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EL CANAL D'URGELL (Crónica de la ruta completa y actualizada)

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1. Hace ya diez años que Kim y yo nos conocimos. Bueno, que nos conocimos en persona, por internet ya hacía unos meses que estábamos en contacto. Era la Semana Santa de 2004 y él me propuso, para pasar de la virtualidad a la realidad, hacer juntos la Ruta del Canal d’Urgell, que él hacía cada año por Semana Santa como guía de diferentes grupos. Era una ruta que planteaba como iniciación al cicloturismo de alforjas, y se ve que quería probar si yo era una figaflor (una blandengue) o si servía para eso de pedalear con la casa a cuestas. Cuatro días después, al finalizar la ruta, ya le quedó clara una cosa: que soy una chicarrona del norte, jajaja. Pero bueno, a lo que vamos, que ahora hace diez años que nos conocimos y nos pareció una bonita manera de celebrarlo volver a nuestros inicios, volver al Canal d’Urgell. Y es lo que hemos hecho. Hace cuatro años colgué aquí mismo, en Rodadas, una crónica coja. Por falta de tiempo en aquella ocasión sólo pudimos hacer la mitad y, teniendo en cuenta que el track de esta ruta es sin duda el que más me pide la gente por privado, nos hacía ilusión poder ofrecer un track en condiciones, cerrar el círculo de la ruta y añadir visitas que nos parecen interesantes (lo cual ha supuesto pasar de cuatro a cinco días de viaje). Han sido unos días preciosos en todos los sentidos y nos gustaría poder compartirlos en cierta manera con todos vosotros. Espero que os guste, ¡y que tengáis la santa paciencia de leer todo el tocho! 

    El Canal d’Urgell transformó la plana de Lleida, convirtió lo que era un erial en un vergel. Si vemos nomenclaturas antiguas de la zona encontramos lugares como “Clot del Dimoni”, “Forat de l’Infern” o “Desert de l’Urgell” que dejan bien claro cómo era ese territorio antes del canal. Nuestra ruta comienza recorriendo gran parte del Canal d’Urgell y cierra el círculo remontando el río Segre. Pero no pretende seguir el canal estrictamente, al 100%, sino que lo utiliza como hilo conductor para ir conociendo lugares interesantes de la zona. Eso sí, cada vez que nos separamos del canal no tardamos mucho en volver a él, es como si la fuerza del agua nos atrajera de una manera especial. Agua del Segre, agua libre o agua domesticada, pero es ella la auténtica protagonista de esta ruta.



    Los días anteriores habíamos estado haciendo excursiones a pie por el Montsec, así que Sant Llorenç de Montgai nos venía perfecto para alojarnos la noche anterior a iniciar la ruta. Elegimos el Camping La Noguera porque tenía muy buena pinta y porque allí nos permitían dejar el coche en el parking privado durante los cinco días sin coste alguno. Habíamos reservado una cabaña pequeñita, minimalista, para esa noche. Al llegar a la recepción nos comentaron que ese mismo día llegaba un grupo de universitarios holandeses y que los tendríamos de vecinos, con lo que eso supone de jaleo, así que nos propusieron, por el mismo precio de la cabaña, alojarnos en un estupendo bungalow en el otro extremo del camping, con una preciosa terraza con vistas al pantano y todas las comodidades. Nos quedamos alucinados porque el bungalow estaba realmente bien, así que no podía escribir esta crónica sin reflejar lo amables y majos que fueron con nosotros. Esa noche pudimos disfrutar de una preciosa luna llena reflejada en el agua del embalse y después dormimos como unos lirones. Al día siguiente estábamos frescos y con unas ganas inmensas de comenzar a pedalear.





    ETAPA 1:  SANT LLORENÇ DE MONTGAI – AGRAMUNT (60 Km y 779 m de desnivel acumulado)



    Los primeros kilómetros de la etapa discurren por la tranquila carreterita que lleva a Camarasa. ¡Qué delicia pedalear con los primeros rayos de sol!



    Esta carretera bordea el coqueto pantano de Sant Llorenç de Montgai, daban ganas de coger un kayac y recorrerlo entero…



    La primera parada, tras pocos kilómetros de pedaleo, fue en la panadería de Camarasa. Nunca pasamos por allí sin comprar una coca de recapte, qué rica, por Dios. Nos dijeron que tendríamos que esperar media hora para que la hicieran y no nos lo pensamos dos veces, nos sentamos en un bar a tomar un café y esperamos pacientes y hambrientos, ya que en el camping no habíamos desayunado. Pero siempre merecerá la pena la espera para poder degustar una coca de recapte recién salida del horno, guaaauuu… Nos comimos la mitad, lo que veis en la caja, buffff, qué llenos nos quedamos… La otra mitad nos la envolvieron perfectamente para poderla llevar en las alforjas, a modo de barritas energéticas resucitamuertos.



    La salida de Camarasa, por el Camí de Cubells, era cuesta arriba, bufff, cómo pesaba la coca que nos habíamos desayunado…



    La Serra de Montroig, el paisaje primaveral, el tranquilísimo camino asfaltado, qué buenos recuerdos me trae el Camí de Cubells, una gozada pedalear por allí. Ninguno de los dos teníamos mala cara ¿verdad?





    Poco antes de llegar a Cubells nos desviamos del camino, teníamos que dirigirnos por una pista de tierra hacia la Serra d’Arquells.



    ¡Qué decir de esa pista, qué decir de la primavera, qué decir del cielo azul!



    Pasamos por los tres Rubiós, el del Mig, el de Dalt y el de Baix, y en este último (pueblo abandonado que veis en la foto) hicimos una paradita para subir a las ruinas de su castillo, nos gusta conquistar castillos, jejeje.



    Dejamos las bicis junto a la ermita y subimos a pie hasta el castillo. Las vistas que teníamos desde la subida eran preciosas, comenzaba el escándalo de los campos de amapolas.



    Castillo conquistado, uno más, y van…



    Volvimos a pedalear por asfalto, por la pista que recorre el bonito desfiladero del Salgar, en dirección a la iglesia troglodítica de Santa María de Salgar. Dejábamos atras el castillo, las vides y las amapolas.



    La iglesia surge de la misma roca, una pasada.



    Nos desviamos hacia Artesa de Segre para comer y luego continuamos camino hacia el bonito pueblo de Montsonís.



    El castillo de Montsonís es de los pocos que está habitado y goza, como todo castillo que se precie, de unas estupendas vistas. En este caso hacia toda la ruta que habíamos hecho hasta entonces.



    Nuestro siguiente destino era el pueblecito de Foradada, llamado así por la roca agujereada que lo corona (foradada en catalán quiere decir agujereada). Obviamente, como nos encanta subir a todo lo que suponga un mirador del entorno, subimos a pie hasta lo alto de la roca. Las vistas eran muy bonitas, en esta ocasión hacia la ruta que nos quedaba por delante.



    Por fin íbamos a tener nuestro primer contacto con el Canal d’Urgell, unos kilómetros después de su nacimiento. Apenas era visible entre la vegetación pero ahí estaba… aunque por poco tiempo. Justo allí se mete bajo tierra, por la boca norte del Túnel de Montclar.



    El túnel es necesario para que el canal pueda salvar la Serra de Púdia, sierra que obviamente también tuvimos que atravesar nosotros, y no precisamente por dentro del túnel, sino por la superficie,  acompañados de una increíble hemorragia de amapolas. Espectacular.



    En el punto más alto de la sierra, allí donde el túnel pasa a mayor profundidad, existe un obelisco en memoria de todos los que trabajaron en su construcción (los trabajos más duros los dejaban para los presidiarios, muchos de los cuales murieron durante las obras). Se trata de un túnel de cinco kilómetros de longitud, fue el más largo de Europa durante mucho tiempo, una obra emblemática que todavía impresiona. Es increíble que hace siglo y medio, con los medios de los que disponían entonces, fueran capaces de construir un túnel tan perfecto, tan largo, tan recto, con la pendiente tan ligera y tan constante. Me descubro ante esta obra de ingeniería. Para poder llegar hasta el monolito hay que desviarse un poco de la ruta, dejar las bicis escondidas y subir a pie hasta él. El socavón que podéis ver a la derecha del monolito es debido al impacto de un cañonazo durante la Guerra Civil.



    De nuevo sobre las bicis nos dirigimos ya hacia la salida sur del túnel. Hay que conocer el lugar para encontrarla, pero yo tenía el mejor guía.



    ¡Por fin íbamos a empezar a recorrer el canal! 



    Se acabaron las dificultades, todo lo que quedaba hasta Agramunt ya era totalmente plano, era el momento de relajarnos.



    Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos a Agramunt, con su bonita iglesia de Santa María. Agramunt, el pueblo donde hace diez años quedé bautizada como “sargantana”… En fin, perdonad las alusiones personales, pero es que los recuerdos se me agolpan en la cabeza…



    Nos alojamos donde siempre, en el Hotel Blanc i Negre, un hotel correcto en las afueras de Agramunt (50 euros la habitación, sólo alojamiento).



    ETAPA 2: AGRAMUNT – TORNABOUS (72 Km y 382 m de desnivel acumulado)



    Al día siguiente la salida de Agramunt fue muy sencilla, tan sólo había que atravesar el Passeig del riu Sió que nos llevó directamente de nuevo al canal.



    Pero claro, el río Sió ha de seguir su camino y, por pequeñito que sea, tiene preferencia ante el gran canal. Por eso, para salvarlo, tuvieron que construir el Pont de Ferro, un acueducto metálico que fue toda una referencia en su tiempo (finales del siglo XIX).



    Seguimos pedaleando plácidamente durante unos kilómetros por el canal, pero no tardamos en desviarnos.



    Y es que teníamos a tiro de piedra Lo Pilar d’Almenara, una preciosa torre de 15 metros, recuerdo del antiguo castillo, a la cual se puede subir y que brinda unas vistas fantásticas de toda la plana de Lleida. Es pecado no desviarse del canal para subir a la torre… La podéis ver allí al fondo, en el centro de la foto. Como veis, no es ningún sacrificio dejar el canal para internarse en esas bonitas pistas.



    Eso por no hablar del precioso cromatismo de los campos, campos que ya tenían un aspecto de lo más veraniego.



    La subida a lo alto de la Serra d’Almenara no plantea grandes dificultades, algún pequeño repechón y punto.



    Y allí estábamos de nuevo. Dejamos las bicis en un lugar discreto, cogimos el resto de coca de recapte que aún nos quedaba y nos dirigimos a la torre.



    Suerte que los dos somos más bien finos, que si no… el único problema podría ser mi culo gordo, pero pasó sin grandes contratiempos por la estrecha escalera (¡que no tienes el culo gordo!, estará pensando ahora mi chico, jajajaja).



    Y allí sentados en lo alto de la torre, con la boca llena de butifarra de la coca de recapte, estuvimos un rato deleitándonos con las vistas. La vida era bella.



    Tras una rápida bajada llegamos en un plis-plas al pueblo de Almenara Alta,  e hicimos una parada para reponer agua en la fuente junto al pozo y ponernos crema solar. Por Almenara Alta pasa el Canal d’Urgell, así que nos incorporamos de nuevo a él, pero por poco rato.



    Lo abandonamos para atravesar Santa Maria de Montmagastrell (también aquí hay fuente, es importante entrar en los pueblos para aprovisionarse de agua), volvimos a él y de nuevo lo abandonamos para llegar hasta Tornabous. Allí habíamos reservado una habitación en una casa rural y aprovechamos para hacer una parada y descargar las alforjas. El resto de ese día teníamos previsto hacer una ruta circular para visitar el Estany (estanque) d’Ivars i Vila-sana y no tenía sentido cargar todo el día con el peso de las alforjas. Pero no dejamos de ver agua, no, remontando la segunda acequia (en la foto) llegamos de nuevo al canal principal.



    Y una vez en él nos dirigimos a Anglesola donde teníamos previsto comer. Tal como me pasó hace diez años, llegué muerta de hambre al pueblo y me lancé sobre el plato de espaguetis que elegí del menú del día, sin ni siquiera decirle “on egin” a Kim. A él estas cosas no se le olvidan nunca, él sí me deseó “bon profit” (buen provecho en euskera y catalán). Pero bueno, a pesar de estos pequeños despistes me sigue queriendo, jajaja. Con el estómago satisfecho ya pudimos disfrutar de una vueltilla por el pueblo.



    Y volvimos a salir en busca del canal, entre casetas de paja y barro.



    Como os he dicho, nos dirigíamos hacia el Estany d’Ivars i Vila-Sana, pero antes hicimos una paradita en Ivars (tierra de agua en árabe), en el pueblo, y aprovechamos el parque de la Mare de Déu de l’Horta para echarnos una siestecilla, mmmm, qué bien se estaba a la fresca…



    Una vez llegados al estanque nos paramos a contemplar a unos preciosos ejemplares de caballos de camargue. Habituados a las zonas de marismas, allí parecían estar a sus anchas.



    El Estany d’Ivars i Vila-Sana fue recuperado en 2005, ya que aunque existía anteriormente se desecó para aprovechar las tierras para el cultivo. Es el estanque interior más grande de todo Cataluña y conforme pasan los años desde su recuperación va aumentando su diversidad biológica, vaya, que cada día está más bonito. El agua de entrada procede, cómo no, del Canal d’Urgell, y drena en un afluente del río Corb. En medio del estanque se crearon diferentes isletas para favorecer la fauna y es una delicia pasar un rato en alguno de los numerosos miradores y contemplar las idas y venidas de patos, garzas, cigüeñas, gaviotas…



    Un precioso camino ciclable recorre todo el perímetro del estanque, merece la pena perderse un rato por él.



    Y hacer cuantas paradas sean necesarias para disfrutarlo con tranquilidad. En la foto, al fondo, se puede ver Cal Sinen, el centro de información de l’Estany d’Ivars.


    A la altura de Cal Sinen nos desviamos ya del camino y nos dirigimos a Vallverd, y desde allí llegamos por pista asfaltada al Castell del Remei. El Castell del Remei es una gran finca que consta de castillo (totalmente reconstruido, ya que durante la guerra civil los nacionales lo hicieron utilizar como polvorín y acabó explotando todo), una bodega, un santuario (de la Verge del Remei), un antiguo molino de aceite… Un lugar sorprendente y encantador.



    Ya quedaba poco para llegar a nuestro destino, para llegar de nuevo a Tornabous. Primero volvimos a coincidir con la segunda acequia del canal…



    …Y luego, recorriendo tranquilas pistas asfaltadas que nos permitían evitar la carretera, llegamos a nuestra casa rural de Tornabous, Cal Modest (65 euros la habitación, sólo alojamiento). No abundan en los pueblos de esta zona los lugares para alojarse, pero después de buscar y buscar encontramos esta preciosa casa rural con todas las comodidades, incluida una piscina climatizada que lamentablemente no pudimos aprovechar. Guardamos muy buen recuerdo de esta casa y de sus amables propietarios. 



    Descansamos estupendamente y nos despertamos con unas ganas inmensas de seguir pedaleando. Nos esperaba una ruta plana y sencilla. La vida continuaba siendo bella.



    ETAPA 3: TORNABOUS – JUNEDA (58 Km y 145 m de desnivel acumulado)



    El tiempo estaba siendo espectacular. Menuda suerte tuvimos con ese anticiclón que decidió quedarse quieto unos cuantos días. Viendo el día tan negro que hace ahora mismo aún me doy más cuenta de lo afortunados que fuimos.



    En una ruta tan apacible teníamos tiempo para recrearnos en las cosas más sencillas, como esta caseta que continúa tan invadida por la hiedra como hace cuatro años.



    Sí, sí, seré muy chicarrona del norte, pero no hay manera de mover esas manivelas…



    Quién diría, viendo un entorno tan tranquilo, que estábamos al lado de una autovía (la A-2) y la vía del tren. Afortunadamente pudimos atravesarlos de una manera muy fácil.



    Nos acercábamos a Preixana, no estaría mal hacer una paradita…



    Y es que cualquier excusa es buena para entrar en los pueblos: comprar fruta, llenar los bidones de agua o simplemente romper la monotonía de la ruta.



    Al lado de Preixana se encuentra el santuario de la Mare de Déu de Montalbà, en lo alto de un montículo y con unas buenas vistas. ¿He dicho vistas? ¡Pues habrá que subir!



    Efectivamente, las vistas desde lo alto eran guapas.



    De nuevo en el canal, dejamos atrás las curvas de los kilómetros anteriores y entramos en un tramo de rectas interminables.



    El siguiente desvío fue para acercarnos a visitar la fortaleza ibérica de Els Vilars d’Arbeca. Pero nos quedamos con las ganas pues estaba cerrada, nos pasó lo mismo que el día anterior cuando queríamos visitar el poblado ibérico de L’Espigol, cerca de Tornabous. Según nuestra información se podían visitar entre semana, pero se ve que el tema de los recortes también ha llegado aquí, y sólo se pueden hacer las visitas en fin de semana. Nos tuvimos que conformar con echar un vistazo desde fuera.



    Pero para que os hagáis una idea de lo impresionante que era esta fortaleza inexpugnable os dejo una fotillo aérea que he pillado en google.



    Bueno, el caso es que ya teníamos hambre, así que entramos en Arbeca a comer, un estupendo menú del día en La Placeta, en pleno centro histórico. ¿Y qué nos podían poner como aperitivo? Pues estando en Arbeca no podía ser otra cosa que unas olivas arbequinas.



    Después de comer, unos kilómetros más de canal que nos hicieron darnos cuenta de que éste ya iba perdiendo fuerza, ya no era tan amplio, ya no estaba tan lleno, había ido repartiendo riqueza mientras él se empequeñecía. Pero aún le quedaba trabajo.



    Al llegar a Lo Collet nos desviamos por la cuarta acequia, la última que tiene el canal. La razón era que nuestro alojamiento, la Granja Escola Les Obagues, se encuentra en Juneda, a orillas de la cuarta acequia. Hace diez años también nos alojamos en Les Obagues pero en las instalaciones antiguas, y nos hacía ilusión volver para ver cómo eran las nuevas. Además, para llegar hasta allí hay que pasar por uno de los tramos más bonitos de toda la red de canales de la zona. Dos buenas excusas para recorrer la cuarta acequia.



    Enseguida llegamos a los Nou Salts (nueve saltos), que salvan un desnivel de veintidós metros, uno de los lugares más bonitos de la cuarta acequia.



    Pero hay más saltos, el de la Primera Màquina y el de la Segona Màquina, donde había una pequeña central hidroeléctrica. Actualmente son unos rincones bucólicos.



    Y qué decir del camino de banqueta que permite entrar y salir de Juneda, una auténtica potxolada. Es un camino a la antigua, como eran antes todos los caminos de banqueta del canal, con hileras de plátanos a ambos lados que dan sombra y frescor. A falta de una os pongo tres fotos para que os hagáis una idea de lo bonito que es todo.







    Nos gusta tanto ese camino que alargamos la ruta unos kilómetrillos hasta llegar al Pantà del Cós, y dimos media vuelta para dirigirnos, esta vez sí, a la Granja Escola Les Obagues (31 euros por persona, en media pensión). Íbamos a pasar una tarde de lo más rural, rodeados de animales y en una total tranquilidad, ya que éramos los únicos huéspedes aquella noche.



    Las instalaciones son impecables, y tanto Kim como yo pensamos que sería un lugar ideal para hacer una quedada, ¿quién sabe si algún día podríamos juntarnos unos cuantos para hacer la Ruta del Canal d’Urgell?



    Fue una ruta tranquila la de ese día, y terminó con la misma tranquilidad. Allí no cabe el estrés.



    Dormimos como lirones, con toda la granja-escuela para nosotros.



    ETAPA 4: JUNEDA – LLEIDA (57 Km y 140 m de desnivel acumulado)



    Pero antes de empezar a pedalear teníamos que desayunar, y estar alojados en una granja-escuela supone: miel casera, yogur casero, pan casero, leche “de verdad” y mantequilla… buaaahhhh, todo estaba delicioso pero esa mantequilla… aún se me cae la baba al recordarla.



    Con el estómago lleno comenzamos a desandar todo el camino hasta Lo Collet, es decir, a remontar la cuarta acequia hasta llegar de nuevo al Canal d’Urgell. Os aseguro que tener que repetir este tramo tan precioso es una gozada.



    Situarse encima de los saltos de agua, oír el estruendo, pasar el rato mirando la forma escultural que adopta el agua en su caída… son pequeños placeres sólo permitidos si se viaja en modo slow.



    Tras unos pocos kilómetros llegamos a Les Borges Blanques, la capital de Les Garrigues. Era sábado, día de mercado, y estuvimos curioseando entre los puestos de los payeses. No pudimos evitar comprar albaricoques y cerezas, tenían una pinta…



    Y como era la hora del café de las 11 nos dirigimos al bonito Parc del Terrall, nos sentamos en una terraza y… a llenar los depósitos de cafeína.



    Seguimos ruta por el canal, ¿o debería decir canalillo? Si el día anterior ya nos íbamos dando cuenta de cómo iba empequeñeciendo, ahora que nos acercábamos a su final, que la cuarta acequia le había “robado” gran parte del agua, aún quedaba más patente el poco caudal que bajaba ya por él.



    Pero no por eso el canal dejaba de ser importante, como lo demuestran las bonitas casetas que seguíamos viendo, como ésta, la Casella del Tei.



    Nueva parada, esta vez para comer un poco de fruta (parece que no hacíamos otra cosa que comer, jajajajaja).



    Y a seguir disfrutando del gran encanto de los últimos kilómetros del Canal d’Urgell.



    Era ya la hora de comer, jajaja, sí, otra vez a comer. Paramos en Artesa de Lleida, allí donde el Canal Auxiliar (que habíamos visto nacer en Sant Llorenç de Montgai) desemboca en el Canal d’Urgell, dándole un último impulso de fuerza. Comimos de lo más sano (¡cómo estaba esa escalivada!) aunque, como no todo puede ser perfecto, los espárragos no eran navarros, jejeje.



    Estábamos ya muy cerca de Lleida capital, nuestro destino ese día (al fondo a la derecha en la foto), pero a nuestra ruta aún le quedaba un buen rodeo.



    Aquel tramo me llamó mucho la atención por una razón, por lo clara que quedaba la influencia del canal sobre los cultivos. A la derecha del canal, hacia el Segre, cultivo de regadío, frutales pletóricos. A la izquierda cereales agostados, cultivo de secano, y en medio el canal, dando la espalda a unos y sonriéndoles a otros.



    Aún pudimos disfrutar de otro tramo de camino de banqueta precioso, nuevamente entre hileras de plátanos.



    Cuando ya quedaban muy pocos kilómetros para llegar al Segre, es decir, para ver morir al canal, vi este endeble puentecillo y quise hacer una parada para ver por última vez desde arriba el Canal d’Urgell. Fue una especie de despedida.



    Y “a rey muerto, rey puesto”. El agónico Canal d’Urgell, a mi izquierda, se cruzó con el pletórico Canal de Serós que, recién nacido, se dirigía a regar las tierras del sur. No se puede negar que el Segre es un río muy bien aprovechado…



    Río hacia el que nos dirigíamos, acompañando a un canal que ya era prácticamente una regatilla invisible.



    Allí estaba, el Segre, y bajo nosotros, casi imperceptible, el Canal d’Urgell, el protagonista de esta bonita ruta.



    A partir de ahora nuestro guía pasaría a ser el Segre. Quisimos cruzarlo por donde lo habíamos hecho en otras ocasiones y llegar a Lleida por el Camí Natural del Segre, pero la gran cantidad de agua nos lo impidió. 



    Ningún problema, seguimos por la margen izquierda tan ricamente.



    Ya estábamos en Lleida. Kim estaba contento, pero su bici aún lo estaba más. A pesar de que se le encabritó, consiguió dominarla.



    Nos alojamos en el Hostal Residencia Mundial, un hostal sencillo pero muy correcto e inmejorablemente situado, en plena Plaça de Sant Joan, con vistas a la Seu Vella. Y todo por 32 euros la habitación, desayuno incluído. Muy bien.



    Y precisamente visitar la Seu Vella era una cosa que yo tenía pendiente, así que tras una rápida ducha nos dirigimos hacia ella.



    La ruta había sido sencilla, aún teníamos ganas de marcha, así que a las escaleras del cuarto piso de nuestra habitación del hostal le sumamos los 238 escalones para subir hasta lo alto del campanario de la Seu Vella.



    Pero mereció la pena, vaya si mereció la pena, menudas vistas desde lo alto…



    Aunque desde el mismo claustro se podía disfrutar de una bonita imagen de la ciudad. Después de ver en un pase de fotos antiguas los destrozos provocados en la Seu Vella tras tres siglos de ser utilizada como fortificación militar, era esperanzador estar allí y sentir la paz del lugar. Ahora es candidata a ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Ojalá lo consiga.



    Al día siguiente nos despertamos con la alegría de pensar que íbamos a cerrar el círculo, aunque con un poco de tristeza de saber que se acababa nuestra bonita semana de vacaciones.



    ETAPA 5: LLEIDA – SANT LLORENÇ DE MONTGAI (56 Km y 244 m de desnivel acumulado)



    Incluso el cielo estaba un poco pocho, acostumbrados al intenso cielo azul que habíamos tenido hasta entonces, nos sorprendió que el día amaneciera un poco gris. Pero bueno, eso no nos quitó la sonrisa (¡estaría bueno que nos quejáramos después de semejantes días de buen tiempo!). Salimos cómodamente de la ciudad por un carril bici y llegamos enseguida al Parc de la Mitjana, el pulmón verde de Lleida. 



    Volvimos a atravesar sus pasarelas…





    Volvimos a pararnos en sus miradores…



    Nos volvimos a perder por sus divertidos laberintos (lo de perderse es un decir, Kim se los conoce al dedillo)…



    Y volvimos a despedirnos del parque desde su embarcadero. Merece la pena entretenerse un rato en el Parc de la Mitjana.



    El resto de la etapa consistió en ir remontando el río Segre (aunque no lo veíamos siempre lo teníamos cerca), evitando las carreteras casi siempre por pistas asfaltadas.



    Nos hizo mucha gracia comprobar que estos carteles de advertencia estaban exactamente igual que hace cuatro años. “¡¡Ojo!! Perro y hombre muy peligrosos. Si robas te mato”. Caramba con el payés… Pero lo más gracioso es la botella de leche agujereada por arriba para aceptar limosnas, ¡porque es que la botella está abierta también por abajo! Vamos, que si alguien se enrolla y le echa algo, la moneda caerá al suelo, jajaja. Muy surrealista todo…



    Llegamos a Corbins y nos acercamos a visitar la Vil•la romana del Tossal del Moro. Sí, nos gustan las piedras, aunque hay que reconocer que esta villa está en bastante mal estado de conservación. Al menos el mausoleo aún se mantiene, más o menos, en pie.



    Como era una etapa corta y sencilla nos entreteníamos en visitas. Así, nos desviamos para llegar hasta el Aiguabarreig del río Noguera Ribagorçana con el Segre (o sea, la desembocadura, allí donde se unen los dos ríos).





    Eso nos permitió alejarnos por un rato del asfalto y volver a vernos rodeados de naturaleza.



    Continuamos atravesando pequeños pueblos, como Torrelameu y Menàrguens, pero siempre por pistas que nos evitaban ir por la carretera. Todo muy plácido.





    Nos desviamos hacia el este para, una vez llegados al monasterio románico de Santa Maria de Les Franqueses, tomar de nuevo contacto con el río Segre.



    Y el Segre nos llevó directamente a Balaguer, la capital de La Noguera, donde paramos a comer. Merece la pena hacer una visita a esta bonita ciudad.



    Quedaban muy poco para llegar al punto de partida, Sant Llorenç de Montgai, y lo hicimos por bonitas pistas de tierra, a ritmo tranquilo, en un vano intento por alargar los kilómetros.



    Hicimos la última parada en un mirador para contemplar el Segre.



    Pero ya no había marcha atrás, allá, ante nuestros ojos, se veía ya el Camping La Noguera, habíamos llegado a nuestro destino.



    En fin, qué decir de esta ruta… A mí me encanta. Si os gustan los paisajes agrícolas no dudéis en venir en primavera (en verano hace demasiado calor y en otoño e invierno el canal está cerrado y, claro, sin agua la ruta pierde toda su gracia). Es ideal para iniciarse en el cicloturismo de alforjas, de hecho muchos de los que me han pedido el track lo querían para iniciar a sus parejas. Yo le tengo un cariño especial por razones personales, pero creo que objetivamente es muy bonita. Si queréis el track, ya sabéis, no tenéis más que pedirlo.



    Y bueno, no puedo acabar la crónica sin poner unas fotillos (pocas, no os preocupéis, jejeje) del Montsec. Como teníamos nueve días de fiesta nos quedaba tiempo para hacer excursiones a pie por la zona, y dedicamos dos días a cumplir un objetivo que teníamos apuntado desde hacía mucho tiempo en nuestra “lista de cosas por hacer”. Se trataba del Congost (desfiladero) de Montrebei. Desde que conocí su existencia, hace unos cuantos años, tenía ganas de recorrerlo. Pero cuando hace unos meses me enteré de que habían construido un nuevo puente colgante para pasar al lado aragonés y dos pasarelas de madera para poder salvar las verticales paredes de piedra que dificultan el paso hacia el Montsec de l’Estall ya no pude aguantar más, teníamos que ir ya. Como quedaba muy cerca de la Ruta del Canal d’Urgell no lo dudamos, aprovecharíamos para ir durante las minivacaciones de mayo, nos acercaríamos al Montsec, al Vall d'Ager.



    Dejamos el coche en Corçà y comenzamos la ruta visitando la aparentemente inaccesible ermita de la Mare de Déu de la Pertusa. 



    Seguimos recorriendo el GR-1 hasta que de repente vi un sospechoso zig-zag en la pared rocosa de la parte aragonesa, “¡mira, Quimet, las pasarelas, guaaaauuuu!”.



    Con unas ganas inmensas de probarlas llegamos hasta el puente colgante y lo cruzamos. Estábamos en tierra de nadie, entre Cataluña y Aragón.



    Por fin llegamos al primer zig-zag, ¡qué gozada!



    Visto desde abajo se puede apreciar su verdadera dimensión.



    La segunda pasarela no es tan zigzagueante y alterna tramos de escaleras con tramos de fuerte pendiente.



    Las dos son preciosas pero yo creo que ésta aún me gusta más porque estás literalmente por encima del agua (encima del pantano de Canelles).



    Llegamos al refugio de Montfalcó a punto para la comida y después, sin entretenernos, nos fuimos a coronar la cima más alta del Montsec de l’Estall (el Montsec está dividido en tres partes, dos catalanas, el Montsec de Rúbies y el Montsec d’Ares, y una aragonesa, el Montsec de l’Estall).





    Fueron casi treinta kilómetros en total, de los que disfrutamos cada metro. Pasamos la noche en el refugio de Montfalcó (Casa Batlle), de maravilla, y lo mejor es que al día siguiente teníamos que desandar el camino, es decir, volver a recorrer las pasarelas, pasarelas que, todo hay que decirlo, no son aptas para personas con miedo a las alturas ni demasiado “entradas en carnes” (hay algún paso bastante estrecho). 



    Disculpad si me repito, pero no puedo evitar poner otras dos fotos, me gustó tanto…





    Pero bueno, aún faltaba aquello que tenía pendiente desde hacía tiempo, el Congost de Montrebei, entre el Montsec de l’Estall y el Montsec d’Ares. 



    Un camino esculpido en la roca lo permite recorrer de punta a punta.



    Aunque no plantea ninguna dificultad, a todo lo largo hay una sirga de acero que da seguridad en los lugares más estrechos.



    Se me hizo tan corto… Señal de que lo había disfrutado mucho. El camino de vuelta ya no tuvo ningún misterio, se trataba de desandar lo andado el día anterior.



    En fin, espero que no penséis que qué pegan estas fotos en un foro de cicloturismo, pero es que es todo tan bonito… Y si alguien viene por aquí en bici y le sobran un par de días, os aseguro que es un plan perfecto para redondear unas vacaciones. ¡Que lo disfrutéis!


    ¡Bici, bizi, vici!
    Publicado hace 9 años #
  2. Kim y Sargantana: Feliz aniversario. 


    Y que sea para muchos, muchos, más.


    De todo corazón.

    Leonor, tu serás SIEMPRE la princesa...
    Publicado hace 9 años #
  3. Felicidades por doble = aniversario + crónica.

    Gracias por compartir.

    Publicado hace 9 años #
  4. preciosa cronica y las fotos una gozada!quiza algun dia te pida informacion,que siga esa maravillosa amistad sargantana

    felicidades!!

    Publicado hace 9 años #
  5. Salud,amor y libertad.


    Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el Puerto seguro... Atrapa los vientos en tus velas... Explora... Sueña... Descubre
    Publicado hace 9 años #
  6. URTEURREN ZORIONTSUA !!!!!!!!!




    El vent a les cames, l´horitzó als ulls, l´aventura al cor...
    Publicado hace 9 años #
  7. Kim, Sargantana, enhorabuena por esos 10 Años y por la ruta claro...a ver si la veo en el mapa y me aclaro si se puede combinar con otras cercanas....

    Un saludo

    Tonilupe

    sonrie, disfruta, el tiempo pasa... http://tonilupe.blogspot.com.es/
    Publicado hace 9 años #
  8. Pau-i-amor, muchas gracias, majo. La verdad es que lo nuestro tiene pinta de ser para toda la vida 


    lluistrell: ESKERRIK ASKO, TXAPELDUN!!! 

    tonilupe: si te decides a hacerla algún día ya sabes que tienes el track a tu disposición 

    Queco, luisga, OTSO, muchas gracias por leer la crónica y, sobre todo, por los buenos deseos y las felicitaciones

    Publicado hace 9 años #
  9. Maaaaravillosooooooo, muchas gracias.

    Publicado hace 9 años #
  10. Gracias a ti, Vicent 

    Publicado hace 9 años #
  11. Enhorabuena por todo ! Incluido el no-vértigo ! 


    La próxima, también en kayak !

    Gandulus maximus. Vires et Iniuriam acquirit eundo.
    Publicado hace 9 años #
  12. Me sumo a las felicitaciones por vuestro decimo aniversario.
    Muy bonito el recorrido por el cana de D´Urgell que por lo que se ve abre el apetito,  en especial me han gustado esas pasarelas aereas y el camino horadado en la roca.

    El unico simbolo de superioridad que conozco es la bondad.
    Beethoven.
    Publicado hace 9 años #
  13. No sé qué me gusta más, si la crónica, las fotos, la historia, la zona... Muchas gracias por compartir y enhorabuena!

    Publicado hace 9 años #
  14. Pues a mi si se lo que me gusta más: TODO!!!!


    recuerdos ?me traen unos cuantos y algunos muy recientes.



    felicidades!!!!

    gracias por compartir!!!

    Publicado hace 9 años #
  15. taffer, Trisqui, Irene, slow, muchas gracias por las felicitaciones y por leer la crónica 

    Publicado hace 9 años #
  16.  Feliz aniversario sargantana y Kim !!!

    Me ha encantado vuestro viaje y la guinda de Montfalco aun mas, estuve hace un par de fines de semana y lo flipé en colores!!!
    Ahora a por otros 10, 20 , 30 y 1000 años mas junticos!!!!   :D 

    "Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar."
    Publicado hace 9 años #
  17. Preciosa la ruta, la crónica y las fotos.


    Felicidades por los 10 años y que sean muuuuuchos más!!!

    Solo una puntualización, en el primer día que posais en un obelisco, me comentó una vez un ingeniero de caminos que estos obeliscos se construían para tener una referencia desde el exterior sobre la alineación del tunel y así poder ir excavando desde ambos lados hasta encontrarse en medio. Hoy en día se ve que hacen lo mismo con alineaciones con laser y ya no se utiliza el susodicho obelisco. En túneles antiguos, sean ferroviarios o de canales todavía se pueden ver estas construcciones o lo que queda de ellas.

    Por cierto, el pasado fin de semana me alojé en el hotel URH de Girona y, ¡sorpresa!, el restaurante del hotel es tu avatar. Te paso la tarjeta por si te dejas caer por Girona.

    Saludos y disfrutad



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    Publicado hace 9 años #
  18. Ah, i en la Granja Escola Les Obagues de Juneda han puesto en marcha recientemente un proyecto social en forma de lechería, donde trabajan personas con capacidades especiales  :wink:. Parte del desayuno procede de esta lechería y está bueniiiiiisimo.

    Publicado hace 9 años #
  19. Gracias, pi, guapa, Montfalcó es una pasada ¿eh? 


    LittleJohn, leí las dos versiones del obelisco, la de que lo usaban como referencia y que era un homenaje a los que construyeron el túnel. Me pareció la más creíble la primera, pero la segunda quedaba más poética para la crónica, jajajajaja. ¡Ah! y muchas gracias por lo del restaurante, visita obligada la próxima vez que vayamos a Girona 

    Publicado hace 9 años #
  20. Me la apunto! Bonita crónica y preciosas fotos. Gracias por compartirlas y Felicidades a los dos por el aniversario!

    Publicado hace 9 años #
  21. Esta lagartija, siempre me deja sin palabras...
    Que bonito es el amor, ojo he dicho amor no sexo, el amor con sus cuatro letras,,,no sexo que tiene ,,,cuatro tambien,, coincidencias...
    Me quedo sin palabras, que hariamos sin vosotros, sin vuestras salidas que dan gusto verlas, sin ver esa  Scott, que tiene que estar Kim prendado de ella, sin ver tu bici multicolor, tus mallot tan chulos, vuestras fotis,  os queremos; El amor esta a la vista, os dedico, Pareja, una pequeña poesia que escribi, hace ya, 25 años.

    Para hacerse, hay que casi morir,
    Para subir, hay que respirar ondo,
    Pero para quererte , no me hace falta nada.

    Felicidades , y viva el amor, que lo mueve todo. Y gracias...

    Ser Felices

    Somos energia..
    de ti depende, si positiva o negativa
    Publicado hace 9 años #
  22. Muchas gracias, Ciclope 


    Y a ti pollo... Tú sí que me has dejado sin palabras, guapo. Un abrazo desde tu maravillosa Granada (¿lo he soñado o eres granaíno?) 

    Publicado hace 9 años #
  23. Bravo por ese Pollo poeta!!!!      





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    Publicado hace 9 años #
  24. Felicidades por los 10 años de amistad,sois geniales :D

    Publicado hace 9 años #
  25. ¡Muchas gracias, gala! Efectivamente, son diez años de amistad.... y de mucho, muchísimo más 

    Publicado hace 9 años #
  26. Me la he leido ya un par de veces y como siempre crónica y fotos (y comidas) fuera de serie.
    Me la apunto para cuando vuelva a ir a Barcelona a ver a mi nieta (que, por cierto, se llama Gala) intentar hacer elgún tramo.
    Ahora, lo de las pasarelas pues va a ser que no. Si yo no sólo tengo vértigo propio si no que además tengo vértigo ajeno. Sólo veros en las fotos ya me entra el cosquilleo en la planta de los pies. 

    Vale más un "por si acaso" que un "quien lo iba a pensar".
    Publicado hace 9 años #
  27. Hola a todos, soy nueva en el foro y me encantan vuestras crónicas, la complicidad que hay entre todos los participantes y el buen rollo que se palpa. Y ha Sargantana es casi imposible decirle algo que no haya ya escuchado, es estupenda por dedicar su tiempo a redactar estas rutas y ni que decir de las fotos que son espectaculares, vamos que me tiene enamorada, je je. La ruta del canal d'urgell también me tiene enamorada por eso te pediré información por privado.

    Gracias de nuevo.

    Publicado hace 9 años #
  28. Hola a todos, soy nueva en el foro y me encantan vuestras crónicas, la complicidad que hay entre todos los participantes y el buen rollo que se palpa. Y ha Sargantana es casi imposible decirle algo que no haya ya escuchado, es estupenda por dedicar su tiempo a redactar estas rutas y ni que decir de las fotos que son espectaculares, vamos que me tiene enamorada, je je. La ruta del canal d'urgell también me tiene enamorada por eso te pediré información por privado.

    Gracias de nuevo.

    Publicado hace 9 años #
  29. Pues bienvenida alfmile al foro y sí,, así es, especialmente Sargantana y sus crónicas... de lo mejor que tenemos. Espero que te quedes por aquí y también nos puedas contar las tuyas

    Saludos desde Manises.

    Publicado hace 9 años #
  30. ¡Muchas gracias, VILLABOA y alfmile, menudos halagos!... 


    Y a ti, Vicent... En fin... 

    Publicado hace 9 años #