Cuando una salida se complica lo mejor es volver a casa

Hoy me tocaba hacer la etapa 14 de mi particular vuelta a los pueblos de Castellón. La ruta era sencilla, unos 75 kilómetros, en el libro de ruta tenía marcado subir por carril bici hasta L’Alcora, pasando por delante del cementerio municipal viejo, coger la carretera de Ribesalbes y en el cruce con Araya desviarme, llegar a Araya, que es una pedanía de L’Alcora, hacer unas cuantas fotos y por la misma carretera volver al cruce con la de Ribesalbes, bajar a Ribesalbes, hacer las fotos de prueba de paso, almorzar en un bar que preparan unos bocadillos de pulpo con ajoaceite que están de muerte y después del café irme a Onda, hacer las fotos en Onda y por el carril bici de la CV10 volver a casa. Era un buen plan, pero no ha podido ser por una serie de circunstancias que me hacen pensar en un maleficio de Araya conmigo porque no quiere que llegue hasta el poblado, a 5 km me he quedado y si no creeis en maleficios, ahora os cuento y opinad por vosotros mismos a ver que me ha pasado esta mañana. 

El día pintaba magnifíco para pedalear, solecito, no hacía mucho frío, unos 10 º a las 9 de la mañana, sin viento y todas las ganas del mundo de pedalear y con todos esos pronunciamientos favorables, allá que me voy. Todo bien hasta el kilómetro 18, casi llegando a L’Alcora, 2 km me faltaban cuando al subir una pendiente de cierta enjundia, 6%, noto que pedaleo en falso, me paro y veo que la cadena, sin que yo hiciera nada para cambiar de marcha, se había salido del plato pequeño hacia dentro y se había metido entre el cuadro, bueno, el motor y el plato de 34 que llevaba puesto desde abajo de la subida. Cosas que pasan, habré hecho algo mal que no recuerdo y se ha salido. Me pongo a sacar la cadena y tras media hora de paciente y duro trabajo he conseguido desatascarla, tentado he estado de darle un tirón pero he pensado que mejor hacerlo medianamente bien para no romper nada y poder seguir pedaleando. Al final consigo sacarla, la engrano en el plato pequeño y a seguir, he llegado a L’Alcora, he seguido subiendo hasta el cementerio viejo, he tomado la carretera de Ribesalbes para desviarme en el cruce de Araya, las primeras rampas bien pero cuando me faltaban 100 metros para coger el desvío, he puesto un piñón más grande y vuelta a lo mismo, la cadena fuera del plato, ya me estaba mosqueando, pero he respirado profundo y con la misma paciencia de antes he vuelto a sacarla de donde no debía estar, esta vez me ha costado menos de sacar, pero un cuarto de hora si que habré estado en ello. Con cuidado y pensando que igual hago demasiada fuerza sigo hacia el cruce cuando noto que voy pinchado de atrás, tercera incidencia del día, llego al cruce y veo una bionda que me valdrá para apoyer la bici mientras cambio la cámara. Saco la cámara y encuentro una pequeña punta metálica en la cubierta, la saco con la punta de la navaja y monto el neumático, las Vittoria Randonneur de 28 son una maravilla, con las manos la puedo montar y sin demasiado esfuerzo. Hecho mano de la bomba de hinchar del Deca que compré la semana pasada exprofeso para esta bici y hincha hasta donde llega que es más bien poco, así que como llevaba tres bombonas de CO2, cojo una, la aplico a la válvula y el CO2 sale por todos los sitios menos por donde tiene que salir, así que no puedo hinchar la rueda más de lo que está. Ya me estaba cabreando, pero me he aguantado y eso si, me he acordado de los que inventaron lo del CO2, personalmente y algunos ancestros. Cojo la segunda bombona y funciona bien, la rueda se hincha hasta un nivel aceptable. Me digo, ves como a veces con un poco de mala leche se solucionan las cosas, jejejejeje. Mala leche? Me iba a enterar yo de lo que era mala leche. Recojo el taller móvil que llevo en la bici y antes de subir pienso en si no sería mejor abortar la salida, pero si solo quedan 5 km, está ahí el letrero, así que ante la perspectiva de los 5 km de toboganes que me quedaban, encaro la bici hacia Araya, me monto en ella, doy una pedalada y al dar la segunda mientras ponia la cala en el pedal, oigo el ruido clásico que hace y el pedal izquierdo pedalea en falso. Casi me caigo y pienso si se ha vuelto a salir la cadena, pues si y no, ¡¡La cadena se ha roto!!. Cagon tó, si alguien ha oído lo que yo decía se habrá llevado una idea equivocada de mí, esta vez si me he acordado de todos los ancestros del que inventó la cadena, de los que la fabricaron, de los que la vendieron y de los que la montaron, me he remontado a varias generaciones atrás y por si acaso, también de las generaciones venideras. Llevaba más tiempo arreglando cosas que no funcionaban bien que pedaleando. La semana pasada 449,8 km, ni un sólo problema y en esta no puedo completar una miserable etapa de 70 km. Este era el momento en el que cuando fumaba me sentaba en la bionda o en una piedra o en un reguero y me fumaba uno, dos, o tres cigarritos, pero como ya no fumo, me he quedado sentado en la bionda pensando en mi mala suerte y en las opciones que tenía. Más de dos horas perdidas en chorradas y una hora y cuarto pedaleando, 24 km hechos. Llamo a la asistencia en carretera de la FECT y compruebo si funciona o no?. No hago nada más que esperar a que pase un coche y que me acerque a casa o a L’Alcora cuanto menos? O saco mi espíritu de randonneur- cicloturista que hace los recorridos en autosuficiencia? Pues lo último, ha parado un coche, le digo que ya me apaño y se va, pasa otro coche, para y me pregunta si necesito ayuda, le cuento lo mismo, que ya me apaño yo, que muchas gracias por parar y se va, pasa un ciclista, lo mismo, que si me puede ayudar y le digo lo mismo, que ya me apaño yo solo. Así que manos a la obra, muy agradecido por parar a preguntar, aunque debía dar pena, yo sólo, en un cruce de dos carreteras poco transitadas, con la bici con las ruedas mirando al cielo, las herramientas y el contenido de mi bolsa desparramados junto a la bici y yo que ya soy un señor mayor y jubilado, seguro que les he dado penita, como el perrito de la tele, pero el espíritu de los randonneurs pasados y futuros ha prevalecido sobre las negativas circunstancias del día y me he puesto manos a la obra. En casa, con mis herramientas se arregla mejor una cadena, pero tenía todo lo necesario, así que la he arreglado, he quitado el eslabón roto, el buje se había salido doblando la hembra que lo recibía, así que he quitado ese eslabón y aprovechado para poner el otro. Por si alguien no lo sabe, cuando sacas un eslabón hay dos momentos complicados, el primero es que no debes nunca, nunca, sacar todo el buje del eslabón que vas a aprovechar, si lo haces, tienes que coger otro eslabón porque es totalmente imposible volver a meter ese buje en sus eslabones, ni con un tornillo de banco se puede hacer, o salta al apretar o se dobla la hembra que lo tiene que recibir, yo jugaba con ventaja, porque ya sabía eso, en mi habitación taller hay unos cuantos bujes perdidos que no encuentro, ja, bujes a mi. Cuando lo aflojas debes ir comprobando si ya puedes sacar el eslabón sin sacar del todo el buje, miras la longitud que te ha salido y pruebas a ver si ya está suelta la cadena, si no está suelta, vuelves a montar la herramienta y le das un cuarto de vuelta más, vuelves a probar y repites cuantas veces sea necesario con paciencia hasta que se suelta el eslabón. Una vez conseguido ya puedes volver a juntar las dos partes de la cadena, pero atención, que esto tiene también su truquito y hace falta un alambre, una cuerdecita pequeña o dos bridas. Sólo tenía bridas aunque lo he intentado con una cuerdecita que había en la cuneta. La cuerdecita estaba podrida y se partía, en eso que pasa otro coche y este para un poco más adelante y los ocupantes, dos hombres de unos treintaytantos años se acercan y me preguntan lo de los otros, que si necesitaba ayuda, se ha roto la cadena y la estoy arreglando les digo como a los otros, que muchas gracias por parar. Eso se pùede hacer me dice uno? Si, claro, si tienes las herramientas y sabes se puede arreglar, yo cuando he roto la cadena la he llevado al taller y me han puesto una nueva me dice el otro. Si, eso es lo que haré yo esta tarde o mañana, cambiar la cadena, pero para llegar a casa hay que unir los dos eslabones que están bien para poder pedalear. Uno de ellos me pregunta si pueden mirar. Si, claro, así veis como se hace. Comentan que van por el monte con MTB electricas y es fácil partir las cadenas por la fuerza que hacen esos motores, pùes hale, a aprender. Les explico lo que he hecho hasta ese momento y ya solo me faltaba unir las dos partes separadas, pongo la cadena en la herramienta del tornillo de mano y comienzo a apretar el buje, este entra y les voy enseñando como va pasando a cada vuelta del tornillo hasta que la punta sale por el otro lado. Este es el otro momento delicado, no hay que apretar tanto que el buje se salga por el otro lado, se debe dejar a ras del eslabón, un par de pruebas y hecho, pruebo con los dedos que el eslabón funciona bien y no está atascado, que a veces pasa si no lo sacas bien por el otro lado, se dobla medianamente bien pero ya se puede pedalear. Monto la cadena en los platos, antes la habia sacado del plato y dejado sobre la biela para que no hiciera fuerza et voilá, ya está, mi orgullo de cicloturista-randonneur-autosuficiente estaba a salvo, así que ellos me han felicitado y se han ido en su coche. He mirado el letrero de los 5 km que me faltaban hasta Araya y he pensado que no había que tentar más a la suerte, tal y como llevaba el día me podía pasar cualquier otra cosa, un rayo en la cabeza, un meteorito, etc. así que he decido volver a L’Alcora y como ya era casi todo cuesta abajo y la cadena no tenía que hacer mucha fuerza al pedalear excepto en tres o cuatro sitios puntuales me he bajado. A todo esto llevaba allí tirado en el cruce de las carreteras un par de horas como poco, entre el descarrilamiento, el pinchazo y el arreglo de la cadena, ya casi era la hora de comer, más de la una, paso por L’Alcora y las dos terrazas que me gustan estaban cerradas, cierran en lunes, ni la comida me salía bien, así que me he tirado hacia abajo a la aventura y buscando otro sitio para comer. Lo he encontrado al pasar el pantano de María Cristina, junto a una gasolinera y se llama Restaurante La Cullera, he comido muy bien, dentro de lo que puedo comer que tampoco es tanto, ensalada de queso freso y manzana con lechuga, de segundo cazón a la brasa y una triste manzana haciendo oídos sordos a los flanes, tiramisús, cuajadas, tartas etc. que me recitaba la camarera, por cierto, muy simpática, amable, joven y guapa. Después un café solo, ni carajillo del terreno, buf. Comida más cerveza 0,0, pan, postre y café 11 €, tirao de precio, por eso había tantos camiones en el parking, se come bien y a buen precio. He sacado una fotos de los platos que además venían muy bien presentados.Yo me hubiera tomado un par de carajillos de ron negro quemado y fumado un purito, pero no puedo, cagon tó, así que para casa, casi todo cuesta abajo, faltaban un par de cuestecillas pero las he pasado bien, plato pequeño y he buscado un piñón en el que el eslabón reparado no se tuviera que curvar demasiado porque en los piñones más pequeños me daba un tirón al pedalear, lo he encontrado y dejando caer la bici en los descensos y en el llano pedalear muy suave para que no se rompiera otra cosa.

Datos de la mierda de salida y reparaciones varias:

Distancia total de ida y vuelta: 51.96 km

Metros de ascensión: 467 m.

Tiempo de pedaleo: 3h 02m 13s tiempo total de la salida: 6h 45m 52s

Enlace a wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?pic=rutas-ciclismo&slug=castello-de-la-plana&id=126431136&rd=es

Mañana llevaré la bici al taller para que cambien la cadena y para la salida cogeré la Domane, a ver si me acuerdo de pedalear sin motorcito, va a ser duro, os lo aviso. ????