Cuando yo era chico recuerdo a mi padre preparando la maleta y salir de casa pertrechado con un grueso abrigo y un gorro de astracán. Mi padre era ingeniero y hubo un tiempo que la empresa donde el trabajaba estuvo haciendo tratos con Los Finlandeses. Desconozco si mi padre les vendía maquinaria o les compraba acero. Solo recuerdo, yo era inpuber, que mi padre pasaba alguna semana fuera de casa haciendo negocios con ese ente indeterminado que eran Los Finlandeses.
Las cosas que mi padre nos traía y los relatos que nos contaba a la vuelta fueron creando en mi la imagen de un mundo distinto al nuestro que cada vez ansiaba más de conocer. Este año empiezo a notar los síntomas del "Síndrome del Nido Vacío". No creo que sea nada grave. Supongo que viajando más en bici lo tendré controlado...
Creo que es bueno marcarse una serie de objetivos, goals, al diseñar un viaje en bicicleta. Algunos serán concretos, como llega o pasar por algún punto determinado. Y otros más genéricos que se irán consiguiendo a lo largo del viaje.
Los mios son:
Ver la luz del sol de medianoche.
Acampar por libre en los bosques de Finlandia.
Acampar por libre en algún fiordo noruego.
Tratar y conocer los habitantes de una región tan deshabitada como es Finmark.
Escoger, en lo posible, las rutas menos concurridas.
Conocer los escenarios de la Guerra de Invierno y de la 2GM.
Llegar a Cabo Norte.
Pasar a visitar un coleccionista de hornillos, como yo, que vive en Vadso (No).
Bañarme en las aguas del ártico.
Ciclar de noche (con la luz del sol)
Preparar unos buenos vídeos para Legumbres Luengo y unas buenas fotos para Megamo (no les podría llamar patrocinadores sino colaboradores, cuando no amigos).
Aprovechar todas esas horas de silencio para un mayor crecimiento personal.
Y visitar las paradisíacas Islas Lofoten.
El último me queda pendiente. Los otros, en menor o mayor grado, conseguidos!
Domingo 15 de Junio
A las 4:15 de la madrugada salimos de casa Carme y Yo para ir al aeropuerto de Barcelona. Facturo la bici, el saco del carrito y a las 8 parto en el avión hacia Helsinki y Rovaniemi. Llego a destino a media tarde. El aeropuerto de Rovaniemi es demasiado pequeño para disponer de una zona de recogida de equipajes especiales (esquís, tablas de surf o sillas de ruedas). Por arte de magia aparece mi bicicleta en medio del hall. La caja se ve muy maltrecha. Creo que le han aplicado el Método APS para Gestión de Bultos (A Patadas System). A pesar del sumo cuidado con que fue embalada y acondicionada para el viaje, la bici llega con golpes y rayaduras.

Armo el carrito y la bici y me dirijo al B&B Borealis de Rovanimei (más que correcto. Muy amables. Cerca de la estación de tren). La señora que lo atiende me entrega el paquete que me envié desde Girona. En el van 2 kg de lentejas Luengo, un hornillo de gasolina (a veces dan problemas en los aeropuertos) y dos ristras de chorizos (muy hermosos...).
Por recomendación de la chica que atiende el B&B ceno en la pizzeria Koti. A las 9:30 estoy ya en la cama porque tengo sueño pendiente. Y ya se aprecia que aquí, por estos dias, no va a oscurecer.
Lunes 16 de Junio
Después de desayunar tomo la carretera 4, E75, hacia el norte. A la salida de Rovaniemi, esta carretera es una autopista. Pero dispone de una via segregada que te permite rodar con seguridad.
Lo de Santa Claus en Rovaniemi es toda una institución: Hay un Santa's Park, un Santa Claus Village, un Hotel Santa, esculturas de renos y tallas del barbudo por todas partes. El abuelo del gorrito aparece en bolsas de la compra, revistas, rótulos de tienda, etc.

Equipación para la ocasión: Mallot y culote rojos, gafas redondas, un gorrito rojo y blanco con bolita en el extremo y un cojín en la tripa para que mi esbelta figura se parezca a la de Santo obispo Nicolás. Y pertrechado así me dirijo a la recepción de la casa donde vive Santa Claus para pedirle si me permitiría trabajar un par de horas como Santa's assistant, en plan voluntario, respondiendo las cartas que le llegan en Catalán o Castellano o preparando unas respuestas tipo para cada caso. Y, hala, sense manies, hacia adentro. La señora de la recepción, a quien expongo mi idea, me sugiere que lo hable directamente con Santa. Santa está sentado en una especie de trono. Y al saber que vengo de cerca de Barcelona me suelta un "Així que tu ets català...". Por un momento me parece que bajo esas barbas larguísimas se esconde un Jordi o un Pere.... Sin dejar el catalán enseguida sale el tema de Messi. Parece que mi propuesta para convertirme en Santa's assistant no le interesa demasiado. Pero, os lo aseguro, este tipo tiene un don de gentes brutal!
(Para los que opineis que no es creible que Pau -que es un tipo raro, si, que va con sandalias y construye iglús- se haya presentado disfrazado de papá noel en la casa de Santa Claus os pondré en breve el link con el vídeo demostrativo)
Sigo para el norte. Esta E75 es LA CARRETERA. Es la via fácil para llegar a Cabo Norte a través de Finlandia. Por eso se ve una gran cantidad de motards, autocaravanas y mucho tráfico pesado. Hasta Sodankila, unos 100km, no hay prácticamente pueblos. Hay "sitios". En estos sitios puedes encontrar una gasolinera, un supermercado, y a veces un cámping... Y eso es todo. Casi todos estos servicios están dimensionados, no para la población local, sino para el gran número de turistas y camioneros que circulan por esta carretera. En algunos tramos hay un carril bici segregado construído aprovechando el antiguo trazado de esta via.
La carretera va por el bosque, que sólo se ve alterado por los lagos. Muchos, muchos lagos. En uno de ellos me paro a comer. Genial: El agua que compré para cocinar es con gas! (Mis conocimientos del idioma Finlandés son muy limitados...).
Es que esto del Finlandés es muy complicado. Las lenguas de Escandinavia tienen declinaciones. Finlandés, Noruego y Sueco son parecidas -aunque sean lenguas distintas-. Las tres lenguas laponas, ya son de otro palo. Hay nombres de calle que cuestan de leer (para nosotros, claro está).
Mientras estoy comiendo en la barbacoa pública, unos operarios municipales traen una carga de leña para que el que quiera pueda disponer libremente para cocinar en la barbacoa.
A las 7 de la tarde paro en el Camping Korvalan. Acampar me cuesta 9,50 eur. Pero si te gastas 55 tienes una casita, con wc, ducha y UNA SAUNA (Ideal parejas). Al igual que el B&B, los cámpings tienen una cocina a disposición del cliente. En algunos establecimientos, la cocina está perfectamente equipada.
Leonor, tu serás SIEMPRE la princesa...