Lo que parece es que la clase política de este país empieza a asumir la necesidad de promover otro tipo de movilidad, menos contaminante, más económica y mucho más asumible por los ciudadanos. La derecha siempre nos vende la idea de no poner inconvenientes al tráfico motorizado. Que si el transporte de mercancías, el de viajeros, la libertad individual de elegir el vehículo que quieras, etc... pero lo cierto es que el combustible está muy caro y el sistema que conocemos está a punto de colapsar. Y lo saben. Nuestros políticos tienen mucha más información que nosotros. Por eso se está moviendo el tema de las alternativas al coche privado. Ya hubo una crisis en el sector de la automoción y la siguiente será peor.
