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Para estos días teníamos pensado hacer un pequeño viaje comenzando en casa de nuestro amigo Bitelchus, en San Pedro del Pinatar, cerca de Murcia. Y acabar en Almería; pero el pronóstico del tiempo era tan malo que cambiamos de idea y decidimos enfocarlo de otro modo. Esta es la crónica de cómo se desarrolló la cosa.
Parte I – Costa de Murcia
Salimos el viernes de casa con una semana por delante para hacer lo que se nos ocurriera; y como siempre, entre unas cosas y otras no teníamos ningún plan establecido.
Llegamos a casa de Bitelchus por la noche. Teníamos muchas ganas de volver a verle después de nuestra última aventura en Madrid.
Después de múltiples abrazos y ponernos al día de las novedades, Bitelchus comenzó a sacar una magnífica cena que nos había preparado; nos hizo sentir como reyes.
Nos fuimos tarde a la cama, bien cenados y bebidos.
De madrugada nos despertó el ruido de la lluvia. Llovía a mares.
Cuando amanecimos, sin embargo, había salido el sol, así que decidimos hacer la primera ruta por la costa. A Bitelchus se le ocurrió que podíamos dar la vuelta al Mar Menor.
Aunque todo estaba encharcado, hacía un día estupendo. Recorrimos la costa pasando por Lopagán, Santiago de la Rivera, Aeropuerto de San Javier, Los Alcázares…
No había casi gente y la paz que se respiraba en el ambiente era total.
De allí fuimos camino de Los Urrutia y Los Nieto. Luego Mar de Cristal, donde paramos a comer.
Yo quería hacer algo diferente. Para variar, en este viaje no quería aventuras. Sólo tranquilidad y pasear en paz sobre mi bicicleta. Pero no pudo ser. Llegados a este punto cambió el tiempo y se levantó un viento infernal. Nos dimos cuenta de que era muy tarde e íbamos a perder el barco con el que pensábamos volver a casa. Así que empezamos una carrera contra el tiempo, mientras el vendaval nos zarandeaba y masticábamos arena de la playa. Así estuvimos un rato hasta que pasaron los peores nubarrones y el viento amainó un poco.
Al final, llegamos al puerto con tiempo para coger el barco. ¡Qué alivio!
Desde que nos bajamos del barco ya no paró de llover, pero estábamos casi en casa.
Pasamos tres días maravillosos con Bitelchus y Carmen. Y como fin de fiesta Bitelchus nos preparó una paella que no olvidaremos nunca.
Parte II Águilas –Cabo Cope – Playa de Mazarrón
Desde San Pedro del Pinatar bajamos con el coche hasta Águilas y lo dejamos aparcado allí. Nos montamos en nuestras bicicletas y fuimos siguiendo una carretera por la costa hasta Calabardina (uno de los pueblos que más nos han gustado de esta zona).
De Calabardina fuimos a Cabo Cope por una carreterilla junto a la costa, (Pilar dice que era un camino, la verdad es que no lo recuerdo bien).
Y de allí hasta Playa de Mazarrón, donde nos alojamos en un hostal.
Al día siguiente teníamos planeado regresar a Águilas por el mismo camino. Salimos temprano y cuando estábamos a la altura de Mazarrón se desató el diluvio universal. Tuvimos suerte y nos refugiamos bajo el toldo de un bar, luego en una gasolinera, y después en una marquesina del autobús, todo esto mientras se iba inundando todo a nuestro alrededor.
Las calles de Mazarrón eran un río desbordado, así que, en vista del panorama, nos buscamos una pensión para refugiarnos y pasar el resto del día y la noche (las previsiones meteorológicas decían que al día siguiente regresaría el sol).
Improvisamos de nuevo y esa misma tarde cogimos un autocar y nos fuimos a Águilas a recuperar el coche, y de vuelta al hostal aprovechamos para hacer turismo: estuvimos en La Azohía (recomendado por Bitelchus...), donde vimos una puesta de sol espectacular. El tiempo mejoraba.
Parte III – Garrucha – Carboneras
Como todo el viaje, íbamos improvisando sobre la marcha, sin planes, ni objetivos. Yo sólo quería pasear en bicicleta, nada más. Total, que llegamos a Garrucha y dejamos el coche allí con la idea de ir por la costa hasta Águilas y dormir allí.
La ruta fue: Garrucha, Las Marinas, Puerto Rey, Vera Mar, Villaricos, El Calón, Cala Panizo, Pozo del Esparto, San Juan de los Terreros…
… Y en San Juan de los Terreros… Cuando quedaban unos pocos kilómetros para llegar a Águilas, de pronto, nos dio un aire y decidimos que preferíamos dormir en Garrucha. Así que nos volvimos.
A la vuelta paramos en varias calas… (Pilar quería tomar el sol y yo aprovechaba para escribir y dibujar en mi diario de viaje).
…También paramos en casi todos los pueblos del camino…
Pilar encontró una pensión barata en Garrucha y nos instalamos a última hora del día.
…Al día siguiente decidimos ir a Carboneras.
Pasamos por Mojacar, subimos el puerto y, sin dejarnos impresionar, nos dejamos caer por el otro lado hasta Carboneras, donde, como hacemos siempre, comimos en uno de esos magníficos restaurantes junto al mar…
Serían las cuatro de la tarde cuando salimos de vuelta para Garrucha. Subimos el puerto, que resultó mucho menos duro de lo que nos habíamos imaginado al bajar.
…Como a Pilar el puerto le había sabido a poco, nos embarcamos en una ruta que habíamos visto al pasar. La ruta Transcabrera.
Nos internamos por una pista en la sierra. Y después de varios caminos de piedras Pilar se tranquilizó un poco.
A última hora de la tarde (tarde, bastante tarde), regresamos a Garrucha, felices y contentos, y más cansados de lo que a mí me hubiera gustado para un paseo.
Parte IV – Desierto de Tabernas.
Sólo nos quedaba dinero para un día más. No sabíamos qué hacer y andábamos mirando folletos de publicidad del hotel cuando de repente vimos uno que ponía Fort Bravo - Mini Hollywood.
¡Anda!, dije yo. ¿Y si nos metemos con las bicis por el desierto de Tabernas? Tiene que ser curioso rodar por allí.
Dicho y hecho: para allá que nos fuimos sin tener ni idea de por donde meternos.
Llegamos allí y donde vimos el cartel anunciando el mini Hollywood paramos. Le preguntamos a un vaquero del lugar (a un mejicano, según Pilar), que como podíamos hacer para meternos con las bicis en el desierto.
Nos miró de arriba abajo un poco raro, y luego nos preguntó si llevábamos agua. Nos señaló un valle. Nos deseó mucha suerte, y cuando lo hizo sonó un poco tétrico, la verdad…
…Y por allí fuimos.
No vimos a nadie en todo el día, excepto algunos ciervos. Tratamos de seguir las indicaciones que nos habían dado, pero nos perdimos, como siempre. Rodamos y rodamos y al final, subimos al lugar más alto a ver si conseguíamos encontrarnos, pero llegó un momento en el que a nuestro alrededor todo era el mismo paisaje repetido. Era un lugar extraño. Lo único que puedo decir a todo el que vaya por allí es que no olvide llevar agua en cantidad (agua y cerveza que nos dijo el vaquero). El calor debe ser abrumador en verano. Y bueno, un plano o algo parecido tampoco estaría mal.
Aquí sabíamos que nos habíamos perdido una vez más …
En nuestro camino, antes de perdernos, pasamos por algunas localizaciones (un valle donde se rodó una batalla de la película del General Patton, algunas de western o ciencia ficción, una mina y parece ser que en este desfiladero de la foto que ponemos debajo se rodó una secuencia de la película: Indiana Jones y la última cruzada
Regresamos al coche contentos y nos fuimos deprisa a un pueblo con bar. Allí nos tomamos unas coca-colas, unos cafés y varias palmeras que estaban bien buenas.
…Y esto es lo que dio de sí nuestro pequeño viaje. Mientras en el resto del país nevaba y llovía a mares, nosotros conseguimos pasar unos días al sol. De nuevo habíamos conseguido vivir una vez más.
Envidiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa..........de todo...............habeis repetido la vuelta la Mar menor con Bitelchus................ese excepcional cocinero os cuidó como a nadie estoy seguro...........
Esas rutas con la brisa del mar como compañera.............para los que somos de interior....tienen un sabor especial........
Lo que no os perdono es rodar..................por Tabernes................sin mi y sin Osquitar............amenizando la ruta con las miticas bandas sonoras de Ennio Morricone...............
Enhorabuena..........besicos y un abrazo amigos.
Ole ole y oleeeee. Sí señor! ale pareja a por otra!!!!
Enhorabuena, muy bien comentada y muy buenas fotos, además seguro que os lo habéis pasado en grande. Yo la he pensado hacer al revés varias veces, desde Roquetas a Lo Pagan, ya que mi padre tiene una casa allí y me habéis dado mucha envidia sana. UN saludo.
Había pasado muchos meses desde esta foto … ejem …
Foto de la última visita de Bitelchus a los mandriles ... desde el verano pasado no habíamos vuelto a juntarnos y bueno, para q engañarnos, echábamos de menos a nuestro querido miembro murciano del KTA…
Él es una persona de las q dejan huella, con las da gusto compartir, charlar, reír, disfrutar de cualquier momento mágico q nos regala la vida x pequeñito q sea, maravilloso compañero de ruta y mejor amigo …. X todo esto y bueno, y xq prepara una de las mejores paellas del mundo (ji,ji,ji…), nos fuimos a su tierra a visitarlo y rodar por sus maravillosas costas !!!
Desde aquí mil millones de gracias por tu hospitalidad, por tus manjares, por tus risas, por estos maravillosos días contigo q siempre saben a poco y q nunca sabes como echarnos de tu casa……ja,jaj,j,aj,a!!! 
Alfffffff.......... q sepas q te nombramos mil millones de veces, q te echamos de menos y q en el desierto de Tabernas, Clint Eastwod nos preguntó por ti !!
Eso si Galan, x Diosssssssssssssss no hagas como nosotros y cuando vayas, llévate algún mapa del desierto, o plano o croquis o lo q sea…….. te evitarás horas rodando a ciegas, y una buena insolación …..ja,jaj,a,ja,ja!!!
Y de la crónica poco puedo añadir, q tuvimos mucha, pero q muchísima suerte con el tiempo, q burlamos las nubes negras, q una vez más fui feliz con Ángel rodando km y km junto al mar, q nos maravillaron los pueblecitos q visitamos, sus calas, sus puestas de sol y q aunque siempre me mete este hombre en líos y nos perdemos cada dos por tres, es un inmenso placer y un lujo rodar con él…. Mil gracias x estos dias escritor!!!
“La felicidad no consiste en tener todo, sino en saber sacar todo lo bueno q nos da la vida”
Federadooooooooooooo........ja,ja,j,aj,aj,aj,aj!!!!! Q guay verte x aqui!!!!
Que guapo lo del desierto de Tabernas!
Gracias por la crónica y las fotos!
mu chulo! 
Pilarica / Angel mil gracias por esa visita que me ha sabido a gloria, como os contaba, hacia mucho tiempo que no cogía la bici y fue un placer volver a hacerlo con vosotros.
Tienes razón Bitelchus, faltan un buen montón de fotos del barco. Disfruté como un niño. Me dio un subidón tremendo estar allí y hablar con el señor que lo llevaba. En la crónica también faltan muchos comentarios que serían algo así como: Ángel comiéndose un bocadillo de salchichón y hablando de la paella de Bitelchús, Ángel comiendo una ensalada de pasta de lata y hablando de la paella de Bitelchus. Ángel mirando el desierto y hablando de la paella de Bitelchús, Ángel subiendo el puerto de Carboneras y pensando en la paella de Bitelchús...
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