También puede ser que la cadena esté estirada por el uso, o que las coronas estén ya desgastadas... cuando se dice de cambia la cadena también conviene cambiar el cassette, pues ambos se van desgastando por igual.... pero solo cuando se hace este cambio por desgaste, si se parte la cadena, y no se puede reparar, solo se sustituye la cadena... claro, siempre y cuando el cassette no esté desgastado, claro.
Una cadena puede saltar, bien por lo que te comenta Mazinger, bien porque ya tenga mucho desgaste = uso.
También puede deberse a que el cambio haya recibido un golpe y la pata se haya doblado un poco, o bien la propia patilla de cambio sea la que se ha podido doblar. Si a pesar del ajuste " fino " que te dice Mazinger, sigues sufriendo saltos de cadena, y tanto ésta como el cassette no están muy desgastados, lo más probable sea lo que te comento, bien patilla de cambio ( donde se atornilla el cambio trasero ), bien pata del cambio ( donde la cadena engrana con las roldanas del cambio ), puedan haber sufrido un golpe y se hayan doblado. Para enderezar la patilla de cambio hay que desmontarla, y ponerla sobre una superficie totalmente plana y lisa, si se le aprecia algo de abombamiento, con un martillo se le puede dar unos golpes para igualarla. Si se trata de la pata del cambio, la cosa se torna más complicadilla, ya que hay que enderezarla poquito a poco estirando de ella hacia fuera... o empujándola hacia dentro... vamos, doblándola hacia el lado contrario de donde se dobló por el golpe.
Por cierto, una pata de cambio, o una patilla de cambio se pueden doblar por otros motivos ajenos a un golpe... se pueden doblar perfectamente al apoya la bicicleta contra un bordillo, roca, árbol. Si no se dispone de pata de cabra, y hay que dejar la bicicleta apoyada en algún sitio, hay que procurar apoyarla siempre por el lado izquierdo, de esa manera el cambio, y la patilla, quedarán menos expuestos a recibir un golpe, ya que la bicicleta puede moverse de su sitio y al hacerlo, bien caerse, bien desplazarse, golpear en estas partes bajas de la bici, que son más endebles de lo que uno se puede pensar.