Kim y yo nos hemos cogido una semana de vacaciones para poder disfrutar de la primavera en Catalunya. La idea central era hacer la Volta a la Noguera con alforjas, pero como eso eran sólo cuatro días, completamos el resto de la semana con un par de rutas de un día, y esta crónica corresponde a una de ellas. Las escribo separadas, porque pienso que al discurrir por provincias diferentes quedará así mejor organizado en la “Alforja de rutas”.
El año pasado estuvimos haciendo una travesía a pie por la Alta Garrotxa, y viendo las carreteritas que rodean el pueblo de Beget nos prometimos volver por allí un día con la bici, y ésta era la oportunidad perfecta. El sábado llegamos a este encantador lugar, escondido en el fondo de un valle, una potxolada de pueblo… que nos recibió con una tromba de agua impresionante, bufff, cuando bajábamos por la carretera hacia nuestro destino nos preguntábamos si, efectivamente, al día siguiente podríamos pedalear por allí, pero los pronósticos insistían en que haría buen tiempo, así que…
Beget es un pueblo muy pequeñito de la comarca del Ripollès, en la provincia de Girona, tan sólo tiene unos diez habitantes continuos, allí no llega internet, no hay cobertura de móviles… pero su belleza, su entorno y su iglesia románica atraen a numerosos visitantes:
Como es lógico, visitamos su famosa iglesia de Sant Cristòfol, una bonita románica en cuyo interior destaca la Majestad, una talla policromada que es considerada una de las principales esculturas románicas catalanas:
El pueblo, después de las trombas de agua de los días anteriores, brillaba de una forma especial, y la riera bajaba alegre y con furia:
Así que, como podéis imaginar, nos dispusimos a iniciar nuestra ruta con mucho ánimo. Aquí se nos ve ultimando los preparativos desde Can Feliça, donde estuvimos alojados en un estupendo y coqueto apartamento rural (33 euros por persona y día). Hacía fresco pero el día era espléndido:
Como Beget está situado al fondo del valle, para salir de él no queda otra que subir y subir. Pero con ese paisaje y el rugido del agua (porque después de la lluvia de la víspera eso no era murmullo, era rugido), se disfrutaba con el esfuerzo:
Por esas carreteras en cualquier momento se te podía cruzar un cervatillo, como nos pasó a nosotros, ¡qué gozada!
El ascenso era largo, once kilómetros, pero entre que no íbamos con prisa y que parábamos a hacer fotos, subimos como si nada. Aquí me llamó la atención el letrero de una casa rural, Etxalde, con nombre y grafía vascos:
Tanto el Ripollès como la Garrotxa son comarcas muy boscosas, como se puede apreciar en esta foto:
Al llegar al pueblo de Rocabruna se puede hacer una parada para ascender, en apenas quince minutos a pie, a los restos del Castillo de Rocabruna. Desde arriba las vistas del valle y de la carretera por donde habíamos ascendido eran espectaculares:
Y tras unos pocos kilómetros de bajada llegamos a Camprodon, un pueblo que yo sólo conocía de oídas por las galletas Birba, y que me encantó. Su famoso puente, sus callejuelas, su paseo de Maristany… Aquí confluyen los ríos Riutort y Ter, el cual nace unos cuantos kilómetros más arriba, en Ulldeter:
Entre Camprodon y San Joan de Les Abadesses no hay más remedio que coger la nacional, pero entre que tiene buen margen, que el tráfico no es excesivo y que el entorno es muy bonito, se hace sin problemas. A la entrada de San Joan nos desviamos por otra carretera de esas estrechas y de tráfico inexistente que nos llevó, tras unos kilómetros de subida, al Coll de Santigosa:
Arriba el paisaje se abrió ante nosotros. Se veía cómo en los cercanos Pirineos todavía quedaba algo de nieve:
Y a partir de entonces… un montón de kilómetros de descenso por carretera en buen estado y sin tráfico, una gozada, vaya. Según nos acercábamos a Olot, capital de La Garrotxa, apareció a nuestra derecha la preciosa Vall d’en Bas:
Olot bien merece una larga visita, pero entre que ya conocemos bien la ciudad de los volcanes y que nos moríamos de hambre, decidimos ir directos a comer, y no nos complicamos la vida: nos dirigimos al Viena de Olot. Viena es una cadena catalana de comida rápida que nos gusta mucho. A pesar de que mi bocadillo preferido es la coca rosbif, en esta ocasión decidí probar su afamado bocadillo de jamón ibérico. Un conocido crítico gastronómico del New York Times catalogó éste en concreto como “el mejor bocadillo del mundo”, y la verdad es que estaba delicioso, ¡ay, qué a gusto me comía uno ahora mismo!…
Después de comer abandonamos Olot. El río Fluvià a su paso por Sant Joan les Fonts bajaba muy marrón, prueba clara de lo mucho que había llovido el día anterior:
En Sant Joan les Fons se celebraba la Feria de los bonsáis y las flores, y todo el pueblo estaba engalanado para la ocasión:
El siguiente pueblo fue Castellfollit de la Roca, un pueblo muy famoso por tener sus casas “colgando” sobre inmensas columnas de basalto, procedentes de la lava de antiguas erupciones volcánicas. La imagen del pueblo desde abajo, desde la carretera, me encanta:
Justo al abandonar Castellfollit cogimos un desvío hacia la izquierda para afrontar la última subida del día. La primera parte, hasta Oix, fue bastante sencilla, una carretera en muy buenas condiciones y sin grandes pendientes:
Pero una vez sobrepasado Oix la cosa se complicó. Habíamos de afrontar cuatro kilómetros de pista asfaltada y con bastante pendiente, pero era justo esa pista tan bonita la que nos había hecho venir hasta aquí así que…
Como comprenderéis, con estos paisajes poco importaba que subiéramos sudorosos y con la lengua fuera. Fue justo aquí, tras terminar la subida, cuando al quedarme extasiada mirando el paisaje no me di cuenta del tábano que me rondaba… ¿Os ha picado alguna vez un tábano? Porque el mordisco que pega el puñetero (aunque debiera decir la puñetera) es de órdago. Aún hoy, ocho días después de la picadura, tengo una buena roncha en la pierna que me sigue picando de vez en cuando…
Pero eso no me impidió disfrutar de los pocos kilómetros que nos quedaban hasta Beget, ahora ya de bajada, ¡qué cosa más bonita!
Hasta que de nuevo, allí escondidito al fondo, volvió a aparecer el pueblo a nuestros pies:
En definitiva, resultó una ruta guapísima: paisajes espectaculares, subidas, bajadas, buenas carreteras y, en general, con muy poco tráfico, pueblos bonitos, tiempo soleado… ¿qué más se puede pedir? Os la recomiendo sin ninguna duda.
Muy rebien sargantana (i Kim) . Conozco la zona y es realmente bonita . . . aunque sigo sin entender porqué para algunos una pendiente infernal y/o subida inhumana es solo "pendiente" . . .
Gracias por la crónica, los datos y las preciosas fotos.
Un abrazo.
ps1. de Camprodon a Sant Joan de les Abadesses hay una alternativa en muy buena pista que sale de la Colònia Estabanell (justo después de la fabrica de las galletas !) que sube hasta unos 1.300m -creo que no llega- por St. Miquel de Cavallera y St. Martí de Surroca, ya en Ogassa, y fiiuuu hasta St. Joan de les A. y, para rizar el rizo, por la VV del Ferro puedes llegar a Ripoll y subir por Vallfogona del Ripollès al coll de Canes y coll Coubet, y enlazar con vuestra magnífica ruta . . (por si a algun/a forer@ quiere pasar de la mítica cifra de los 100km 😉 ).
ps2. si hay vacas . . hay tábanos hp. Lo mejor, amoníaco, puro y duro (con cuidado de no inhalarlo directamente, claro).
Una ruta muy chula Amaia, las fotos muy bonitas y las cuestas impresionantes, sobre todo la que se vé desde el castillo de Rocabruna. Y aunque en esto no soy imparcial, las bicis una preciosidad
Una pasada de ruta. Conocemos la zona y habéis escogido la época y los lugares idóneos. Felicidades.
Para los que quieran hacer la vuelta mas corta y al revés, desde cerca de Castellfollit sale la pista asfaltada que pasa por la Vall d'en Bac, con unas buenas subidas y que sale en Sant Pau de Seguries.
Conocí a Kim en un encuentro de Bicis plegables 2009 en Vilanova i la Geltrú (DESPLEGA LA BICI)
este mes de Junio, mi amigo Josep y yo tenemos previsto la travesía Andorra-Vilanova i la Geltrú con plegables Dahon, dos etapas de mas de 100 km y buscando desnivel.
victorblanes, ¿clavícula, qué clavícula? Otro abrazo para ti, txapeldun 😉
Lluís, esa pista que pasa por Ogassa tiene muy buena pinta, ahora, por lo que veo es un rato dura ¿no?, ¿es asfaltada? Me la apunto para otra ocasión, muchas gracias 😉
fjperez73, no, no cogimos agua en Santigosa, desconocíamos sus excelencias, cagon dena!!!
Bizipoza, los perfiles los hace mi cuentakilómetros, un CM436 M, luego yo con el Photoshop le pongo los nombres y el copyright
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