Y en un momento extraño, extraño... En un momento de esos donde sabes que algo muy gordo está a punto de suceder, Pilar se para de repente y dice:
-Angel... ¿Y si nos comemos una barrita energética?
No doy crédito a lo que estoy oyendo (para los que no conocen la historia, Pilar está totalmente en contra de las barritas energéticas, cuando nos ve tomarlas dice que nos dopamos y que con eso no tiene mérito subir el puerto, que si nos drogamos, que si..., en fin...)
Saca una y, conteniendo la respiración, ¡¡¡se come la mitad!!!!
Yo me como la otra mitad para que se sienta menos culpable, mientras me mira y dice:
-¿Tú notas algo?
-Espera, le respondo, tarda en hacer efecto (era una de esas como de chocolate blanco).
-mmmm, es que yo no noto nada.
-Espera, mujer, anda súbete a la bici y pedalea, que estoy muerto de hambre.