El gustazo de ir improvisando ruta, destino y más cosas durante el viaje mismo

Hola!

Según vosotros, ¿el arte de la improvisación en los viajes se va perdiendo?
Me pregunto si acaso el acceso a tanta información hace que la incertidumbre se tolere cada vez menos, así como el salir desinformados.
¿Por qué querer saberlo todo de antemano? ¿Eso eserá porque da "seguridad"?

Hoy en día improvisar la ruta o incluso el destino es algo poco común.

¿Hablamos del tema? Del gozo por la improvisación o aunque sea, el gozo por el desconocimiento previo de lo que se puede uno encontrar.

En fin... podríamos charlar sobre el arte de sorprenderse, de improvisar y de gozar del viaje con ojos aún vírgenes. O también de la improvisación en sí en todos los ámbitos y niveles en nuestros viajes en bicicleta (experiencias personales, modus operandi y demás).

Un saludo

(Hay un hilo con un tema en parte afín a este. Es el: ¿Documentarse bien antes de partir, o informarse lo mínimo y dejarse sorprender?")

http://www.rodadas.net/foro/topic/%c2%bfdocumentarse-bien-antes-de-partir-o-informarse-lo-minimo-y-dejarse-sorprender

Muy interesante ese planteamiento, no?, Pacotaivori. Ir acercándose a un pueblo incluso tan sólo por lo evocador o bonito que parece su nombre.
Esa actitud me parece fantástica! Seguro que debe de haber un clik mental o algo...pues de tanto "objetivo" y "plan" e incluso "programa!" al que estamos acostumbrados...a primera vista parece difícil cambiar el chip e ir moviéndose a golpe de improvisación (máxime cuando por otro lado uno se mueve a golpe de pedal).
Tan sólo pude probar la improvisación libre libre, en unos "entrenamientos" (de los de andar por casa), en los que de noche iba girovagando por el pueblo improvisando a cada cruce. Había leido esa sugerencia, para rebajar la presión de las rutinas de los entrenos programados.
Cómo llegaste a eso de la "ciclosofía"? Y lo del punto de inicio sin determinar, cómo lo hacéis?
De verdad me interesa mucho esa dinámica.

Qué pena que desde hace poco, no tenga a disposición el tiempo que tenía antes, si no, después de lo que has comentado me pillaba la bici y me iba a "ciclosofar" por ahí, con el único condicionante "el Tiempo (la duración)", olvidándome POR COMPLETO el "Espacio (itinerario)" en donde iba a transcurrir ese Tiempo.

Ostras Pedrín! Sí que estoy empezando a Ciclosofar ya, no?

Si te apetece hablar más de esa actitud y de cómo llegaste a lanzarte/or a ciclosofar, pues te lo agradezco.
Un saludo, Oreja :) 

Bueno, al final he traducido un pequeño fragmento del principio. El que lo quiera entero se lo mando gustosamente por MP:
 Jaume y yo somos los fundadores y primeros socios de un club de
ciclosofia, un deporte que nos hemos inventado. Es una mezcla entre
filosofía y ciclismo. Nos conocimos hablando de bicicletas, nos encantan
las bicicletas. Yo tengo cinco, sin contar las dos de mi mujer y las
dos de nuestros dos hijos. Él ha tenido también muchas; las va
comprando de segunda mano o encontrando, las arregla, las usa una
temporada, y las regala cuando ya no se lo caben en casa. Encontrar
pareja en ciclismo es tan difícil o más que encontrar pareja en la vida,
por eso se ven tantos ciclistas sólos rodando por la carretera, más que
individuos a pie. Un día hablando, parecía cómo si Jaume y yo fuésemos
los únicos en habernos dado cuenta de que los equipamientos de muchos deportes,
pero especialmente de este, son ridículos. Y en los caso de una
actividad cotidiana, que lo suele ser por norma general, exageradísimos.
Salíamos
los primeros días en tejanos, él con una Gitane antigua de carretera
que había comprado por veinte euros, y yo con la mi Focus un poco más
“profesional”. Ahora voy con una Brompton, pero siempre vestidos de
calle. Improvisamos la ruta, paramos si un lugar nos gusta, hablamos con
la gente, no nos marcamos ningún objetivo, no tenemos en cuenta el
calendario, dejamos pasar el tiempo y no nos preocupa hasta donde
llegaremos. Nos movemos, pero vivimos el presente y nos gusta estar dónde estamos en cada etapa del viaje.  Una frase. Guillem es licenciado en filosofía, como yo. Fue
él quién definió nuestra actividad como ciclosofia, y quien la situó
entre la ciclofobia y la ciclofília.Cuarenta y pico. Partidario de darle más importancia a la visión que a la previsión como fuente de información en cuestiones climáticas (...)

(Del libro "Setembre, Octubre, Novembre." Joan Miquel Oliver

Me gusta dejarme sorprender, eso lo he aprendido en mi primer y único viaje, de momento. Tenia una previsión (que no programación), tampoco muy a fondo, y al cuarto día se rompió y encantado que así fuera. 

Sin duda salir de ruta por varios días o semanas sin rumbo fijo da ese plus de aventura que a todos/as nos gusta. Al mismo tiempo  nos perderemos infinitos detalles y lugares históricos,paisajes a pocos km de nuestra ruta improvisada por no planificar el viaje de antemano. Visitaremos pueblos y ciudades,lugares históricos en nuestro pedaleo incierto que no sabremos nada de ellos hasta ver en casa las fotos y buscar en el google información del lugar en cuestión. Me gusta ir a la aventura,por supuesto,pero prefiero una (aunque sea pequeña) planificación previa porque me gusta el tema de monumentos,aquitectura,historia antigua y moderna,etc...Siempre llevo GPS y mapa de la zona. De todas formas siempre hay aventura y  podremos contar con las múltiples anécdotas del día a día

Yo, por deformación profesional, soy de las que le encanta planificar los viajes hasta 6 o 7 meses antes... Sin contar que antes de marchar de vacaciones ya me estoy planteando dónde iré al año siguiente 

Además mi marido se pone muy nervioso si no dabe dónde va a ir, dónde va a dormir, etc, así que antes de salir de casa tiene que asegurarse de que lo he planificado todo al milímetro  Pero de vez en cuando nos permitimos algún desvío o alguna visita que no estaba prevista, como cuando haciendo el Danubio nos pasamos por Carnuntum, o el año pasado que hicimos una paradita en un faro de la costa danesa... 

estás removiéndolo todo