Abro este hilo para despedirme del año y de la bicicleta, con una pequeña ruta en kilómetros " 39 km " pero llena de paisajes bonitos y con visitas a distintas playas de la zona y de sensaciones, que para mí han sido todo un logro.
Mientras para casi todo el mundo coger el tren es una cosa normal para mi ser autónomo totalmente con mi triker es una pequeña hazaña y nunca lo había hecho.
El día comienza temprano, porque el FEVE pasa por Cudillero a las 9h. y me va a dejar en Cadavedo a las 9.35h. después de pasar los primeros obstáculos con mi triker, como puertas, llego al andén sin mayor problema.
La mañana es fría pero totalmente despejada
Llega el tren y me dispongo a subir con mi bici y en seguida surge una voz ofreciéndome ayuda, que aunque pequeña viene bien.Una vez dentro me doy cuenta que entra muy justo por ser un tren de vía estrecha y mi bici una triker.Pero lo mejor esta por llegar, ya que cuando llevamos unos diez minutos de trayecto, en una parada el tren se paro y no lo podían arrancar.Despues de muchos intentos y casi 20 min. arranco y decido apearme en la parada anterior Ballota pero el anden era de nomos y mi triker le costo salir del tren.
Y para que fuera calentando tenia una rampa digna de los mejores escaladores.
Llegamos a la carretera y comienza propiamente la ruta que discurre desde el principio entre bosques y por carreteras totalmente vacías.
Vamos pasando pueblos que conducen a playas algunas de las cuales son de las más bonitas del occidente Asturiano.
Pasamos por Castineiras desde donde se baja a la playa del Silencio
Novellana que fue nombrado hace años pueblo ejemplar de Asturias.
Llegamos a Soto de Luiña, después de pasar por Oviñana, aquí tomamos la carretera que lleva a la playa de San Pedro, después de 2 Km.
Antes de llegar a playa, cogemos un desvío a la derecha que nos lleva al pueblo de Salamir, tras subir 1 Km., y con unas vistas muy bonitas de toda la costa.Desde este pueblo se baja a la playa, ahora nudista, de Oleiros.
Llegando poco después a Lamuño,
desde donde tras una fuerte bajada
se llega a la salvaje playa de la Concha de Artedo.
Cruzamos su puente de madera y el camino que han hecho para pasar el pedrero
y desde aquí, solo queda una ultima subida para coger la nacional, que es sin ninguna duda la peor, y tras un pequeño tramo de nacional, llegar al final de la ruta, “El Pito”.
Aprovecho para despedirme de todos,
deseando a tod@s un Feliz Año y que el próximo traiga muchos kilómetros de feliz rodadas y kedadas.
AVILÉS