Muchos de vosotros la conocéis, seguro que la habéis hecho un montón de veces, pero la Vía Verde de la Val de Zafán es tan bonita, tan variada, que he pensado que merece la pena hacer una crónica sobre ella, por si alguno que aún no la conoce se anima a hacerla.
La Val de Zafán era un antiguo tren cuyo recorrido se construyó para conectar Aragón con el mar (la idea era conectar La Puebla de Híjar con Sant Carles de la Ràpita, pero nunca llegó a aquí, se quedó en Tortosa). A pesar de que se puede decir que la vía verde es una sola, en realidad está dividida en tres tramos: el del Baix Ebre, el de la Terra Alta (ambos catalanes) y el aragonés (Camino Natural de la Val de Zafán). Yo ya conocía la parte catalana, pero desde hace bastante tiempo tenía pendiente hacer la parte aragonesa. Íbamos a hacerla el año pasado pero una inoportuna fractura de clavícula se interpuso. Este puente de Todos los Santos, un año y medio después, era el momento perfecto para ir a por ella, buscando el sol que en muchos otros lugares iba a ser esquivo. Ahora por fin tengo una idea global de toda la vía verde, y ahora ya puedo decir con conocimiento de causa que es una vía verde que me encanta.
Nuestro plan fue hacerla en tres días: el primero de Tortosa a Valderrobres, el segundo de Valderrobres a Alcañiz y el tercero, ya sin entretenernos demasiado, hacer el camino de vuelta entre Alcañiz y Tortosa. Y nos fue de perlas.
1ª etapa: TORTOSA-VALDERROBRES (73 Km y 790 m de desnivel acumulado)
Tras un buen madrugón llegamos en coche a Tortosa, donde desayunamos. Tras eso fuimos en busca del Ebro. No pudimos estrenar la nueva pasarela (por donde antiguamente pasaba el tren) porque aún no están terminados los accesos, pero en un futuro próximo podrán (podremos) cruzar el río por aquí tanto peatones como ciclistas.
Nosotros tuvimos que hacerlo junto a los coches, pero el puente estaba tan tranquilo que Kim pudo incluso hacer fotos en marcha.
El inicio de la vía verde (hay que conocerlo para encontrarlo a la primera) fue de lo más plácido, llano y entre naranjos.
Toda esta primera parte de la vía verde coincide con el GR-99, el Camino Natural del Ebro. El inmenso cariño que le tengo a este río hace que siempre me resulte placentero pasar por aquí.
A diferencia de otras vías verdes en las cuales todas las antiguas estaciones están abandonadas y semiderruídas, en la Val de Zafán hay unas cuantas en estado impecable, como la de Aldover, transformada en un restaurante.
Al paso por Xerta nos desviamos un poco de la vía para hacer una pequeña visita al pueblo, en cuya iglesia hay un limnígrafo donde están apuntadas las diferentes inundaciones que ha sufrido el río.
La antigua estación de Xerta, ahora Centro de Interpretación del Ebro, es otra de esas estaciones en estado impecable.
Conforme pedaleábamos íbamos encontrando novedades respecto a la última vez que pasamos por aquí, como este curiosísimo reloj de sol.
Allí mismo han construído un mirador elevado para poder contemplar a placer el Assut de Xerta (el lugar donde nacen los canales derecho e izquierdo del Ebro).
El Ebro, nuestro acompañante durante unos cuantos kilómetros, hizo que no pudiera dejar de mirar a la derecha, jejeje.
Una nueva estación viva: la de Benifallet. El edificio principal está ocupado por un restaurante (comimos allí el tercer día, y de maravilla), pero además hay un edificio reconvertido en pensión y otro en albergue. No hay duda de que la vía verde es un auténtico reclamo turístico.
A partir de allí nos fuimos separando del Ebro, al mismo tiempo que entrábamos en la zona de más túneles de la vía verde, la de la Terra Alta.
Habíamos dejado atrás un río, el Ebro, pero a partir de entonces acompañamos a otro: el Canaletes, un pequeño y alegre río que se abre paso entre impresionantes roquedales.
El tramo que discurre por el río Canaletes me encanta. Además tiene muchos lugares de interés, como las cristalinas pozas para bañarse en verano, o el santuario de la Fontcalda (en la foto). Merece la pena bajar hasta él para probar sus cálidas aguas (surgen a 28ºC).
Tras pasar el desvío a la Fontcalda la siguiente estación es la de Prat de Comte.
Hasta entonces nos habíamos cruzado con pocos ciclistas, pero ahora ya comenzábamos a ver grupitos, la cosa se animaba…
Antes de llegar a Bot la vía verde hace un gran bucle. Gracias a esto a nuestra izquierda se distinguían perfectamente los lugares hacia donde nos dirigíamos: el pueblo de Bot y la inconfundible montaña de Santa Bárbara.
Estábamos en la Terra Alta, comarca que tiene una propuesta cultural, «Art al Ras», que salpica de esculturas artísticas toda la comarca. La vía verde no es ajena a esta propuesta, y aquí podemos ver una de las esculturas, una reproducción en hierro de un billete del tren de La Val de Zafán.
No todo son túneles, también hay viaductos tan bonitos y espectaculares como éste entre Bot y Horta de Sant Joan.
Varios ciclistas ya nos lo habían advertido: justo antes del túnel de Horta de Sant Joan había habido un desprendimiento (días antes había diluviado por allí). Lo que no esperábamos era encontrar semejantes pedrolos… Sin duda era algo reciente, porque ni siquiera estaba todavía cortado el paso. Nos costó pasar con las bicis.
Como queríamos comer en Horta de Sant Joan tuvimos que desviarnos de la vía verde. Ese pueblo, esos paisajes, esas montañas, sirvieron de inspiración al mismísimo Picasso, ¿cómo no íbamos a quedarnos nosotros encandilados?
Y si además, junto a esos paisajes, pones una bici con alforjas, ya tienes la postal perfecta…
Tras comer en una terraza de Horta de Sant Joan bajamos de nuevo a la vía verde. Como hacíamos continuas paradas para hacer fotos íbamos adelantando a una familia ciclista, que volvía a pasarnos cada vez que parábamos. La nena, una chiquituja a la que no echo ni tres años, pedaleaba sin parar, incluso en subida, era una auténtica delicia verla. En uno de tantos adelantamientos me dirigí a ella «¡pero bueno, qué bien pedalea esta moza!», «es que es una txapelduna», me dijo su madre, «¿una txapelduna, eres vasca?», «sí, de Pamplona», volvió a contestarme su madre, porque ella bastante tenía con darle a los pedales, «y como buena navarrica, es cabezona, si dice que lo hace, lo hace», algo de razón tenía con eso, jajaja.
Ya estábamos en tierras aragonesas y habíamos dejado atrás Els Ports, con sus inconfundible Rocas de Benet.
Habíamos decidido alojarnos en Valderrobres. Hacía años que habíamos pasado por allí, pero con lluvia y poco tiempo para entretenernos. Nos quedamos con ganas de conocerlo con un poco más de calma, así que ésta era la ocasión perfecta. Para llegar hasta él (nos separaban unos seis kilómetros) abandonamos la vía verde a la altura de la estación de Valderrobres. Allí cogimos una pista que nos llevó hasta la carretera.
Carretera que abandonamos poco después para coger una pista asfaltada que nos llevó de manera muy directa hasta el pueblo. Fuimos directos al hotel, queríamos ducharnos rápidamente y aprovechar los últimos rayos de sol para visitar el pueblo. El hotel (Hotel El Salt) resultó una estupenda elección: una habitación muy cómoda, un buen desayuno y unas vistas espectaculares al pueblo, todo por 50 euros la habitación. Muy recomendable.
Valderrobres nos dejó muy buen sabor de boca. Había merecido la pena acercarnos hasta allí.
2ª etapa: VALDERROBRES-ALCAÑIZ (52 Km y 447 m de desnivel acumulado)
Amaneció otro día estupendo, así que nos despedimos de Valderrobres desde su precioso puente de piedra, con una sonrisa en la cara.
Para volver a la vía verde seguimos de nuevo la pista asfaltada del día anterior, una monada de pista.
Ya de nuevo en la vía verde se notaba a las claras las diferencias con las vías anteriores (la del Baix Ebre y la de la Terra Alta): ya no había asfalto sino fina gravilla (muy cómoda), el paisaje era diferente, dominaban los pinos, apenas había curvas, abundaban las vallas de madera… era curioso ver las diferencias.
En toda la parte aragonesa tan sólo vimos una antigua estación en uso… ¡pero menuda estación! Se trata de la de Torre del Comte, reconvertida en hotel de cuatro estrellas (La parada del Compte)… ¡guau! Perfecta para ciclistas pijos estilo pollo11, jajaja. Entramos a echar un vistazo, y la verdad es que es un hotel precioso, muy tranquilo y muy acogedor.
Nos acercábamos al río Matarraña, un tramo que me encantó.
Desde el víaducto sobre el río se veía un paisaje de lo más relajante.
¡Qué tranquilidad! Por allí no se veía ni un alma, esta parte es mucho menos turística de modo que no puede ser más relajante pedalear por allí.
En la estación de La Vall del Tormo, abandonada, paramos para comer algo.
Teníamos el viento en contra, así que aunque hacía buena temperatura nos resistíamos a quitarnos el jersey.
Había tramos en los que la vía verde quedaba encajonada entre taludes de tierra y roca. Con esa luz adquirían un brillo especial.
Antes de llegar a Valdealgorfa hay un túnel derruído, por lo que la ruta se desvía para esquivarlo. No se puede negar que el desvío está bien señalizado.
Al ser un tramo compartido con coches se recomienda circular en linea… No fue lo que hicimos, ya que no se veía un coche ni por casualidad.
Este tramo del desvío me pareció precioso, bonito entorno y sube-bajas entretenidos.
Al llegar a la estación de Valdealgorfa es donde se retoma el trazado original de la vía verde.
El último tramo, entre Valdealgorfa y Alcañiz, es el más monótono (además la pista es de grava más gruesa, y por tanto más incómoda).
Tras una larga recta llegó la recompensa: Alcañiz, a cuyo centro llegamos de la forma más sencilla y bonita: siguiendo el camino a la orilla del río Guadalope.
Al llegar a las torres de la muralla sabíamos que ya teníamos cerca el hotel (Hotel Senante, sencillo hotel de carretera, 51 euros la habitación, sin desayuno).
Esa etapa había sido corta. Lo habíamos planificado así para tener toda la tarde libre para visitar la ciudad, una interesante ciudad con muchas cosas para visitar: la excolegiata de Santa María la Mayor…
…con su impresionante portada.
Bonitos rincones…
La plaza de España, con su lonja y su ayuntamiento…
O el castillo de los calatravos, hoy parador nacional (bonito lugar para alojarse, pardiez).
Tras visitar éstos y muchos otros lugares disfrutamos de una preciosa puesta de sol desde el camino de ronda.
Como he dicho, un lugar interesante, Alcañiz.
3ª etapa: ALCAÑIZ-TORTOSA (103 Km y 641 m de desnivel acumulado)
La tercera etapa no tuvo más misterio que «despedalear lo pedaleado» , así que no os voy a aburrir más de la cuenta. El tiempo cambió radicalmente, cuando nos levantamos estaba lloviendo, pero una vez sobre las bicis ya apenas nos cayeron cuatro gotas. Por eso salimos de Alcañiz con chubasquero y fundas en las alforjas, pero enseguida tuvimos que quitar todo, porque el tiempo mejoró rápidamente.
Tan sólo os contaré un par de anécdotas de esta jornada. En una parada, en la estación de Horta de Sant Joan, descubrimos que la cubierta trasera de la bici de Kim tenía un tremendo alambre bien incrustado: lo sacó, y la cubierta como si nada: una nueva prueba de lo magníficas que son las Marathon Plus.
Al llegar al túnel de Horta de Sant Joan descubrimos que, lógicamente, lo habían cortado debido al desprendimiento. Como ya lo teníamos previsto, hicimos una variante por una pista asfaltada que une Horta de Sant Joan con Bot (pista que conduce a las bonitas Olles de Bot (unas pozas donde en verano te puedes dar unos baños que no veas). Resultó una variante bien bonita.
Desde esta variante se podía ver, desde arriba, el desprendimiento junto al túnel. La verdad es que impresionaba, con rocas en la pared que se veía que podían caer en cualquier momento, y la gente obviando la prohibición del paso, bufff…
Una vez que nos vimos rodeados de naranjos sabíamos que ya estábamos a punto de llegar.
Y de nuevo estábamos cruzando el Ebro en Tortosa. Ya habíamos terminado, ¡iujuuuuuuuuuuuuuuu!
En fin, poco más que añadir. Que es una vía verde preciosa, Baix Ebre, Terra Alta, Comarca del Matarraña… ¡qué más da, todo es Vía Verde de La Val de Zafán!
A mi me esta vía verde me encantó (yo solamente hice de Arnes a Tortosa) ya que además la pude hacer en solitario un día entre semana y no me encontré absolutamente a nadie, lo cual le dio doble encanto. Lo que no me gustó es el inicio (o final según el sentido en que se haga) en Tortosa. Me dio una sensación muy triste de dejadez, sin ningún tipo de cartel o similar que indique el origen o final y teniendo que salir de la vía verde en un polígono industrial por el roto de una valla como un vulgar delincuente. Otra cosa es como la mano de los amigos de lo ajeno había hecho mella con su presencia con la sustracción de las células fotovoltaicas de los túneles, pero por lo demás, un gran itinerario. Creo que está en proyecto una fase para adecuar el trazado para hacerla llegar al mar…
El sabado estuvimos en el Balneario de la Fontcalda y recorrimos la via verde hasta el desprendimiento, tirando de los niños con el Trail gator a la ida y ellos solos al regreso. 28km hasta la hora de comer.
El desprendimiento de Horta de San juan no hace falta alejarse de la via mucho. Justo a 300m del desprendimiento han habilitado un paso por un campo de olivos, que sale a una carretera asfaltada, es decir solo hay que dejar la via la zona del tunel o poco más. Igual 1 o 2km. No hace falta ir a Bot por carrtera.
LO MALO Y AVISO A TODOS.. es que ha habido un corrimiento de tierras en uno de los túneles entre Pinet del Brai y la Foncalda y la via esta cortada sin posible alternativa. Hay que retroceder has la estación de Prat del Comte, subir un pequeño puerto de 3km, bajar 1km (todo ello por asfalto) e ir por carretera hacia Pinet del Brai y empalmar en la estación.. total una buena vuelta.
Lo peor es que la mayoría de los ciclistas andaban perdidos, Mientras comíamos en la Fontcalda se acercaron hasta 3 grupos a preguntarnos como salían de allí.. ya que unos habían dado la vuelta por Gandesa hasta el balneario, otros no sabían seguir, etc..
Yo esta via la he hecho desde donde empezaba, en la Puebla de Hijar, aunque los primeros 50km no habia via ni na de na. Luego el tramo desde Valdealgorfa estaba sin arreglar y nos costo mucho avanzar. Ahora es una gozada hacerla.
A ver is arreglan los tuneles, porque sino es una putada grande y más si vas con niños o similar y hay que meterse por la carretera.
El domingo dormimos en el área de acampada de la Franqueta de Horta de San Juan. Hicimos un recorrido en BTT salvaje, por senderos y pistas embarradas… casi todo por senderos. Acabando atravesando el rio de los Estrets en Arnes, siguiendo un buen tramo del recorrido de las ‘Estelas del Sur’ que hicisteis el año pasado.. Solo fueron 25km pero nos costo sin parar casi 4h.. imaginar como fuerón.. con una pequeña caida incluida sin consecuencias graves.
Gracias Sargantana por esta bonita crónica. Recorrimos este mismo camino y alargamos un poquito hasta Deltebre en mayo pasado. Añadir solamente que optamos por ir en tren (regionales sin problema para las bicis, ¡por una vez!). Barcelona – Monzón, de allí un corto recorrido por carretera de 25 km. hasta Alcañiz con buen arcén aunque es una nacional y tiene algo de tráfico. Al final del recorrido que hicimos en 2 días dormimos en el albergue de Deltebre y de allí 9 km hasta la estación de Sant Jaume d’Enveja para volver a BCN.
Hola, como ya te dije os crucé a la altura de Aldover y cuando me vine a dar cuenta ya era imposible alcanzaros, me alegro mucho de que os lo pasarais tan bién y espero poder saludaros personalmente en otra ocasión. Un abrazo desde Tortosa. Ahh y como siempre la crónica un 10.
Zaxmotorrader, tienes razón, el inicio de la vía en Tortosa es un poco cutre. Afortunadamente en cuanto esté lista la pasarela sobre el Ebro, por donde pasaba antiguamente el tren, la cosa cambiará, pasarás del centro de la ciudad directamente a la vía verde. Esperemos que sea pronto
Vaya, furgobike, si que anduvimos cerca… Nosotros el sábado comimos en Benifallet (en la estación), posiblemente cuando pasamos por la Fontcalda vosotros estabais allí ya comiendo. Por cierto, ¿cuándo fue el otro desprendimiento, el del túnel? porque cuando nosotros pasamos no vimos nada… ese sí que nos habría supuesto una faena, porque no andábamos sobrados de tiempo.
PACO, como te dije, una lástima no habernos conocido, otra vez será porque te aseguro que volveremos a Tortosa 😉 . Mira por dónde en un mismo día estábamos por allí varios foreros sin saberlo… 😆