La V, quizás el último V iaje
El primero de los lados: Barcelona-Granada
Dia 2
Deltebre- El Grao de Castellon
La mañana esplendorosa de nubes luchaba por dar piedad a los que como yo se fajaban con el asfalto y su ruta, el sol no lo tenía facil si bien la ganadora de todo lo que acontecía sobre la tierra en esos momentos tenia un nombre: humedad, ello me ha animado a comprobar que la naturaleza del delta sigue incólume a pesar de todo…
El río estaba fantástico en este caluroso mes que pide con fuerza más verano. El río se ha mostrado suave, dócil, plano, engañoso y con un volumen considerable que presagia riqueza y bondad- así lo he encontrado-.
El delta ha finalizado al otro lado, San Carlos de la Rapita me ha saludado con media sonrisa y me ha despedido con un paso económico a la N340 con tráfico, Les Cases de Alcanar me han recogido y enseñado que el verano sigue siendo una realidad, tras el paso junto al agua de las diferentes urbanizaciones, el recorrido no por conocido no ha sido todo un placer, llano, iluminado a ratos por el sol, acompañado por el inconfundible sonido del agua, amenizado por las gentes que se prestaban al disfrute.
Vinaros y su cercana Benicarlo bullen en el verano mediterráneo pero nada comparado con Peñiscola que sigue ofreciendo ruta, playa, historia y su barrio antiguo junto al castillo tras su muralla. La playas de Peñiscola no parecen entender el cambio del mes…
El paso nuevamente por la Sierra de Irta ha sido un nuevo zambullido en otra naturaleza, los caminos polvorientos delataban que hace tiempo que no llueve si bien yo creía lo contrario. Junto a esta media montaña que acaricia al mar, las sucesivas playas vírgenes, trozos de acantilado escondido y el alto donde se alza la torre de Badum han sido hoy de una belleza singular, evocadora de un pasado reciente que he vuelto a rememorar. La bajada por pista de hormigón la debes de hacer con delicadeza y compromiso, así te plantas en un llano precioso y con suaves ondulaciones.
Alcossebre y Torre Nostra me han acercado a un Parque Natural plano y conocido que espero permanezca muchos años en ese estado que me recuerda un pasado de lucha por la supervivencia del hombre y tras ello, tras un último respiro en Torre la Sal…
la simple y cruel explotación junto a Oropesa del Mar.
Me he acercado al pueblo de Oropesa y tras el he buscado como en otras ocasiones una concurrida vía verde que, preciosa, manda destellos de aire, de agua, de sol … me iba cruzando con otros ciclistas y algunos andarines que, prestos a saborear el frescor de los tunes, buscaban el placer que la vía les brindaba. Alguno sobre dos ruedas parecía no entender que alguien como yo les podía pasar… ha sido divertido comprobar como este, nuestro mundo, no es ajeno a eso que puedes ver en cualquier momento: pasas… y al poco te pasan… en esos momentos tienes diferentes alternativas y yo he escogido la más fácil: un banco frente al mar para asomarme a una carretera, a un puerto, al mar…
Ya en Benicassim he vuelto a ver aquello que hace celebre esta población: su capacidad para ofrecer con generosidad al visitante estival aquello que precisa.
Mi ruta jugaba con el mar, con el acantilado, con las urbanizaciones y tras todo ello, un aeródromo, un golf y El grao de Castellón.
Cena. En el Albergue
Desayuno 1. En el Albergue
Desayuno 2. La plaza de toros de Vinaros estaba abierta, allí una cantina ayudaba a calmar el estomago y gracias a ello he podido fotografiar el coso
Comida. En Alcossebre, restaurante JJ a la entrada del paseo maritimo
Alojamiento . Hotel Los Herreros, con un recibimiento y trato humano de alto nivel.