Magnífica ruta! Rodar por Francia es siempre un placer. El Perigord es un verdadero gozo para los sentidos (especialmente el del gusto).
Cómo se encuentra a faltar por Francia esa arquitectura de "los bloques" tan nuestra, que afea de sobremanera nuestros pueblos, aún los más pequeños! Y las pareadas insulsas y sin carácter alguno!
Y lo descuidadas que tienen esas plazas mayores, sin asfaltar, que no sirven ni para aparcar los coches! ¿Por qué necesitan tanto sitio los agüelos y los crios para jugar?
Y no tienen esas distintas alturas en las edificaciones, que se rematan con esos preciosos tabiques pluviales en obra de tocho. Acaso no es bonita esa sensación de provisionalidad, de no tener nunca las obras acabadas, que ofrecen nuestras aldeas?
Y los árboles? Cómo puede ser que los pueblos en Francia tengan árboles centenarios en sus calles y plazas? Es que no hay un concejal de obras públicas que los tale cada vez que abandonan la categoría de palito-con-dos-ramas para alcanzar lo que se conoce como un arbolito-que-no-da-sombra? Ay! Qué poco les costaría a los Franceses estropear la harmonía de sus pueblos! Y mira que lo tienen fácil: Sólo hay que copiar lo que hacemos aquí....
Pero, no. Ellos siguen con sus casas regulares y sus balcones llenos de flores....
Leonor, tu serás SIEMPRE la princesa...