No importa si voy al curro con MissFolding, vestido de Lycra-SuperMan con LaNegra, o intentando no caerme con las raíces que crecen por todas partes adrede para hacerme la pirula con la de andar por el monte. (esta, después de todo este tiempo, todavía no me ha dicho como se llama)
Durante todo este tiempo siempre he ido cumpliendo dos cosas:
Uno: Picarme con todo lo que se mueve, vaya por delante (¡al ataqueeee! ) o le vea acercándose por el retrovisor, (mientras me pongo a dar pedales como un descosido intentando aparentar que no le he visto venir).
A veces me la llevo yo, Antes, más bien, últimamente cada vez me dejan más veces tirado como una zapatilla (primera señal de irse haciendo mayor). Pero me da igual. Una buena batalla perdida siempre merece la pena (como en el chiste: "A mi me gusta jugar al poker y perder" "¿Cómo 'perder'? será jugar al poker y ganar" "¿Ganar? ¡¡¡ganar tiene que ser la ossstiaaaaa!!!")
Dos: Cuando veo alguien con problemas aflojar y preguntarles si necesitan algo. Muchas veces la gente está preparada para autoayudarse y no me necesitan, otras les puedo echar una mano con su percance (cadenas rotas, pinchazos rebeldes, cable roto, o lo que sea) pero de un tiempo para acá me vengo encontrando con gente que se ha quedado tirada porque sale a montar con una mano por delante y otra por detrás, con las bicis en un estado tan lamentable que no tenían que haberlas sacado de casa, sin herramientas, sin bomba, sin parches, ni saber lo que son, o como se infla una rueda, y en alguna ocasión con problemas generados directamente por ellos (pero tío ¿no has notado que se te movía el pedal?, te tenías que haber parado al notar que estaba flojo ¿ahora quién lo atornilla de nuevo con todos los filetes de la rosca comidos y el agujero abocardado?) o por el mal estado de las bicis. Mal estado que ellos mismos han generado por incuria, descuido, ignorancia, dejadez y muchas veces por "guardarlas" en la terraza.
Y que además te miran con cara que les estas hablando de física cuántica según le cuentas que hay que saber lo que es una llave Allen y para qué sirve.
Y me sigo parando. No puedo evitarlo. Creo que la solidaridad entre bicicleteros es sagrada, sea en un camino perdido mitad de ninguna parte o en el anillo verde de Madrid.
Pero cada vez me sienta peor cuando me los encuentro. Ya sé que ahora hay mucha más gente en bici por ahí que hace años (¡Gracias al cielo! ) y que es inevitable que muchos estén más verdes que una lechuga, sobre todo si están empezando, que no todo el mundo va a tener el master en cunetas con la bici ruedas parriba que hemos tenido los demás, pero pararme al lado del pardillo de turno y ver que no sabe ni siquiera que la bici se la ha cargado él mismo cada vez me molesta más.
Me estoy volviendo un gruñón, será (también) que me estoy haciendo mayor.
¿No os pasa a vosotros lo mismo?
Saludos a todos/todas.
Javier