Profe, enhorabuena por el viaje y agradecido por tan buena crónica, entretenida y divertida, espero que no sea la última y puedas salir de viaje más a menudo.
El cicloturismo ha supuesto algo importante en lo que llevo vivido, no es haber hecho grandes ni pequeños viajes, es algo que me hace sentir bien, que me reconcilia conmigo mismo. También he viajado en moto y andando, pero con diferencia lo que más me gusta y me llena es viajar en bici. Tiene la cadencia apropiada, tiene un toque tecnológico, tiene una parte de estrategia, otra de planificación y otra de improvisación que desbarata las anteriores…
En esos breves lapsos de tiempo que estamos en el camino simplemente sale el poeta nómada que habita en el fondo de nosotros, y que está aplastado en un rincón por la vida práctica de todos los días. Tampoco podemos renunciar a él. Hacía del orden de 15 años de mi último viaje alforjero, a primeros años de este siglo. Creo que mi mujer ya estaba embarazada de nuestra hija mayor, pero se sentía muy bien y el médico le dijo que hiciera su vida normal mientras no hubiera ningún problema. Pues eso, vida normal, viajamos en bici. Fuimos de Sevilla a Ayamonte en una semana santa, o un puente de Mayo, con las fresas en los campos de Lepe y el aroma del azahar en todo Andalucía.
Con creces, este viaje ha superado las expectativas. El dolor del brazo no me permitiría viajar muchos más días, pero estos tres han sido muy gratificantes. Considero y valoro la experiencia, lo que ha supuesto para mí y para mi familia. Mi mujer no se ha quejado, me ha dado carta libre, pero ella ha soportado una carga importante de trabajo y preocupaciones de más.
He puesto bastante en orden mi pocilga de diógenes en la terraza, y creo que este otoño podré ordenar definitivamente los cajones de mi pseudo taller, por lo que mi Señora al menos tendrá parte del pago del alto precio familiar que pagó. Aparte, por supuesto, del amor que la profeso.
Espero que pueda organizar pronto algún viaje con todos ellos, que es como mejor me siento, aunque los niños mayores estén muy adolescentes, y la peque limite las distancias a unos 20km/día, que tampoco está nada mal. ¿Francia 2019? Suena bien. Quizá incluso algo antes, por la sierra de Madrid.
Cuando alguien escribe, es para que otro lo lea. Por eso, quiero agradeceros que me leáis, y quiero pediros indulgencia con mi estilo enrevesado y poco claro en muchas ocasiones, aparte de incorrecciones gramaticales, repetición de fonemas, de palabras, cuando no incluso faltas de ortografía.
No sabéis cuánto agradezco los comentarios, me encanta que expreséis lo que os pasa por la cabeza cuando leéis. Eso es comunicación entre lectores y escribiente, y como toda la comunicación es muy enriquecedora.
Por último, os paso una pequeña lista de literatura relacionada con este viaje, para quien le pueda interesar.
Creo que hubiera sido difícil poner mejor guinda al pastel de tu crónica: este epílogo no tiene desperdicio. Yo te agradezco que hayas compartido tus experiencias, y que lo hayas hecho de esta, tu manera: me has hecho partícipe de tu viaje, así que yo también he viajado un poco por esa tierra de Vettones (aunque más cómodamente que tú). Saludos.