El triángulo que forman las ciudades de Girona, Figueres y Olot encierra una zona suavemente ondulada, tablero de ajedrez formado por bosques y tierras de labor, que invita al paseo. El turismo no ha estropeado (aún) esta zona, así que mejor aprovechar y visitarla ahora.
Domingo 28 de Marzo de 2021
En plena pandemia es preciso tomar todas las cautelas así que decidí viajar sólo. Pero, oh sorpresa!, mientras descargaba la bici en la estación de Celrà aparecieron Mari Carmen y Felipe, que venían en tren. Y unos minutos más tarde vimos a Kunke sacar una bici de su furgoneta. Los cuatro teníamos en mente de dar un paseo por la misma zona. Menuda coincidencia!
Saliendo de Celrà reseguimos el Ter unos pocos km en un terreno completamente llano. Plantas ornamentales y algún huerto. Luego, hacia el norte, cruzamos el rio por un passallis (vado). Estos vados son pasos inciertos, porque dependen siempre del caudal del río, a menudo son de uso privado, que te evitan un montón de kilómetros. Algunos no aparecen ni en los mapas! Llegamos a Cervià de Ter y afrontamos "La" rampa -durísima- que nos llevará hasta el castillo. A partir de aquí una sucesión de colinas, con campos, ahora muy verdes, y bosques perfumados llenos de flores silvestres. Cervià, Raset, Viladesens, Terradelles, Vilavenut, Foncoberta, Farés... son poblaciones diminutas, a veces sólo unas pocas casas alrededor de un campanario. Todas con un encanto tremendo. Todas merecen un paseo y unas fotos... que nos quedaron pendientes.
En Centenys, Lola, compañera de trabajo en el Instituto, nos espera con un improvisado refrigerio. Las cervezas sientan de maravilla en este día soleado.
Visitamos la "Bassa d'Espolla". La Bassa es una laguna intermitente. Con las lluvias de la primavera se inunda. Y del fondo del fango aparecen los Triops, unos bichitos, crustáceos antediluvianos endémicos del lugar. En esta ocasión no hubo suerte y la bassa estaba seca. Seguimos cruzando el Pla de Martís en dirección norte hasta el rio Fluvià.
Leonor, tu serás SIEMPRE la princesa...
