A lo largo del tiempo, leyendo y probando, he ido consiguiendo una equipación suficiente para salidas diarias en invierno. Tengo solucionado el problema del frío en el cuerpo, las manos, la cabeza pero sigo sufriendo de frío en los pies. Llevo calcetines gruesos pero el hecho de tener los dedos de los pies inmovilizados dentro de las zapatillas acaba "helándomelos" (no en el sentido estricto pero si doloroso y molesto).