Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
Volver arriba

Cedila en el Camino de Santiago Primitivo

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1. Hola Cedila:

    La ilusión que me produce leerte es espectacular. Leerte es vivir tus experiencias. Y vivir esas experiencias es entrar en un estatus de enorme felicidad.
    ¿envídia??????? ¡¡¡¡¡noooooooooo, qué vaaaaaaaaa¡¡¡¡¡ (pero de la buena).

    Me siento identificado en tus reflexiones, en tus comentarios y en tus emociones.

    La soledad del corredor de fondo creo, que es la situación del ser humano mas enriquecedora que pueda existir. Aunque en esta sociedad que vivimos, ya casi todo esté controlado, sorprendentemente podemos descubrir cosas que quedan sin el Macro control, a expensas de que seamos nosotros quienes les demos sentido.
    (Debemos disfrutar del cocloturismo antes de que el sistema nos lo arrebate y nos lo venda.)

    Te pido por favor que nos sigas transmitiendo ilusión, belleza y reflexión.

    Saludos
    Andrés

    El objetivo no es llegar allí, es disfrutar de cada kilómetro hasta que llegas....., y sobre todo "ser feliz".
    Publicado hace 12 años #
  2. Animo Cesar, que ya lo tienes hecho. Has superado el principal problema, que es iniciar el viaje, y ahora cada día que pasa das un paso mas grande para llegar al fin que estas buscando. VIVIR!!
    Por cierto, no te fíes de los carteles de carreteras, que si yo te contara......
    Otra cosa, ¿para que vas tan cargado con el equipo de acampada, si luego vas siempre a hotelucos?

    Mucha suerte en lo que te queda de ruta y recuerda que tenemos una ruta pendiente por Leon.
    ¡Buen Camino!

    Publicado hace 12 años #
  3. Ahora estarás descansando, otros... estamos trabajando, pero... merece la pena parar un momento para soñar...

    (y que tu compañero de oficina te mire a la cara y te diga.... ¿qué estas mirando en la computadora que se te ha puesto una risílla tonta en la cara?, que se levante corriendo a mirar esperando ver en la pantalla una señora más o menos voluptuosa y ligera de ropa y vea a un señor con toda la barba, con un casco, en mitad de la niebla y sonriendo feliz...eso no tiene precio)

    Gracias César, llevo muchos días sin poder entrar en foro por varios asuntos, pero hoy...

    ¡¡¡HOY ME HAS ALEGRADO EL DÍA¡¡¡¡

    ¡¡¡ULTREIA¡¡¡¡

    PD: pollo, tú también me has arreglado el día

    entra en tu corazón y extiende las velas,
    que te aguardan tierras por conquistar
    y hay un espacio vacío que espera tu nombre
    Publicado hace 12 años #
  4. Cedila, llevo siguiendo este hilo desde el principio tan alucinado que no se me ocurría que comentarios hacer, salvo los de ánimo, buen camino, etc, pero releyéndolo desde el principio me he quedado con las reflexiones de tu primer post en el que me he sentido plenamente identificado.
    Todas esas sensaciones sobre la edad, la fuerza física son las que me planteaba yo cuando empecé a soñar en hacer la Vía de la Plata, aunque nunca pensé que aquello pasaría de ser un sueño, y por fin a los tres días de haber cumplido los 60 tacos me lancé.
    Cada uno de tus golpes de pedal, cada uno de tus puertos, cada una de tus bajadas, los sufro y los disfruto como si los estuviera haciendo yo.
    Tus crónicas magníficas, sólo superadas por la calidad de tus fotos, o quizás es al contrario, la verdad es que no lo sé.
    Ojalá el destino me depare el poder compartir alguna ruta contigo, sería, estoy seguro, un motivo de orgullo y satisfacción (como dice nuestro monarca).
    Un fuerte abrazo.

    Vale más un "por si acaso" que un "quien lo iba a pensar".
    Publicado hace 12 años #
  5. Inténtalo Villaboa, yo ya tuve el privilegio de gozar de la compañía (aunque breve) de Cedila y espero también poder repetir.

    Publicado hace 12 años #
  6. Hola compañeros. Estoy abrumado de todo el apoyo y calor que me transmitís con vuestros mensajes. No tengo tiempo para responder a todos como me gustaría, perdonadme, pero es que en pedalear 9 horitas diarias, buscar alojamiento, atender a las rutinas de higiene y alimentación y dormir, casi no me queda tiempo para escribir. Y es que escribir una crónica lleva su tiempo. Y si además tengo que procesar las fotos para poder subirlas al servidor con el poco ancho de banda que tengo... pues eso, que no doy abasto

    Estoy a punto de subir la crónica de ayer. No la acabé porque me quedé dormido. A las nueve y media de la noche me quedé sopa y desperté hoy a las siete y media. La verdad es que el cansancio se acumula. Lo ideal es que pudiera descansar un día cada tres pero entonces no llegaría. Tengo hasta el sábado o el domingo para alcanzar Fisterra. Es una pena andar con prisas pero...

    Ayer tuve una jornada regularcilla física y anímicamente pero me pasó algo que al final me alegró el día. Hoy he tratado de ir corrigiendo mis errores y lo he pasado muy bien. Ya os iré contanddo cuando pueda.

    Escribo esto desde Melide. Mañana jueves espero llegar a la zona de Monte do Gozo. Intentaré quedarme en el camping (para eso, trein, para eso. Y cuando llegue a la costa, ya verás). No quiero entrar en Santiago hasta el viernes a primera hora, descansadito y receptivo. Luego seguiré ruta hacia Muxía. Si todo va bien, el sábado o el domingo estaré en el Fin de la Tierra... y de mi pequeña aventura.

    Prometo enviar crónicas completas en cuanto pueda. Por ahora deciros que la bici y yo ya nos llevamos bien. He descubierto que colea a partir de los 35 Km/h pero a partir de los 55 Km/h deja de hacerlo. Así que sólo tengo que decidir si debo ir muy despacio o muy deprisa

    Un gran abrazo para todos y muchas gracias por vuestro interés y vuestros ánimos. Os aseguro que rodando en solitario esas cosas tienen una gran importancia.

    Publicado hace 12 años #
  7. Etapa 5. Fonsagrada - Lugo. 66 Km

    Después del relativo descanso de la jornada anterior, hoy tenía ya ganas de viajar lejos. El objetivo era llegar a Lugo dejando por fin atrás la zona montañosa con sus altos y puertecitos. De hecho hoy me las prometía muy felices porque sólo me quedaban tres que pasar.

    A las nueve de la mañana ya estaba sobre la bici. El viaje comenzó con una vertiginosa bajada pues Fonsagrada está en lo alto de una loma. A esas horas de la mañana y aunque el sol ya filtraba tímidamente su luz a través de la niebla, la experiencia fue... refrescante, por decirlo suavemente. Y es que esto es Galicia, tierra de brumas, como tendría ocasión de constatar muy pronto en esta etapa.

    Por la carretera solitaria se circula muy bien pero ya hace tiempo que empiezo a cuestionar si lo que estoy haciendo es hacer el Camino de Santiago o sólo comprobar que existe. Miro con algo de envidia el auténtico camino que recorren los peregrinos y por el que yo no me atrevo a circular con esta bici tan cargada.

    En fin, seguí por la carretera, subiendo hacia el primero de los altos que tendría que pasar hoy. A cierta altura van quedando abajo las capas de niebla y el sol luce sobre ellas con algo más de fuerza, pero aún no calienta demasiado. No importa, mientras se trate de subir, yo tengo mi propia calefacción. Sólo llevo una camiseta de verano de punto bastane abierto, casi como si fuera desnudo, pero a pesar de eso sudo copiosamente. Es la humedad, supongo.

    Como ya llevo unos cuantos días rodando, la soledad empieza a hacer mella en mi ánimo. La idea de que no lo estoy haciendo bien empieza a rondarme la cabeza. No es que no disfrute de ir descubriendo nuevos paisajes y de la aventura de ir más allá con la sola fuerza de mis piernas, pero me temo que no era eso lo que yo pretendía en este viaje, todo lo que hago es, casi como siempre, tragar kilómetros. Estoy demasiado ocupado cubriendo distancias como para poder disfrutar del viaje. Eso tendría que cambiar.

    Ya me voy acercando a mi primer objetivo. Subo tranquilamente disfrutando del espectacular mar de niebla. La carretera está prácticamente desierta.

    Pero me entristece tener que pasar de largo los auténticos tramos de Camino como este, que sube hasta O Hospital, un paso emblemático en la parte del Camino por la montaña lucense. Yo debo resignarme a rodearlo siguiendo la carretera. Demasiada carretera para mi pequeña bicicleta.

    Hay un parque eólico en el alto al que me dirijo. Siempre sopla el viento en estos montes. Y con su soplo a mí se me enfría un poco el alma además del cuerpo.

    Y aquí estamos mi bici y yo. Otro alto para la colección. Muchos altos voy pasando pero estos son muy fáciles de pasar. A los puertos auténticamente duros, a los que no vienen en los mapas, aún no me he atrevido a enfrentarme. Si todo lo que puedo retratar es mi bici en un alto... sospecho que esto no va bien.

    Me las prometía muy felices con ese cielo azul y ese sol radiante. Me había puesto pantalón corto esperando calor todo el día. Pero no contaba con un pequeño detalle: esos preciosos mares de niebla que veía desde las alturas, tendría que atravesarlos al bajar. Uy, uy, uy... Empecé la bajada y ¡Menudo frío que pasé! ¡Madre, qué frío! Si es que parezco tonto. Paré cuando dejé de sentir los dedos de las manos y abrí como pude la alforja de la ropa para buscar desesperadamente los guantes completos. Con la bufanda y la chaqueta impermeable sobre la otra, aguanté como pude hasta el final de la cuesta.

    En fin, tras la bajada, nueva subida y a calentar otra vez. Increible: yo alegrándome de encontar una cuesta arriba ¡ni que fuera sargantana!

    Afortunadamente la niebla se iba quedando atrás a medida que avanzaba el día. Subiendo por la carretera encontré un grupo de cuatro o cinco peregrinos. Caminaban silenciosos por el arcén izquierdo de la carretera, en fila india, a unos cuantos metros unos de otros ¡Buen Camino! me dijo el último cuando lo adelanté. Iban sin hablar entre ellos, ensimismados, concentrados en seguir caminando. Probablemente, como yo, se preguntaban por el sentido de su viaje. Yo había aminorado la marcha para ir a la par con ellos pero luego seguí adelante y los dejé atrás, como no podía ser de otra manera.

    En esto caí en la cuenta de que no había desayunado hoy. Salí del hotel con prisas pensando en la larga etapa que me esperaba y en encontrar un sito bonito y apropiado para tomar algo caliente. Paré en un gran ensanche en una curva y en un minuto ya había extendido en el suelo mi toldo azul, sobre él mi trozo de gomaespuma tamaño culo y mi hornillo de gas. Calenté un poco de leche y me la bebí con unas galletas. Sentado en el suelo con mi bici al lado, en una simple curva de la carretera no parecía precisamente el Amo del Mundo. Pero me sentía bien, mejor de lo que hubiera estado en el comedor del hotel. Yo soy así de raro.

    Los peregrinos no tardaron en alcanzarme y se alejaron nuevamente en silencio "¡Vaya deprisa que camináis!" le dije al que iba en cabeza. "Ya, hay que llegar", me dijo él sonriendo "¿A dónde tenemos que llegar realmente?" me pregunté yo yo para mis adentros.

    Al poco, recogí mis cosas y seguí mi camino. Pronto alcancé el segundo alto del día. Definitivamente voy a hacer colección. Diréis que qué aburrido, que si no había otra cosa que retratar. Pues no, la verdad es que no había gran cosa. Sólo la carretera.

    Por eso cuando empecé la bajada, pasando a toda velocidad por Fontaneira, clavé los frenos y di la vuelta para parar en el pueblecito a hacer al menos algo de turismo. Poco.

    Y luego seguí bajando y bajando saltándome con pena lugares que podrían ser interesantes si parara, pero por no frenar... Eso tiene de malo la bicicleta. Si vas andando siempre vas a la misma velocidad más o menos tanto subiendo como bajando. Pero en bici, después de la tortura de la subida... cualquiera se resiste a la gozada de dejarse caer cuesta abajo por una buena carretera. Y claro, así se pierde uno muchas cosas.

    Con estas llegue a O Cádabo y lo atravesé y salí por el otro lado. Y menos mal que sabía que ahora venía otro puertecillo que si no, no hubiera parado en el pequeño parque que hay a la salida, desde donde se ve así el pueblo:

    Los auténticos peregrinos suelen hacer aquí final de etapa. Seguro que hay algo interesante que ver, pero a mi sólo me preocupa que tengo que trepar al alto de la Baqueriza, el último. Al menos descanso un poco en el parque. Por cierto, premio al que sea capaz de decirme qué es esa extraña escultura. Lo dice en el cartelito pero no creo que podáis leerlo por mucho que ampliéis

    Ya os decía que la soledad empezaba a pesarme. Llamé a casa para hablar un poco con mi amada esposa y compañera (salvo para este tipo de aventurillas), pero no estaba. Hablé con mi hijo mayor. Al preguntarle si había vuelto a salir con mi vieja bici me respondió que no, que tenía que estudiar. De repente me di cuenta de que el resto del mundo ya no está de vacaciones, que ya están haciendo "vida normal" ¿Y es normal lo que estoy haciendo yo? Me imaginé qué estaría haciendo yo en una semana "normal". No me gustó demasiado la idea. Pero ser consciente de que la gente "normal" estaría dedicada a sus labores habituales mientras yo estaba embarcado en esta "locura" me hizo sentirme aún más solo y aislado. Excluido. Por propia voluntad disfrutando temporalmente de una ilusión de libertad, pero ajeno, raro, fuera de mi sitio ¿y por qué hay que tener "un sitio"?

    Y con estas comeduras de coco llegué al Alto, el último de esta colección, creía yo.

    Una bajada fabulosa hasta llegar a Castroverde. En este pueblo sí que paré para buscar un buen sitio para comer. Lo encontré al dejar la carretera para internarme por el Camino. Un lugar muy agradable con una fuente y mesas y bancos a la sombra de los árboles. Ningún peregrino se resistiria a parar aquí. Y además desde este lugar se ve el pueblo.

    No sé qué puede haber tras esa puerta ¿Las minas de Moria quizá?

    Con la tripa llena se anda mejor el Camino. Seguí por él un corto trecho, hasta que se cruzó de nuevo la carretera. Con las dificultades que tuve para no caerme con las piedras y el barro, volví al asfalto muy aliviado y pedaleé alegremente hasta Lugo. Esta es la primera vista que tuve de la ciudad.

    Lugo es como Fonsagrada pero a lo bestia. Es que también está en lo alto de una loma. Al acercarte, la carretera baja hasta el río, donde hay un hermoso parque:

    Pero si levantas la vista, alucinas de lo que tienes que subir. Pensé que las famosas murallas de Lugo bien podrían ser estas:

    Y por fin después de mucho bregar por las empinadas calles de Lugo llegué a la famosa puerta por donde según esta inscripción pasó el ilustre monarca cuyos pasos vengo supuestamente siguiendo.

    Típica foto de las murallas... No, lo de retratar monumentos no es lo mío. Y menos en una ciudad.

    La catedral... que no sale entera por mucho gran angular que pongas...

    Y esta hermosa plaza en medio de una espaciosa zona peatonal donde se puede pasear en bicicleta a velocidad de peatón. Lugo está muy guapa ahora. Me recuerda a Oviedo. Alfonso II el Casto me daría la razón seguramente.

    Me hubiera gustado alojarme en la ciudad para pasearme por la noche por sus calles y hacer fotos de los monumentos iluminados. O recorrer la muralla completa. Pero ya os digo que no me gustan nada las ciudades por bonitas que las pongan. Buscando un lugar para reposar u rato y decidir qué hacer a continuación, acabé en un parque que hay en el suroeste de la ciudad. Es un parque precioso pero está situado en plena ladera de la loma sobre la que se alza Lugo. Las calles del parque bajan haciendo zig-zag. Y bajan mucho. Para cuando me di cuenta de cuánto, ya era tarde. Ya estaba casi junto al río. Ese es el famoso Puente Romano, la salida de la ciudad para peregrinos.

    Así que ¡cualquiera vuelve a subir lo bajado! Ni hablar. Ultreia ¿no? Pues eso. Atravesé el puente. Seguí mi camino.

    Claro que, detrás lo que venía era otra subidita infernal. Y ya no tenía yo las piernas para muchas alegrías. En fin, que al final, a la desesperada, acabé otra vez en un hotel... de cuatro estrellas. Si es que no tengo remedio. Después de gastarme el presupuesto tan estúpìdamente sí que me va a venir bien el haber venido cargando con el material de acampada, sí.

    Publicado hace 12 años #
  8. Un abrazo, una gran cronica, y venga campeon, que ya no queda nada!!!! Solo un poco más.

    Un abrazo.

    "No me sigas, que ya te he dicho que no se a donde voy ..."

    J.F
    Publicado hace 12 años #
  9. César, leyéndote me vienen a la memoria los pensamientos que tenía en mi primer Camino de Santiago en solitario...

    ¿qué hago aquí?
    ¿porqué estoy solo?
    ¿dónde están los míos?
    ¿lo estaré haciendo bién?

    Sólo debes de hacer TU CAMINO, el tuyo, con tu cabeza, tus sentimientos, y tus pensamientos, sólo a través de TU CAMINO, encontrarás el sentido del verdadero camino.

    Aunque un camino durmiendo en hoteles de 4****... ¡es más llevadero pillastre¡

    Disfrútalo amigo, disfrútalo, que cuando llegues de vuelta a casa, tendrás tiempo de saborearlo.

    Adjunto

    1. DSCN3446_1.JPG (166 KB, 0 descargas) 12 años antiguo
    Publicado hace 12 años #
  10. Un saludo, estoy enganchado a este hilo, muy buenas narraciones y fotos, muchas gracias cedila, ánimo y suerte en el "Camino".

    Publicado hace 12 años #
  11. Cedila dijo: Pero ser consciente de que la gente "normal" estaría dedicada a sus labores habituales mientras yo estaba embarcado en esta "locura" me hizo sentirme aún más solo y aislado.

    Pue eso es lo que más me gusta a mí, estar de vacaciones en fechas no habituales y ver pasar a la gente que va a trabajar. Me da un gustirrinínnnnnnnn.

    Publicado hace 12 años #
  12. Joder cedila, me gustaria decirte cosas interesantes, agradables y bonitas . . . como agradecimiento a las alegrias y buenos ratos que me das con tus crónicas (en forma y fondo o continente y contenido) pero se me hace difícil . . así que lo resumiré (espero que lo entiendas):
    te amo.

    Un abrazo.

    ps. y . . qué es "normal" ? qué es locura y que no ?

    Salut
    Publicado hace 12 años #
  13. Publicado hace 12 años #
  14. Bueno, me detendré en algo sobre lo que hablas, no es que el resto no me haya gustado o no lo aprecie o no sea suficientemenete intenso o hermoso...

    digamoslo claro: es maravilloso.

    pero me detengo una y otra vez en el sentimiento de soledad que relatas y me detengo porque no me importa confesar que ese sentimiento es el que persigo sin tregua, casi dramaticamente como si en ello me fuera mucho más que lo que debiera de ser en muchos de los viajes que hago...

    Publicado hace 12 años #
  15. Me tienes enganchada, cedila... Disfruta de lo que te queda, amigo, ya tendrás tiempo a la vuelta de hacerte todas las preguntas del mundo, ahora no te desgastes buscando respuestas, y disfruta del paisaje, del esfuerzo, del entorno. Vive el momento...

    En cuanto a la escultura... el otro día en Barcelona había un arquitecto como loco buscando un trocito de la Sagrada Familia que habían perdido...

    ¡Bici, bizi, vici!
    Publicado hace 12 años #
  16. Hola,

    Coincido con la reflexión de Lluís:

    qué es "normal" ? qué es locura y que no ?

    Al final se trata de sertirse vivo, notar que no te atropellan los días por rápido que pasen, que buscas la manera de sentirte bien y hacer un poco más agradable tu entorno...

    Ánimo con TU camino.

    Salud y coronas,
    Javi.
    Publicado hace 12 años #
  17. Cedila no te preocupes por esa soledad que a todos nos llega en algún momento de nuestras rutas pero que con una llamada de teléfono, un chat, o mirando una foto se pasa rápidamente, si así se quiere.
    Lo de gente normal y rara, yo también prefiero ser raro aunque hoy he visto a dos cicloturistas por Medina de Rioseco que no tenían nada de raro y mas bien parecían personas normales y eso me lleva a pensar, ¿quienes son los normales y quien los raros?
    Y por el equipo de acampada no te preocupes que ya lo estrenaras aunque sea durmiendo en los jardines que hay frente a tu casa,

    Publicado hace 12 años #
  18. Si es que no se que decir, soy de pocas palabras

    1º Darte las gracias por hacer que me lo pase tan bien
    2º Nos/me tienes enganchado
    3º Yo tampoco quiero ser normal, pero tengo que serlo
    4º La soledad es maravillosa. Me hace hablar commigo
    mismo, el único que me entiende

    Ser/somos felices

    Publicado hace 12 años #
  19. Desde Monte do Gozo, un gran saludo para todos los foreros de Rodadas. He gastado casi toda la batería del portátil escribiendo la crónica de ayer. Eso tiene su mérito porque lo he tenido que hacer sentado en el suelo y apoyando el portátil en la bolsa del manillar ¡Se me han dormido las piernas! ¡Augh!

    Bueno envío la crónica y a ver si pongo un poco de orden en mi suite de tela.

    Muchos recuerdos a todos ¡Ojalá estuviérais aquí!

    Publicado hace 12 años #
  20. Imposible cedila centrarme en Menorca y ver tú crónica. Recordar esos andares que me dieron paso al que estoy realizando.

    Por unas horas no te conocí en Donosti, pero algún día… Eso sí!!

    Fuerza y mucho ánimo para hacer de tú vida lo que más quieras.

    Siempre amiga de la naturaleza; para poder respirar la brisa del mar, con el sabor de los pinos.
    Somos mediterráneos.
    Publicado hace 12 años #
  21. Etapa 6. Lugo - Melide. 52 Km

    Amanece un día aparentemente nublado. Un poco como mi ánimo. Ayer llegué a Lugo algo cabizbajo porque empezaba a entender que no lo estaba haciendo bien. No le veía el sentido a este viaje. Me faltaba algo. De metedura de pata en metedura de pata acabé en una cara y anodina habitación estándar de hotel estándar. El panorama que esta vez podía divisar desde mi ventana acristalada que no se puede abrir porque se supone que el aire está "acondicionado". Todo en este hotel está acondicionado. Es un ejemplo del ambiente artificial que yo detesto y al que suelo referirme con la frase: "disfrute de las innumerables ventajas de nuestro sistema de puntos".

    La recepcionista se llama Marta: "Hotel Santiago, le atiende Marta ¿en qué puedo ayudarle?". Se empeño en hacerme notar las excelentes instalaciones con las que cuenta el hotel. Cafetería, restaurante, sala de reuniones, gimnasio, sauna... Supongo que es parte de su cometido soltarle la retahila publicitaria al cliente. No importa que yo sea un simple cicloviajero que sólo busca una ducha y una cama. ¡Qué diferencia con el trato que me dispensó la dueña del hotelito rural de Castro!

    Estoy deseando irme de aquí. Salgo sin desayunar, ya encontraré algún lugar donde me sienta a gusto.

    En Recepción ya no está Marta. Cambio de turno. Un servicio estándar sólo requiere componentes estándar fácilmene reemplazables. Entrego las tarjetas a la chica.
    "¿Ha consumido algo del mini-bar?". Para mis adentros considero dónde podrían meterse su dichoso mini-bar. Pero ella no tiene la culpa, es parte del protocolo al que debe atenerse, lo entiendo. "Pues no, ni siquiera me di cuenta de que hubiera mini-bar". "Entonces ya puede irse, gracias por elegirnos y esperamos verle de nuevo pronto". Me devuelve mi libertad, muy agradecido.

    A primeras horas de la mañana ya hay peregrinos en el Camino. Al llegar a la carretera me encuentro con un grupo de hombres de mediana edad. El que va delante, al verme, se para a esperar que lo alcance. Me detengo a su altura y me pregunta que por dónde es el Camino, que si van bien. Le digo que sí y le enseño el mapa. Buscan algún lugar donde tomar algo. Seguramente vienen caminando desde Lugo, ya son algunos kilómetros.

    Les dejo atrás, pero sé que los volveré a ver. Sigo pedaleando y por fin encuentro un lugar idóneo para desayunar. Una fuente, una mesa y bancos. Es todo lo que necesito. Monto el hornillo y en poco tiempo saboreo una buena taza de leche caliente con galletas.

    Hice algo de tiempo para esperar a ver si el grupo de peregrinos me alcanzaba. Pero al final acabé marchándome. Un poco más allá me llamó la atención esta iglesia. Mientras hacía la foto llegó el primero de los peregrinos que había esperado. Por allí cerca había un cartel que anunciaba un bar. Un grupo de peregrinos jóvenes venía de allí y me recomendaron jovialmente que fuera, que tenían de todo. Yo sabía que los peregrinos que había adelantado en la carretera buscaban un bar así que me fui para allá tras el que acababa de llegar. Hoy estaba dispuesto a romper el hielo y contactar con quien me encontrara por más difícil que me pareciera. Superar mi exagerada timidez es uno de los retos que me había propuesto en este viaje.

    Y lo logré, porque resultaron ser gente muy amable y simpática. Ese era el tipo de experiencia que yo perseguía. Son un grupo de amigos portugueses, de Oporto. Algunos más aficionados a caminar que otros. El que hizo esta foto me tomó un poco bajo su protección. No dejaba de cebarme ofreciéndome galletitas como quien da de comer a un animalito del bosque. Charlamos, bromeamos y reimos. Pasamos un bueb rato. Me fui muy contento.

    Al cabo de cierto tiempo alcancé al grupo de jóvenes que salía del bar cuando nosotros llegábamos. El último iba un chico de Bilbao. Charlamos un rato, él caminando y yo procurando ir a su paso. Iban delante tres chicas y un catalán patilludo que se le veía ien curtido en los caminos. Pensaban llegar a O Castro de Xeisa, donde al parecer se había abierto un nuevo albergue. Pero una de las chicas cojeaba. Les quedaban 17 Km, espero que llegaran bien. Les regalé mis mapas para que al menos supieran dónde estaban y lo que les quedaba.

    Yo seguí adelante parando cada dos por tres para contemplar iglesias, pueblos o paisajes.
    Poco que contar, mucho que ver.

    Esta etapa de Lugo a Melide discurre por carreterillas bastante solitarias que unen pequeñas aldeas. No hay ningún lugar para comprar comida y tampoco abundan las fuentes. Para mí era un problema porque al no haberme aprovisiando en Lugo y habiéndoseme acabado la comida, me tocába ayunar hasta llegar a destino. Bueno, aún tenía un par de tragos de leche y algunas galletas.

    Por cierto que esta vez también perdí el rumbo. Me pasé de largo esta desviación y ya había hecho un par de kilómetros cuando me di cuenta. A dar la vuelta.

    Una paradita para dar cuenta de la leche y las galletas. Supieron a poco.

    Otra cosa que me pasé de largo sin darme cuenta fue el famoso albergue de O Castro de Xeitas. Cuando pregunté por él a los vecinos del pueblo me informaron de que tenía que volver a bajar la horrible cuesta que acababa de subir. Preferí seguir subiendo hasta coronar la última sierra que tenía que pasar para llegar a Melide. Luego, me dijeron, era todo cuesta abajo.

    Y así emprendí la subida a la dichosa sierrecita que resultó bastante dura, por cierto. Hubo varios tramos en los que no tuve más remedio que empujar, tal como me habían comentado los vecinos. La primera vez en el viaje que tenía que empujar. No sería la última.

    Terminé de subir y emprendí la vertiginosa bajada. Pero no duró mucho. Esta vez por fortuna hice caso del GPS que me indicaba que tenía que salirme de la carretera hacia un pueblo llamado O Hospital. Pueblo no, más bien aldea de cuatro casitas. Al pricipio dudé porque la carretera que tenía que seguir ahora era un camino estrecho que no tenía pinta de llegar muy lejos, pero si el GPS lo decía... Hice bien en confiar en el trabajo que había hecho meses atrás cuando preparé esta ruta. Todas las veces que metí la pata fueron por no seguir las indicaciones del GPS.

    Una parada en un idílico lugar antes de emprender la subida definitiva. Resulta quehabía otra. Ya decía yo que había sido muy fácil cruzar la sierrecilla. Aquí me comí miguillas de galleta que quedaron en el envoltorio e inventé el bocadillo de chorizo sin pan y sin chorizo: sólo dos lonchitas minúsculas que quedaron olvidadas envueltas en papel de aluminio.

    Y por fin ¡la cima! Ahora sí todo cuesta abajo... bueno, no del todo pero casi.
    ¡Que larga se me hizo la bajada hasta Melide!

    En Melide lo primero que hice fue atracar un supermercado. Llené las alforjas y me fui haciendo eses al hotel donde me puse como el kiko.

    Ahora queda la última etapa hasta Santiago. Casi me da pena llegar

    Publicado hace 12 años #
  22. Cedila, sólo una palabra: MAGNÍFICO

    Las bicicletas no sólo son para el verano.
    Publicado hace 12 años #
  23. Otra palabra:
    IMPRESIONANTE ... !!!

    Estamos tod@s contigo Cedila !!!!
    1bsico muy grande !!!

    "Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar."
    Publicado hace 12 años #
  24. Escribes mejor que Jovellanos.

    Publicado hace 12 años #
  25. CESAR con mayúsculas, así se escribe tu nombre. Últimamente tengo poco tiempo para penetrar en los post de Rodadas y hoy que me he parado a entretenerme con el tuyo, veo que es EN RIGUROSÍSIMO DIRECTO!!!! Y como todos, yo también te agradezco que hayas perdido este tiempo de merecido descanso, escribiendo las crónicas, que después todo se olvida, sobre todo los detalles.
    Muchos ánimos en los días que te quedan de camino amigo Cedila!!!!!!!

    Agus

    "APRENDERÁS EN LOS BOSQUES, ALGO MAS QUE EN LOS LIBROS. LOS ÁRBOLES Y LAS PIEDRAS TE ENSEÑARÁN COSAS QUE NO PODRÁS APRENDER DE LOS LABIOS DE NINGÚN MAESTRO"
    Publicado hace 12 años #
  26. Un abrazo Cesar, tienes el don de transportarnos, al menos a mi, tanto con esas fotos como con tu relato, a unos centimetros de donde tu estas.

    Es un placer compartir estos minutos leyendo tu cronica.

    Mucho animo, y siente, no pienses, solo siente.

    Un abrazo muy grande!!!!

    Publicado hace 12 años #
  27. Me he registrado porque llevo tiempo en este foro (leyendo, tengo poco que aportar todavia..) y he estado siguiendo tu aventura y creo que te mereces un buen:

    ¡¡¡¡¡¡¡¡OLE TUS COJONES!!!!!!!!

    ánimo que ya queda poquito! y disfruta del viaje, de TU camino...

    Publicado hace 12 años #
  28. Me alegro mucho de que le hayas dado la vuelta a las sensaciones de la jornada precedente.

    ¡¡A por el colofón !!

    Publicado hace 12 años #
  29. Creo que soy un tanto egoista...

    si, ya se que piensas que no pero lo soy, se que a estas horas estas delante de la Catedral, que a tu cara se asoma una sonrisa aún mayor porque el tiempo te acompaña y que posiblemente algo más que esa sonrisa acompaña a tu semblante...

    que egoista soy cuando ni tan siquiera quiero esperar a que acabes tu jornada para felicitarte...

    pero es que no lo puedo evitar...

    FELICIDADES!

    Publicado hace 12 años #
  30. Ceeeeeeee...Dila, Cedila, Cedila es cojonudo, cooooomo Cedila, no hay ninguno!

    Publicado hace 12 años #