No hay gran cosa que contar. Llevo ya una semana resumergido en la rutina habitual. Perduran, sin embargo, algunas impresiones. La diferencia entre las grandes y/o medianas poblaciones , donde se conocentra la población, con las aldeas, semiabandonadas casi todas. Entrar en Burgos bajando desde La Demanda y tras pasar algunos días antes por espacios semidespoblados impresiona. A mí por lo menos. La forma de sobrevivir de algunas poblaciones( Sepúlveda, Riaza, San Esteban, El Burgo, Quintanar, Arlanzón, ... ) , así como el aprovechamiento del "tirón" de las Hoces del Duratón y el Cañón de Río Lobos, que me recordaron algunos cambios de impresiones tenidos en otro hilo con otros foreros ... ( Saludos a Pedalhero y Pat. Des. ). Formidable el nuevo Museo de la Evolución, en Burgos. A dos patadas de la Catedral. Para una ciudad que arrastra la tópica fama de clerical y retrógrada, no está nada mal... ¡ Qué decir de la variadísima naturaleza...! Planicies cerealistas, pinares y bosques, montañas y valles, hoces y cañones todavía brillan en mi memoria. Y ojalá que el magnífico esfuerzo que se está haciendo por mantener la Vía Verde en buenas condiciones merezca la pena. Cuanto más se utilice, mayor interés pondrán sus responsables en potenciarla. Creo. Así que ya sabéis: a una hora de Burgos, en bici, comienza una aventura repleta de posibilidades y sorpresas. Comida aparte para el paisanaje, atento y colaborador. Mención especial para la guía (¿?) de la iglesia porticada de San Esteban de Gormaz: que no sólo informaba amabilísimamente del tesoro del que se ocupaba, sino que iba y venía al/del trabajo en bicicleta... Tampoco quiero olvidarme de los trabajadores/as de la hostelería; tanto de los de la división alojamientos como de la de gastronomía... Y ¡qué vinos! y ¡ qué lechazo ! y qué... En fín. ¿ Que ya vale ? ¿ Que ya estoy siendo pesado ? Vosotros habéis tenido la culpa. No haberme provocado.