He dado nuevamente con este post y al leerlo me he dado cuenta de como cambian las cosas sin que una quiera. Recuerdo ese proyecto en común de atravesar Francia con aquella peregrina que compartimos un día de ruedas y más tarde me daria alojamiento en su casa a la vuelta de Finisterra. Fue algo realmente maravilloso la hospitalidad y la compañia. Veo la carpeta con la información del recorrido, información cultural y de campings de hoteles que hace meses leia con ilusión y ahora estara cogiendo polvo. A veces las cosas no cuadran por temas laborales o personales o de salud. La vida es asi......otra vez sera.
Tampoco contaba con la historia de la rodilla, que me va a limitar a la hora de elegir salida vacacional con alforja pues yo crei que podria hacer el norte pero despues de un fin de semana donde acumule kilometros y desnivel vi claramente que no podria ser pues cogeaba y la rodilla se puso nuevamente como un pez globo. Mal no estoy pero esa salida me abrio los ojos. En las Bardenas la rodilla respondio bien por lo tanto aunque no quiera tendra que ser un viaje tranquilo de nivel medio donde pueda sentir las sensaciones de mi bici nueva sin machacar mucho la rodilla pues no da de sí. Tengo que desquitarme de estas ganas de querer y no poder.
Pero como es posible que pueda nuevamente llorar al imaginar el momento de la entrega de mi dortoka pero si no es más que algo material....Pero como puedo desear un pedazo de titanio con tanto anhelo? Cuando estemos Dortoka y yo delante en nuestro primer contacto visual y tactil por muy nerviosa que este no olvidare el trasmitirle esas sensaciones vividas incluso antes de conocerla. Quiero que sepa desde el primer instante que sencillamente la quiero con pasión.
La semana que viene tal vez la tenga en casa. Sigo siendo cauta.