Yo a los que van anclados en el extremo del manillar (que son la mayoría, prácticamente un estándar) no les veo ningún inconveniente.
A mí las bicis se me han caído varias veces, y como corresponde de acuerdo a la Ley de Murphy, siempre por el lado del espejo, claro; y nunca se me han roto. Se descolocan al plegarse de la caída, claro, pero se orientan de nuevo y listo. Y lo mismo si impactan con algo en un lugar muy estrecho o con una señal, etc.
Los de casco, muñeca, etc. no los aconsejo; de hecho me parecen peligrosos ya que es probable que dependiendo de la orientación de tu cabeza o de la posición del brazo no veas en un momento dado lo que tienes que ver.
De muñeca nunca he probado y de casco sólo en parado con el casco de un amigo que lo llevaba instalado (ya no, por cierto) y no me convenció en absoluto. Como dice Hedumaza me dio la sensación de que había que hacer demasiado ejercicio de enfoque visual, y además son muy pequeños y el campo visual muy reducido. De hecho, para hacer el campo visual algo más grande, suelen ser convexos con lo cual sí que se ve más, aunque nunca tanto como con uno normal, pero se ve deformado y se perciben muy mal las distancias, lo cual tampoco me parece muy adecuado en un elemento de seguridad. De hecho, insisto, me parecen peligrosos.
Saludos.