Desde luego, con la edad... quizás me esté volviendo un poco iluso y al mismo tiempo, aunque suene paradójico, más radical. De nuestros “ilustres” próceres poco podemos esperar, basta ver los hechos, “ellos” no se preocupan del buen gobierno común, quizás por estulticia nuestra que delegamos en “ellos”, no le pedimos cuentas... y así nos vá... aunque eso es otra historia.
Los ciudadanos debemos actuar, tenemos que “tomar la calle” y hacer hacer.El debate sobre la velocidad máxima en vías urbanas es estúpidamente estéril... desde siempre -y por motivos obvios- la velocidad máxima en vías urbanas está limitada... al igual que obstaculizar el trafico con la doble fila, obstaculizar cruces aparcando en la esquina, saltarse un semáforo, etc. etc. y dieciocho etc. más... es la dejación de responsabilidades por parte de nuestras autoridades -por simple pereza- la que genera el problema.
Concienciar a la ciudadanía es relativamente fácil (mirad a quienes votamos) ya nadie se asusta de que no se pueda fumar en un hospital, es más, incluso los fumadores nos escandalizamos cuando alguien fuma en lugares comprometidos.
Las asociaciones que promueven el uso de la bicicleta tienen que dar un paso más allá, no basta pedir carriles bici... que ya sabemos lo que hacen, hay que pedir responsabilidades legales, plantear pleitos para que a muchos ayuntamientos les retiren la competencia de trafico por dejación de funciones... solo cuando les causemos “problemas” comenzarán a solucionarlos.
Pero sobre todo “engordar” el problema, tenemos que usar la bicicleta lo máximo posible para ser visibles, dejar en entredicho los puntos de estacionamiento y animar al resto de ciudadanos que aún no se atreven a dar el paso... que “semos” como “semos”...