El camino real de Valencia a Castilla.

El camino de Valencia a Castilla, camino construido en el siglo XV para habilitar el paso de carruajes cargados de trigo destinados a abastecer la ciudad de Valencia, convirtiéndose en una via de comunicación y comercio entre el reino de Castilla y el reino de Valencia.

En el siglo XX se convertiría en la N-III y finalmente en la autovía A-3 que comunica Valencia con Madrid.

El viernes dia 6 de diciembre después de una temporada investigando el itinerario de este antiguo camino real y buscando la manera de enlazar los tramos que todavia existen, me dispuse a recorrer este histórico camino.

Salí desde la plaza de la Virgen lugar emblemático en Valencia, eran las ocho y media de la mañana, hacia un poco de fresco, unos seis grados, el cielo estaba despejado y el sol empezaba a asomar los primeros rayos proyectándolos contra los edificios, la plaza estaba desierta solo la bicicleta y yo.

Me puse en marcha dirigiéndome por la histórica calle caballeros una calle estrecha, recorriendo los primeros metros del camino que me tenia que llevar hasta Requena, entre edificios antiguos y palacios medievales, A continuación la calle Quart aquí la arquitectura de los edificios ya es mas irregular los hay mas antiguos y mas modernos y en esto me topo con las torres de Quart antigua entrada a Valencia, cruzo las torres y ya el entorno es mas moderno, pienso en cuando las torres cumplían la función de entrada a Valencia mientras voy recorriendo la calle hacia Mislata, aquí me encuentro con la cruz de termino con lo que se señalaba los limites de la ciudad de Valencia. Todo es una sucesión de edificios y semáforos, Mislata, Quart de Poblet, en esta ultima población se encuentra la ermita de San Onofre en la que en la guerra de la independencia tuvo lugar una batalla contra las tropas francesas. Despues de pasar por el entramado urbano viene el entramado industrial y sus polígonos industriales a la entrada del area metropolitana de Valencia, por fin llego al campo, el pla de Quart, un pulmon verde de naranjos que me acompañara varios kilómetros siguiendo los caminos unos asfaltados y otros de tierra hasta llegar a la masia de Miralcampo donde antiguamente había una venta. Me encamino hacia Chiva, por caminos pasando por la masia del Riuet, rodeado de campos de olivos y almendros, las obras del AVE y la vecina autovía cortan el paso de mi camino teniendo que improvisar, gracias al mapa, otro camino que me lleve a “las cuestas de Chiva” en este punto me tengo que bajar de la bici y a empujar, me pregunto porque no habre hecho el camino al revés, esta pregunta me la hare mas veces al cabo del dia. Paro a almorzar un bocadillo de jamon serrano y queso y unas mandarinas que había preparado en casa, son las once, ya tocaba. Me encamino hacia Buñol por un camino que no conozco y que me hara mirar el mapa cada vez que me encuentro un cruce, el paisaje es muy verde por los cercanos pinares y por los campos de olivos que abarrotan esta zona, a lo lejos pero ya mas cerca la sierra de las cabrillas, pienso madremia lo que me espera…

Entro en Buñol y comienza la subida del portillo por la antigua N-III, el calor empieza a apretar aunque estamos a trece grados pero la pendiente es fuerte y me cuesta tirar de la bici, me paro junto a la ermita de san Cristobal a tomar un respiro mientras busco con la vista restos del antiguo camino y me llamó la atención un detalle y es que la autovía pasa justo en frente de la ermita por un altísimo viaducto y los coches que pasaban en dirección a Madrid pitaban a la altura de la ermita, no era a mi, por lo visto es una tradición hacerlo cuando se va de viaje.

Termino de subir el portillo, ostras, que frio hace aquí arriba, me vuelvo a poner los guantes y me abrocho la chaqueta, esto es otra cosa. Sigo por la carretera, esta es ancha con buenos arcenes ya que hace tan solo veinte años se pasaba por aquí para ir a Madrid, ahora a penas tiene trafico.

Poco a poco voy llegando a Siete Aguas, dejo la antigua N-III y me encamino por otra carretera local que me acerca a esta localidad donde una nueva dificultad montañosa se cruza en mi camino, nada que ver con el portillo pero se deja notar. Mientras subo me acuerdo de mis días de corredor a pie y el gran fondo que se hace en esta población, que era todo un acontecimiento para el pueblo y para los que íbamos a correr que teníamos que sufrir durante quince kilómetros de sus cuestas y el calor del mes de agosto, precisamente esta carretera era parte del recorrido de esta carrera. Con estos pensamientos llego a la via de servicio de la autovía, en este punto antiguamente se situaba la frontera entre el reino de Castilla y el reino de Valencia. La via de servicio me encamina a través de un paisaje de campos arados de tierra color marron, y paralelo a la autovía hasta El Rebollar, donde dejare la via de servicio y cogeré un camino ancho y pedregoso hasta llegar al barranco Rubio donde el margen por el que vengo es de color marron oscuro como el del rodeno y en el otro margen es mas claro como calizo, curiosidades, no se. Vuelvo a encontrarme con la autovía a mi derecha mientras asciendo por un camino asfaltado, subiendo empiezo a notar rampas en los muslos, pienso para mi, ahora no, que voy mal de tiempo y voy a perder el tren…

Despues de un descanso retome la marcha llegue a Requena a esas horas todavia no había nadie por la calle, foto al castillo y directo a la estación del tren, no me dio tiempo a comer ni a tomar un cortado en seguida llegó el tren y vuelta para casa.

Ciertamente no fui muy sobrado de fuerzas, pero el camino me gusto muchísimo, se va la mayor parte del tiempo por caminos ya sean asfaltados o de tierra y los tramos de carretera tienen poco trafico a excepción de las travesias y polígonos industriales del area de Valencia, además de la satisfacción de haber recorrido un camino histórico.

Aquí dejo un enlace de la ruta, aunque el resto hasta Villargordo del Cabriel se queda pendiente para otra vez.