magia aparece mi bicicleta en medio del hall. La caja se ve muy maltrecha. Creo que le han aplicado el Método APS para Gestión de Bultos (APatadas System). A pesar del sumo cuidado con que fue embalada y acondicionada para el viaje, la bici llega con golpes y rayaduras.
Armo el carrito y la bici y me dirijo al B&B Borealis de Rovanimei (más que correcto. Muy amables. Cerca de la estación de tren). La señora que lo atiende me entrega el paquete que me envié desde Girona. En el van 2 kg de lentejas Luengo, un hornillo de gasolina (a veces dan problemas en los aeropuertos) y dos ristras de chorizos (muy hermosos…).
Por recomendación de la chica que atiende el B&B ceno en la pizzeria Koti. A las 9:30 estoy ya en la cama porque tengo sueño pendiente. Y ya se aprecia que aquí, por estos dias, no va a oscurecer.
Lunes 16 de Junio
Después de desayunar tomo la carretera 4, E75, hacia el norte. A la salida de Rovaniemi, esta carretera es una autopista. Pero dispone de una via segregada que te permite rodar con seguridad.
Lo de Santa Claus en Rovaniemi es toda una institución: Hay un Santa’s Park, un Santa Claus Village, un Hotel Santa, esculturas de renos y tallas del barbudo por todas partes. El abuelo del gorrito aparece en bolsas de la compra, revistas, rótulos de tienda, etc.
Equipación para la ocasión: Mallot y culote rojos, gafas redondas, un gorrito rojo y blanco con bolita en el extremo y un cojín en la tripa para que mi esbelta figura se parezca a la de Santo obispo Nicolás. Y pertrechado así me dirijo a la recepción de la casa donde vive Santa Claus para pedirle si me permitiría trabajar un par de horas como Santa’s assistant, en plan voluntario, respondiendo las cartas que le llegan en Catalán o Castellano o preparando unas respuestas tipo para cada caso. Y, hala, sense manies, hacia adentro. La señora de la recepción, a quien expongo mi idea, me sugiere que lo hable directamente con Santa. Santa está sentado en una especie de trono. Y al saber que vengo de cerca de Barcelona me suelta un «Així que tu ets català…». Por un momento me parece que bajo esas barbas larguísimas se esconde un Jordi o un Pere…. Sin dejar el catalán enseguida sale el tema de Messi. Parece que mi propuesta para convertirme en Santa’s assistant no le interesa demasiado. Pero, os lo aseguro, este tipo tiene un don de gentes brutal!
(Para los que opineis que no es creible que Pau -que es un tipo raro, si, que va con sandalias y construye iglús- se haya presentado disfrazado de papá noel en la casa de Santa Claus os pondré en breve el link con el vídeo demostrativo)
Sigo para el norte. Esta E75 es LA CARRETERA. Es la via fácil para llegar a Cabo Norte a través de Finlandia. Por eso se ve una gran cantidad de motards, autocaravanas y mucho tráfico pesado. Hasta Sodankila, unos 100km, no hay prácticamente pueblos. Hay «sitios». En estos sitios puedes encontrar una gasolinera, un supermercado, y a veces un cámping… Y eso es todo. Casi todos estos servicios están dimensionados, no para la población local, sino para el gran número de turistas y camioneros que circulan por esta carretera. En algunos tramos hay un carril bici segregado construído aprovechando el antiguo trazado de esta via.
La carretera va por el bosque, que sólo se ve alterado por los lagos. Muchos, muchos lagos. En uno de ellos me paro a comer. Genial: El agua que compré para cocinar es con gas! (Mis conocimientos del idioma Finlandés son muy limitados…).
Es que esto del Finlandés es muy complicado. Las lenguas de Escandinavia tienen declinaciones. Finlandés, Noruego y Sueco son parecidas -aunque sean lenguas distintas-. Las tres lenguas laponas, ya son de otro palo. Hay nombres de calle que cuestan de leer (para nosotros, claro está).
Mientras estoy comiendo en la barbacoa pública, unos operarios municipales traen una carga de leña para que el que quiera pueda disponer libremente para cocinar en la barbacoa.
A las 7 de la tarde paro en el Camping Korvalan. Acampar me cuesta 9,50 eur. Pero si te gastas 55 tienes una casita, con wc, ducha y UNA SAUNA (Ideal parejas). Al igual que el B&B, los cámpings tienen una cocina a disposición del cliente. En algunos establecimientos, la cocina está perfectamente equipada.
Amanece soleado. Me indicaron que el tiempo, aquí, es un poco británico. Si no te gusta, espera un poco. Me preparo lentejas para desayunar. Si señor, lentejas. Mi idea es probar que las lentejas son un carbohidrato de asimilación lenta, ideal para los ejercicios de resistencia, como el rodar en ruta en bicicleta. Como que no oscurece, poco a poco vas perdiendo las rutinas de las horas. Aún así, el propósito para hoy es llegar a Sodankila antes de que cierren los supers. La principal dificultad que encuentro es que me paro a cada momento a tomar fotos.
Por la carretera circula una gran cantidad de camiones cargados de troncos. Al rebufo dejan un perfume largo, como de trementina, procedente de la resina que supuran los troncos.
Los otros usuarios de la carretera son los renos.
El primer avistamiento se produce cuando veo unos coches detenidos en la cuneta. Me explican que están fotografiando un reno. Dejo la bici tumbada al suelo, tomo la cámara y salgo corriendo en pos de la bestia. Parezco un paparazzo a la caza de una exclusiva. Voy con el tele completamente extendido avanzando sigilosamente por el bosque. Y aunque sea «sigilosamente» el reno me tiene más que calado. Cada vez que me acerco, él se aparta unos metros más. Esta es la foto. ¿No está mal, eh?
Buenooooo! Ahora no especeis a criticar que si está poco contrastada, que si el encuadre no es el correcto, que si patatín y que si patatán…. Aún recuerdo esas fotosrobadasque unos paparazzi hicieron a la Claudia Schiffer, en topless, y aunque estaban borrosas a todos os parecieron estupendas! (las fotos).
Motards, autocaravanas, camiones y renos. Esta es, más o menos, la fauna más singular de la E75. Y los Finlandeses? Los Finlandeses de acá son gente de campo. Exactamente de bosque. Muchos coches llevan un remolque. Y en el remolque un ATV (como un Quad, pero para trabajar). Os dije que mi primera impresión era que ellos tenían pinta de leñadores y ellas de vikingas. Pero cuando digo leñadores imaginaros al tipo de la portada de un catálogo de motosierras. Full equiped! Van vestidos con ropa especial, con protecciones de color anaranjado en las perneras, hombros y los codos. Con casco protector. Con gafas o pantalla. Con protección auditiva. Con guantes. Con un cuchillo sujeto al cinturón y un walkietalkie. La gente vive en casas de madera pintadas con colores vivos. Normalmente son granjas.
Luego están los cafés. El concepto «BAR» aquí se entiende como un sitio para beber alcohol. En todas partes te sirven café. Siempre hay un termo o una cafetera tipo Mielita disponible. Suele ser bueno. Si pagas una vez, puedes repetir. Y se bebe en taza grande, como de café con leche. Suelen tener también alguna cosa para comer o picar.
Finalmente, detallito de la parada del bus.
Llego a Sodankyla con tiempo de sobras para comprar. Aquí los súpers más frecuentes son K-market y S-market. No entiendo las etiquetas. Así que solo compro lo que lleva un dibujito o una imagen en el envase. Me entran unas ganas locas de comprar un paquete o una lata al tuntún, Y luego abrirla con la sorpresa de encontrar carne de reno ahumada, guisantes, mantequilla o sardinas en aceite… 😆
Jopelines! A la salida del súper descubro que hay un LIDL justo detrás. Qué mala suerte! Son más baratos y además reconozco muchos de los envases… En algún súper encuentras cerveza, pero en general, todas las bebidas alcohólicas se compran en unas tiendas «especiales» que se llaman ALKO (así nadie se lleva a engaño….)
Como que aún es temprano y aquí no oscurece decido seguir un poco más. Por un momento empiezo a notar algo raro: hace rato que no pasa ningún vehículo. Eso es porque generalmente se corta la carretera para dar paso a los vehículos especiales.
Hoy toca acampada salvaje en el bosque.
Me siento fuerte y hasta me parece que podría seguir un rato más. Tiene su explicación: El viento ha mudado a sur y me empuja por la cola.
Me paro para cumplir mi sueño: Acampar en un bosque de Laponia (junto a su lago, claro está).
Y si esto es un bosque junto al lago y estamos en Finlandia en verano sólo nos falta un elemento: los mosquitos. Si señor! Como un nubarrón de mosquitos te sigue a todas partes. Son mosquitos silenciosos, bastante tontorrones, que puedes dejar fuera de combate con un manotazo cualquiera. No pican muy fuerte. Pero son muchos. Muchos! Suerte que llevo el repelente. Me recomendaron la marca OFF. En los supers se ve todo un lineal lleno de repelentes de mosquitos: velas, mosquiteras, esprays, etc…
Y también me advirtieron de un problema singular: La toilette campestre. Va así. Al momento que con una mano te bajas el cullotte, con la otra te rocías las posaderas con el esprai repelente (Si, ya se que cuesta un poco dirigir bien el chorro del espray fuera del campo de visión, pero le vas pillando el truquillo). Porque en un santiamen «eso» se llena de mosquitos dispuestos a probar punteria en una diana franca y estática que les ofreces a su disposición. Esta claro que:
1.- Es esa situación uno no está para ir repartiendo manotazos a ciegas por la retaguardia.
2.- Como te cosan a picaduras las posaderas, mañana vas a tener un problema con el sillín.
Los bosques están recubiertos de un musgo de unos 10cm de grosor! Musgo + esterilla thermalrest = descanso perfecto.
Aún así, te despiertas a menudo, porque la luz, siempre la luz, está ahí.
Hay un tramo de carretera que sirve como aeropuerto de emergencia: De sopetón la carretera gana dos carriles, uno por cada lado y un arcés de más de 6 metros. Total unos 50 m de ancho. Aunque hay el aviso de radares, los coches se pegan unos carrerones de espanto en esa recta.
Miercoles, 18 de Junio
Al levantarme está lloviendo. Pero al poco rato para.
Desayuno en un café que encuentro a 1km de donde dormí. Aprovecho para comprar una bandera finlandesa y colgarla, como banderín de cortesía, en el mástil del carrito. Más o menos los precios son así: Café, 2 eur. Mini bocadillo de reno ahumado, 4,50eur. Mini bocadillo de salmón ahumado, 4,00 eur. Café y una rosquilla, 3,90 eur.
Y sigo para el Norte. Ahora mi objetivo es Kakslautanen.
Me olvidaba comentar un elemento más de las típicas casas de Noruega y Finlandia: La barbacoa. La que os he mostrado en las primeras fotos era pública. Las que son privadas suelen ser cerradas a 3 vientos o a 4 vientos. En este último caso, tienen una puerta de acceso. Acostumbran a estar muy bien decoradas y todo el banco en derredor está recubierto con cojines o con pieles de reno. La lumbre está en el centro. En una de estas durmieron Ramon y Zuzu un dia que estaba todo muy mojado en un camping de Noruega el pasado verano.
Por el camino me van parando. Han visto l’estelada en el mástil del carrito y los paisanos me paran a charlar un ratito, tomarse unas fotos e intercambiarse las direcciones. Después cada cual sigue su ruta. Ellos a su paso, en coche o moto, y yo al mio, mucho más sosegado.
Por la tarde paso enfrente de Tankavaara, un paraje aurífero! Aquí, antes y todavía ahora, se puede cribar el agua del rio para buscar pepitas de oro. Por 3 euros te prestan un equipo y puedes probar un rato tu suerte. Pero si lo tuyo es profesional, entonces pagas 18 euros y puedes trabajar todo un dia.
Y por fin llego a Kakslautanen, que es un resort magnífico situado en medio de la Laponia. Dispone de hotel, cabañas, restaurante y unas habitaciones muy monas -que les llaman iglús- porque tienen el techo formado por una bóveda acristalada. Así, desde la cama, puedes ver las auroras boreales. Aquí trabaja Raquel. Una gallega que tiene un espíritu libre y un corazón alegre. Ella respondió a una solicitud enviada por Couchsurfing buscando alguien que me diese la réplica para rodar un «anuncio» para las Legumbres Luengo. Me quedo a dormir en casa de Raquel. Estoy cansado. El viento dominante es de norte. Y te frena bastante
Jueves, 19 de Junio
Hoy es mi cumple: 52 tacos! Carme me puso un regalo en la montaña de cosas que debía cargar y yo me comprometí a no abrirlo hasta el dia de mi cumple. Junto al regalo, un plato/fuente plegable de silicona, encuentro también una carta. Carme me desea toda la suerte. Y un montón de besos. Raquel me regala una postal con una aurora boreal.
Por la mañana se pone a nevar. Luego para. Aprovechamos un momento soleado para grabar el «anuncio» para las lentejas. No os pongo fotos, ya vereis el vídeo. Preparo una gran cantidad de lentejas. Unas nos sirven para la comida y las otras se las queda Raquel (al táper!). Salgo para Ivalo.
Se pone otra vez a nevar. Y nieva fuerte. Se me están agarrotando las manos con el viento del norte. Hace frio (y lo dice Pau). En la gasolinera de Saariselka (un resort de esquí nórdico) paro a tomar un café y a comprarme unos guantes. Escojo unos que llevan pintados en el dorso una estrellita de hielo. 4,90 eur. Vaya! La mejor inversión de este viaje! En la cafetería hay un abuelito tomando café y leyendo el periódico. Salimos casi al mismo tiempo. Y observo que ha dejado, sin preocuparse, su coche justo delante del surtidor mientras estaba en el café leyendo el periódico. Nadie le ha recriminado nada…..
A medio km de la gasolinera, el viejecito me espera, de pie en la carretera y me hace una señal para que me pare. Me pide permiso para tomarme unas fotos. Conversamos un poco. Y al momento de las presentaciones me entrega una targeta: Peka Aikio, ex-presidente del Parlamento del Pueblo Lapón, ahora retirado. Me parece que es un poco como Jordi Pujol. Ha dejado la política pero sigue asistiendo a actos públicos o promueve alguna actividad cultural o social. Me explica que ha estado muchas veces en Euskadi. Le digo que, con la misma franqueza con que son reconocidos los finlandeses al hablar, lo invito a hospedarme en mi casa si la próxima vez que venga para el sur tiene la gentileza de pasar por Girona. En los ojos azules de este hombre había una luz.
Antes de llegar a Ivalo hay uno de los pocos puertos con que te encuentras en esta Finlandia tan llana: 360 metros. Bastante durillo de subir, con el carrito y el viento de cara. La bajada es muy larga. Veo renos y más renos, pero ya no los fotografío. Un carril bici segregado me permite ciclar tranquilamente los dos últimos km antes de Ivalo. Llego al camping, Ivalo River, hacia las 8. Aquí estuvo alojada mi hermana Júlia el pasado verano. Ella hacía trekking por los inmensos parques naturales de la zona. Me dejan una cabina por 20 euros (no hay demasiada gente y más vale rebajarlas un poco y no perder el cliente…).
Son las 11 de la noche. Me espero un poco más para fotografiar el sol de noche. Compruebo que las fotos no salen bién.
Necesitaría un filtro y un control muy bueno de la velocidad de obturación y el diafragma para conseguir un buen efecto. Pero al rato doy con la solución: Esto es el sol de medianoche.
Dos chicas finlandesas se van risueñas al café del Camping, que cierra a las 2:00 am. Detrás suyo, dos mocetones rusos, con las cañas de pescar en la mano, se bajan al lago. La luz continúa, la vida continúa…..
Viernes 20 de Junio
Amanece lloviendo. Y esta vez se va a contradecir lo del clima británico, porque no va a parar de llover y llover. Me espero un poco, pero cada vez veo más claro que el panorama no va a cambiar. Salgo y me propongo llegar a Inari. Son 38km.
Estos 38 km me cuestan un montón. Llueve, hace viento, hace frio. Y los coches salpican al pasar. No me he puesto las lentillas, menos mal, porque algún vehículo me ha proyectado agua sucia de la carretera a la cara. A medio camino encuentro un café. Me ofrecen carne de reno con patatas y un café por 10 euros. Acepto!
Estos tan majos son la pareja que atiende el café.
Ya sólo me falta la mitad. Sigue el viento y la lluvia, que no pararán hasta las 6 de la tarde. Al llegar al camping descubro que la bolsa del carrito no es completamente impermeable. Impermeable es un calificativo que no debería admitir matices ni gradaciones. Si se cola el agua: No es impermeable. Así que cambio la opción y pido una cabina. Esta me cuesta 30 eur. pero es más grande. Así que cuelgo de cada saliente, pomo, maneta, remate, estante, etc… todo lo que está mojado. La cabina parece un bazar oriental! Aprovecho para contratar también una sauna.
La señora mayor de la cabina contigua a la mia me comenta que ella estuvo en España de jovencita -y se le escapa una sonrisa pícara- eso fue por los años 60. Me va contando el nombre de algunas playas que recuerda…. Dios santo! He dado con una de esas «suecas» que vinieron a España. Por unos momentos me vienen a la cabeza todas esas películas de Landa, Esteso y Pajares…. La señora es muy dicharachera. Me pregunta que como es posible que no lleve pantalón largo. Que si quiero, me puede prestar uno de su marido.
Al final le pido permiso para rodar un poco de vídeo. La señora me cuenta como se preparan las lentejas en Finlandia: Con cebolla. Me preparo la cena y Jopetas! me olvidé de la bolsita de especies en Ivalo. Ahora no tengo ni sal, ni ajo, ni orégano, ni laurel, ni pimienta, ni tomillo…. ¿Se puede vivir así?
Sábado, 21 de Junio. Johannus.
La sauna me sentó de maravillas. Se trata de seguir un ciclo de sauna, ducha o baño frio, que se repite 2 o 3 veces y al final se termina con una ducha caliente. Para el baño frio opté por el lago Inari
Por la mañana sigue lloviendo. Me levanto temprano porque hay una posibilidad de tomar un bus que me lleve a Kirkenes. El bus, que es discrecional, al final no sale. Mientras estoy en el Hotel -donde debería parar el bus- para un taxi, entra un tipo bastante cocido y pregunta si ese es su hotel. La recepcionista le dice que no. El tipo le pega un trago largo a la botella y se vuelve a taxi a probar en otra parte si hay suerte y da con el hotel de donde salió la noche anterior. Los borrachines son toda una institución en Finlandia. Los Suecos van a beber a Noruega, Los Noruegos van a beber a Finlandia, Los Finlandeses van a beber a Estonia… creo que este es el orden correcto.
Hoy es fiesta: Johannus, el solsticio de verano, la fiesta de mitad del verano y, como nuestro San Joan, se encienden hogueras en la vigilia. Me comentan que el verano está resultando muy frio. El anterior verano sí que fue bueno (Vaya suerte, Mustaros!)
Es muy temprano. En Inari está el museo de cultura Lapona más importante. Pero no abrirá hasta casi 2 horas más tarde. Así que me lo pienso, repienso, lo vuelvo a pensar y decido continuar bajo el agua. Salgo para el norte.
Empieza a llover, a nevar. Cae granizo. El viento del norte lanza la nieve y el agua hacia mi cara. Se me están mojando los guantes. Llevo casi dos horas así, en la carretera, luchando contra el viento y la nieve. No me asusto fácilmente. Pero esta vez me está costando mucho continuar. Veo un café y paro. Son unos tenderetes atendidos por una pareja lapona: Josefina y Gabriel. Paro y pido café. Estoy tiritando de frio. Tengo toda la ropa mojada.
Josefina y Gabriel me hacen pasar al interior del tenderete, donde tienen una pequeña vivienda. Me ponen una estufa delante. Gabriel me pide que me saque la ropa mojada y me presta un capote para que me abrigue. Josefina me prepara café y una especie de crep con mermelada de bayas para que coma. No sé cuanto rato estuve tiritando delante de la estufa. Cuando las manos recuperan la sensibilidad me tomo el café y el crep. La ropa, tendida sobre la estufa, se ha ido secando. Josefina me pide que vaya al tipi que tienen al lado donde Gabriel ha encendido fuego. Gabriel me dice que no tenga prisa. Que me quede el tiempo que sea necesario. Y, si me conviene, me puedo quedar a dormir aquí. El tipo tiene unas largas barbas blancas y es muy bromista. Nos sacamos fotos lo más payasas que se nos ocurren. Gabriel tiene nombre de ángel.
Evidentemente, Josefina no quiere tomar el dinero que le ofrezco. «No money» me dice. Estúpido dinero. Le regalo un paquete de lentejas.
Lo siento, amigos del foro, yo me emociono. Los abrazo a los dos y aprovecho que paró de llover para seguir hacia Kirkenes. Por el camino voy pensando en Gabriel y Josefina. Yo ando metido en warmshowers y Couchsurfing, que son dos hospitalidades regladas, pactadas. Pero esa acogida franca, espontánea de esta pareja lapona me desconcierta. Gabriel es nombre de ángel.
Unos pocos kilómetros más adelante dejo la E75 y tomo, hacia el oeste, la 971. Esta es una carretera secundaria, con poco tráfico. Aquí las distancias entre sitios vuelven a ser considerables. Esta muy deshabitado. Vuelvo a alquilar una cabina en el camping de Partakko, porque mi saco de dormir todavía no está completamente seco.
Este es otro buen sitio para ir a pescar. Se acerca una barca al muelle. Me intereso por sus capturas. Está clarísimo que no hablan inglés. Pero comprenden muy bien mis palabras. Padre e hijo me muestran orgullosos sus capturas.
Los finlandeses aprecian mucho la vida en la naturaleza. Un dia de caza o pesca es una jornada realmente especial que se termina asando las capturas a la lumbre. Aprovecho para volver a grabar unos minutos más para las Lentejas Luengo. Mi idea de mezclar la típica alternancia de pasta y arroz con las lentejas está resultando muy interesante.
A la hora de retirarme me doy cuenta que el papá pescador se ha caído en las escaleras de su cabina. Su hijo le está ayudando a incorporarse. Dejo lo mio y salgo a socorrerle. Cuando estoy más cerca veo, en la mano del padre, la botella vacía. El chaval mira con unos ojos tristes el balanceo de su papá ahora sentado en el porche de la cabina. Algo se me retuerce en la tripa.
Domingo, 22 de Junio
Hoy es domingo. Me levanto temprano pero está lloviendo ahi afuera. Así que voy desayunando y recogiendo todas las cosas esperando que el tiempo cambie. A las 10 escampa. Y yo continuo por la 971 hacia el norte, hacia la frontera con Noruega. Me cruzo con una pareja inglesa que viene de vuelta desde Cabo Norte. Son mayores que yo. Lo que me alienta: Todavía me quedan algunos años…!
La 971 es una carretera monótona. Quizás porque no hay pueblos. Casi, casi no hay ni «sitios». Sólamente bosques y lagos. Las distancias se indican en un panel azul cada 10 km. En Sevetiijarvi hay un museo de la cultura lapona. Lo atiende Yarno. Me explica muchas, muchas cosas sobre la cultura lapona. Me cuenta que la enseñanza en Lapón era obligatoria en la región, pero que ahora son los padres los que deciden en que lenguas se escolarizan los hijos. Finlandés y sueco son obligatorios A el, no le parece bién. A mi tampoco: Este truco del almendruco -que viene de muy antiguo- ya me lo conozco. Cruzo la frontera a eso de las 10:30 de la noche. Y media hora más tarde llego al Camping. Hará unas 3 horas que cerró la recepción. Pero veo alguien recogiendo en el interior del local. Golpeo el cristal y me abren. Quedamos que les entrego mi DNI para que me registren y el checkin ya lo haré mañana. La noche está hermosa. Aprovecho para fotografiar la Megamo a la luz del sol de medianoche.
El camping tiene sauna. Pero está cerrada con llave. Unos tipos con pinta de leñadores tienen la llave y se disponen a entrar. Me presento y les pregunto si yo también podria tomar una sauna. Me dicen que sí, pero después de ellos… a menos que no me importe tomar la sauna juntos. Y, hala, los tres en porretas sudando y sudando. Los dos tipos pensaban que el catalanet no se metería en las aguas del rio (6ºC). Pues esta sauna aún me sentó mejor: Un rato relajante y una conversación muy amena. Pasada la una de la madrugada me meto en la tienda. La luz de la mañana se cuela por debajo de la tienda.
Lunes 23 de Junio
Por la mañana amenaza lluvia. Desmonto la tienda y…. ¿Os he hablado del alto índice de suicidios de Finlandia? En el camping comentan que había bajado al rio a pescar.
Voy a desayunar y a pagar el camping. En el comedor, todas las paredes están llenas de fotos de pescadores con capturas impresionantes. No se que peces son, pero algunos son más grandes que el pescador! Se pone a llover. Y por el camino voy descubriendo que Noruega irá de otro palo. Aquí la carretera sube y baja las colinas sin demasiadas concesiones. Tiran recto! Son elevaciones entre 60 y 100 metros. Me encuentro con un ciclista alemán. Está recorriendo la «Iron Curtain Trail» que coincide con mi trazado en unos 200km. Hasta resulta que tenemos la misma guia editada en Alemania! Hay que ver como viaja el personal: Ortieb, Kona, Rollhoff… vaya, Full equiped!
Por la carretera empiezan a aparecer avisos intrigantes. Aunque no sepas nada de inglés ni de noruego está muy claro que no estás en una zona de acampada…
Y es que esta es una frontera «caliente». Durante muchos años sólo hubo un caso de frontera común entre la URSS y un país de la OTAN: Los 196km de frontera entre Noruega y la Unión Soviética (hoy Rusia). Si bien sus habitantes se consideran del Finmark y todos tienen familia y ascendientes en cualquiera de los tres paises -Finlandia, Noruega y Rusia- la política internacional siempre ha considerado este punto como una zona estratégica, como podría serlo Gibraltar o la Península del Sinaí. La zona, en pocos años, fue de la Corona Sueca, luego Finlandia, luego Rusa, después Noruega, la invadieron los alemanes, la recuperó el ejercito Rojo…. En todas partes se pueden encontrar restos de la Guerra de Invierno y de la 2GM. Aunque hay caminos, hasta carreteras, que cruzan de Finlandia y Noruega hasta Rusia, todos te recomiendan que, ni poseiendo el visado, se te ocurra cruzar por un sitio que no sea un paso fronterizo controlado. Ni de broma.
En muchos lugares se ven monolitos y monumentos recordando la ayuda del ejercito Rojo en la liberación de Noruega. El ejecito noruego sólo resistió 6 semanas en lo que fue otra campaña triunfal del ejercito nazi.
Ahora que me acuerdo. Aquel tipo que bajó a pescar al rio… dejó su traje colgando de la tienda.
Llegando a Kirkenes os cruzareis con una via férrea. Es la segunda via férrea más septentrional que existe (la primera está en Rusia). Sirve para bajar el mineral de hierro de una mina próxima hasta el puerto de Kirkenes. Tanto la mina como el puerto son dos elementos estratégicos más. El mineral que se extrae es de una calidad excelente. Los últimos km son por carril bici.
Y, por fin, llego a Kirkenes! Por primera vez en muchos dias veo un pueblo con las calles rectas y aspecto de «reglado». Esto ya no es el mundo rural finlandés.
Aquí me voy a alojar en casa de Enrique. Enrique es un tiparrón que medirá 1.80 y debe pesar más de 130kg. Su piel caribeña, su barba muy bien recortada, le dan un aspecto como de cantante de reguetón. Su padre era de Valencia y se casó con una mujer negra en Venezuela. Enrique es un tipo muy viajado. Habla castellano un poco spanglish (tipo » …dejé el auto parqueado ahí»). Se vino a vivir a Noruega hace 6 años. Que suerte la mia! Dar con una persona como esta. Me responde todas las preguntas, conoce perfectamente como funciona Noruega. Y si es grande como persona también lo es su generosidad. Espléndido. Estaré en casa de Enrique dos dias. No sólo es miembro de Couchsurfing sino tambén de otra hospitalidad, Help, para ayudar a personas en dificultades.
Martes, 24 de Junio
Lo primero que se descubre en Noruega es que es cara. El precio de las cosas estará entre un 300 y un 400% más caras que en Catalunya. Ya no te digo si lo comparas con los precios de otras regiones como Andalucía o Extremadura.
Unas fotillos?
Esto es Andersgrutta, un refugio de la 2GM. Kirkenes fue bombardeada en 320 raids. Creo que fue más bombardeada que Dresden!
Esta es la iglesia ortodoxa.
Esta es la ambientación de un café de Kirkenes. Esto parece un zurrón antiguo del que sale un periódico viejo.
Si nos acercamos más veremos que, curiosamente, el periódico habla de la Batalla del Ebro!
Esta es una vista de Kirkenes. Todo muy ordenado. Los Noruegos, como los Suecos, consideran de una ordinariez absoluta cualquier muestra de ostentación. La discreción y la humildad son señal de educación.
Este el el primer grafitti que veo en este viaje.Tiene disculpa.
Kirkenes es la típica ciudad de frontera. El paso de gentes y mercaderías es considerable. Por la tarde fui a visitar los bunkers y los nidos de ametralladora que aparecen por doquier en la ciudad. Mañana voy a rodar otro anuncio de las lentejas con Rakel (tambien), de warmshowers. Pero esta mozuela tiene más aspecto de escandinava y resultó una gran comediante. El anuncio quedó genial.
Viendo 15 entradas - de la 1 a la 15 (de un total de 98)